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La inconsistencia de Ana Patricia Botín en Groenlandia

La operación de «limpieza de cara» del Santander en el programa ‘Planeta Calleja’ fracasó por la opacidad y la falta de respuestas a la realidad del banco y de los Botín

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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Ha pasado ya casi una semana desde la multi emisión por Mediaset del programa Planeta Calleja dedicado a Ana Patricia Botín y aún sigue generando reacciones, provocando preguntas y, sobre todo, esperando respuestas que la presidenta del Santander no dio porque Jesús Calleja no le preguntó por ellas.

Un número determinado de personas, no muchas, según ha podido conocer Diario16, han interpretado que en el Santander han cumplido con el objetivo de humanizar a su presidenta de cara al pueblo, lo que no es otra cosa que una estrategia de marketing basada en la captación de clientes por empatía.

Los accionistas del Santander, sobre todo los minoristas, estaban esperando que su presidenta, rodeada de los espectaculares paisajes de Groenlandia, respondiese a la pregunta que en la última junta le hizo un accionista de 92 años: «Ana, si el banco va tan bien, ¿por qué la acción sigue bajando?».

En realidad, el «publirreportaje de Berlusconi», a mayor honra de Ana Patricia Botín, no profundizó en los temas que no le interesaban a la presidenta del Santander. Todo estaba enfocado a hacerle un lavado de cara tanto a ella como a la entidad cántabra y hubo gente que se lo creyó. La gran mayoría, lo contrario.

En el programa no se escuchó en ningún momento cómo el banco que preside la señora Botín se soporta gracias a ampliaciones de capital (14.500 millones desde 2014) que lo único que han conseguido, además de dinero para cubrir necesidades de solvencia o de capital, que el valor de los títulos de sus accionistas, tanto grandes como pequeños, sea inferior. De igual modo, tampoco explicó, ni fue cuestionada por ello, la razón por la que el valor bursátil del Santander haya caído un 52% desde que es presidenta.

Como decíamos el otro día, el publirreportaje de Mediaset estaba destinado a que Ana Patricia Botín viera con sus propios ojos las consecuencias del calentamiento global y el deshielo de los polos. Ahí la presidenta del Santander afirmó que ella está concienciada con el cambio climático y que llegó el momento de tomar fuertes medidas: «Hay que pasar a la acción y reflexionar de la importancia de lo que tenemos por delante». No obstante, el Santander es uno de los bancos del mundo que más financiación da a las empresas que, precisamente, son más contaminantes, como lo bien se le ha recordado en las juntas de accionistas o como se recoge en el informe Banking on Climate Change. Si hay que pasar a la acción y tomar fuertes medidas, como dijo la señora Botín, no tiene más que ejecutar esos préstamos.

Ana Patricia Botín dijo, en relación a los productos bancarios abusivos (como las preferentes) que «Tenemos que ser muy conscientes de cómo asesoramos a nuestros clientes cuando invierten». Sin embargo, no dijo nada sobre Valores Santander, un producto por el que el banco está siendo condenado por los tribunales españoles. Tampoco se dijo nada de la presunta implicación del Santander en el mayor fraude financiero de Europa, los dividendos Cum-Ex, o las multas impuestas por los supervisores británicos por los seguros PPI, que ha obligado al banco a provisionar más de 1.800 millones de euros para pagar las indemnizaciones a sus clientes.

Desde luego, tampoco se habló de otros casos que están judicializados en la actualidad como, por ejemplo, el Caso Banco Popular, por el que el Santander ya habría obtenido más de 40.000 millones de euros entre operaciones corporativas, cobro de créditos fiscales, venta de activos inmobiliarios o los resultados del negocio principal que está generando la sexta entidad financiera de España. Por todo esto, el Santander sólo pagó un euro y más de 305.000 familias están arruinadas.

En el publirreportaje tampoco se habló del trato que sufren los trabajadores y trabajadoras del Santander y por el que ha sido condenado por los tribunales, no sólo en España, donde el Supremo condenó a la entidad presidida por Ana Patricia Botín por acoso laboral, sino también en otros países como, por ejemplo, Brasil, donde los tribunales federales han impuesto condenas mil millonarias contra el Santander también por acoso y explotación a sus trabajadores. Todo ello, evidentemente, sin entrar en lo que ha ocurrido en los dos últimos ERE que ha aplicado el banco, donde se han cebado con los más débiles o con las mujeres embarazadas, con hijos o con reducción de jornada. ¿Qué explicación hubiera dado Ana Patricia Botín si el presentador le hubiese preguntado por la razón por la que más de un tercio de su plantilla quiso salir de la entidad de manera voluntaria?

Jesús Calleja tampoco preguntó sobre otros asuntos que salpicaron a la familia Botín o al Santander en el pasado como, por ejemplo, el tener ocultos al fisco 2.000 millones en el HSBC suizo, el control de la Justicia a través de lobbies jurídicos, la doctrina Botín y las cesiones de crédito, etc., por no hablar de cómo el banco presidido por la señora Botín financia a empresas fabricantes de armas nucleares o de bombas racimo que están prohibidas.

¿Por qué no le preguntó Calleja a la señora Botín sobre las verdaderas razones de la no contratación del mejor banquero del mundo, Andrea Orcel? Hubiera sido muy elocuente que la presidenta del Santander hubiera explicado la frase que le dijo al italiano: «yo tengo empresas en España donde te puedo poner de CEO mañana o de presidente, que son empresas cotizadas inmobiliarias, o sea, […], o sea, tengo muchas opciones», una afirmación que hubiera resultado muy preocupante para los españoles, pero mucho más para los empresarios de compañías cotizadas que creen controlar sus entidades. Sin embargo, resulta que no son ellos los que las manejan, sino que, al parecer, es Ana Patricia Botín la que las gobierna a su antojo poniendo y quitando consejeros delegados y presidentes a su libre albedrío sin tener en cuenta la opinión de sus accionistas. Si lo hubiese afirmado en medio de los paisajes de la isla danesa, la presidenta del Santander hubiese dado un verdadero ejemplo de transparencia.

Son demasiados asuntos de los que se habló porque, evidentemente, no interesaba. El objetivo real del viaje a Groenlandia no era ver glaciares y el público al que iba dirigido no era a los telespectadores sino a los accionistas, sobre todo a los grandes, que llevan años dudando de la gestión del banco de Ana Patricia Botín y del actual Consejo de Administración.

Una adecuada pregunta también hubiese sido ¿quiénes son los mayores accionistas del Banco Santander? ¿Hubiese hablado Ana Patricia Botín de los bancos custodios y de la «transparente» procedencia de los fondos de estos bancos y los motivos por los que dudan de ella?

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2 COMENTARIOS

  1. Es una tipeja asquerosa y presunta parricida por que no se le hizo al Señor Botin la Autopsia fue incinerado para eliminar las pruebas de su posible asesinato

  2. Calleja como puedes caer tan bajo que manera de comerle el culo a la defraudadora de la lista falchiani y presunta parricida con denuncia en la audiencia nacional y responsable del robo a 305000 accionistas del popular de todo su dinero eres de lo peor un dos caras de mucho cuidado nunca más veré nada que tenga que ver contigo miserable

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