La ilegalización de Bildu, tal como propone Ayuso, supondría resucitar a ETA

Cada día que pasa, Isabel Díaz Ayuso da un paso más hacia la derechización ultra. Ya no se diferencia en nada del discurso de Vox, cuyos principios políticos ha asumido como propios. Estamos en elecciones y ese proceso de voxización se hace más patente a medida que transcurre la campaña electoral. MAR ha debido darle la consigna a Ayuso de que sea más dura, más exaltada y reaccionaria, ya que de esa forma, según cree el asesor de cabecera de la presidenta, el PP madrileño ganará votos. Hoy mismo, la jefa del Ejecutivo regional ha calificado a Bildu de «anomalía democrática» y plantea una posible ilegalización si no cumple la Ley de Partidos «teniendo en cuenta que son condenados por terrorismo, con delitos de sangre», informa Europa Press.

Ilegalizar a Bildu sería una medida irreflexiva y absurda fruto de un calentón electoral. Lo peor que podría ocurrirle a este país. Provocaría violentas manifestaciones en el País Vasco, la sociedad de Euskadi se convulsionaría otra vez. ETA se plantearía volver a las armas. Retrocederíamos hasta los peores años del plomo. Desde que la banda terrorista dejó las armas, España ha vivido un tiempo de paz como nunca antes en su historia. Las bombas han dejado de estallar. Las pistolas ya no hablan. Todo se decide en los parlamentos. ¿Qué desea Ayuso, volver otra vez a aquellos oscuros años de violencia y terror? La democracia ganó la batalla a ETA precisamente porque ha logrado que los violentos hagan política en el hemiciclo, no en el zulo y la barricada. Los atentados y los secuestros son cosa del pasado. Todo lo que hemos conquistado está en peligro por propuestas propias de falangistas sin cabeza como las que propone Ayuso. Ilegalizar Bildu sería tanto como quitarle el derecho de representación a buena parte del pueblo vasco. Se le daría a toda esa gente la excusa perfecta para volver al victimismo, al discurso de que no hay democracia en España y a la violencia. Por no hablar del revolcón que España sufriría en las instituciones y tribunales europeos. Proscribir ideas políticas es algo propio de dictaduras, no de países donde rige el Estado de derecho.

Ocurrencias ayusistas

«Habrá que ver la figura con la que se puede revertir una situación así, pero yo creo que no debería estar nunca en ningún Parlamento, en ningún Ayuntamiento, en ninguna institución, nadie que pertenezca al entorno político de una banda terrorista», declara Ayuso a los periodistas, a su llegada al Palacio de Cibeles, donde se han entregado las medallas de la ciudad por su patrón, San Isidro.

Preguntada por la posición de Vox, que pide abiertamente la ilegalización de Bildu, Ayuso tiene claro que es «una anomalía democrática» un partido político que se ha vinculado con «el terror y la expulsión».

«Y además se ve por la Ley de Partidos que no cumple con ella. Desde luego hay que plantearse una situación al hecho de que se puedan presentar y hay que volver a plantearse incluso su posible legalización, desde luego», ha remarcado.

La popular ha contestado que no sabe cómo podría hacerse, a través de qué figura jurídica, algo que tampoco le corresponde a ella determinar. «Creo que no cumplen con la Ley de Partidos estas candidaturas teniendo en cuenta que son condenados por terrorismo, con delitos de sangre y que además se presentan por municipios donde viven incluso sus víctimas», ha añadido.

Le parece «inmoral e impropio de una democracia» como la española las candidaturas de Bildu y el hecho de que esta formación política «pueda estar en las instituciones».

Poco antes había hablado sobre esta polémica la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, quien ha atribuido a una «estrategia electoral» el pronunciamiento de algunos socialistas contra la presencia de condenados por terrorismo en las listas de Bildu, porque manifiestan su distanciamiento del Gobierno «solo con la palabra», pero «no levantan la voz en el Comité Federal» del partido.