La garganta profunda de la Cifuentes

Hace ya más de 25 años, España vivió uno de los sucesos más abominables de su Historia Negra: Tres niñas del pueblo alicantino de ALCÁSER habían sido violadas, torturadas y asesinadas. Los detalles de la investigación mantuvieron en vilo al País entero porque las pistas parecían ir señalando hacia las más altas esferas del Poder del Estado, empezando por el Judicial. Pero entonces, las pesquisas fueron frenadas en seco y se forzó el cierre del caso sentenciando como únicos culpables a dos delincuentes comunes, uno de los cuales desapareció para siempre sin dejar el menor rastro. Aquella solución no resultó muy convincente, porque no daba explicación a hechos como que en los cadáveres hubieran aparecido pelos púbicos de hasta 6 personas diferentes, uno de ellos canoso.

Mucha gente no estuvo de acuerdo con aquella sentencia, pero los que se manifestaron en contra fueron silenciados “a pescozones”. Ese fue el caso de un famoso presentador de televisión llamado Pepe Navarro que, estando en la cima de su carrera profesional, fue expulsado de los medios de comunicación para siempre jamás, por insistir en hablar sobre el tema. La única voz disidente que se pudo escuchar a través de un recientemente estrenado Internet fue la de una grabación anónima que, bajo el desafortunado pseudónimo de “GARGANTA PROFUNDA”, explicaba la versión de alguien que se presentaba como un guardia civil que, poco antes de retirarse, había participado en la investigación.

En su alocución, Garganta Profunda planteaba la teoría de que el crimen hubiera sido cometido por “novicios” de las “logias” que controlan las más altas esferas del Poder de nuestro País, a modo de “examen de ingreso”. El objetivo es quedar atrapados para siempre en la disciplina del grupo, participando y permitiendo ser grabados en este tipo de crímenes. De entre las muchas y pintorescas teorías conspirativas que se venden por ahí, las de este tipo son de las pocas que han demostrado su verosimilitud, pues han sido llevadas a la práctica de una forma sencilla y bien conocida por grupos de pandilleros como los Latin-King.

Si aceptamos la teoría de Garganta Profunda y la valoramos en sentido inverso, tendremos que deducir que esas logias, cuando impulsan a alguien hasta puestos de Poder es porque tienen pruebas guardadas para poder defenestrarlos si les desobedecen. Y aquí es donde se nos aparece de frente la imagen de la Cifuentes.

La falsificación documental del famoso Máster proviene de una fecha anterior a su proclamación como Presidente de la Comunidad de Madrid. No parece descabellado pensar que este delito fuese conocido de antemano por los “Poderes Fácticos” que impulsaron su nombramiento. La hipótesis se ve apoyada por la extraña ferocidad con la que toda nuestra manipulable Prensa fue lanzada a martillearnos con un tipo de noticia que habitualmente es silenciada. A pesar de la estocada, ella parecía resistirse a dimitir confiando en que, más pronto que tarde, todo fuese borrado de nuestra corta memoria por el siguiente escándalo que apareciese. Pero, por si curaba su herida y para darle el descabello mortal, “los de arriba” nos ofrecieron a toda pantalla una retransmisión del famoso hurto de cremas, de la que alguien debía tener una copia guardada ya 7 años en algún cajón.

Dicho así, no resulta absurdo afirmar que la aplicación del silogismo de la “Teoría Garganta Profunda” en el “Caso Cifuentes” parece manar un par de conclusiones:

1. Que bajo la dignidad de muchos cargos públicos se pueden estar escondiendo auténticos delincuentes, marionetas al servicio de los Poderes Fácticos que los alzaron a sus sillones.
2. Que estamos gobernados desde la sombra por pandillas de Latin-King.