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La Fundación Cajasol un referente del nuevo papel que deben jugar las alianzas y las entidades líderes en la reactivación andaluza

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análisis

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La Fundación Cajasol se ha consolidado en los últimos años como el principal referente cultural y social de Andalucía, destacando, además, su compromiso e impulso en el ámbito formativo y del emprendimiento. Si bien es cierto, la realidad es que si por algo destaca la Entidad es por su capacidad de adaptación y reorientación de sus objetivos según demande la sociedad y la situación que se atraviesa en cada momento.

En este tiempo marcado por la crisis sanitaria a nivel mundial y las consecuencias sociales y económicas, la Fundación Cajasol ha vuelto a poner de manifiesto sus posibilidades a la hora de cambiar el rumbo de su actividad, sin dejar de estar al lado de los ciudadanos, y dando respuesta a las necesidades del momento.

Sin dejar de lado sus actividades dirigidas a la promoción y divulgación de la cultura, el impulso al emprendimiento o sus actividades formativas y educativas; en estos tiempos tan complicados, la prioridad vuelve a ser la puesta en marcha de iniciativas sociales.

Antes de que se decretase el Estado de Alarma, el pasado mes de marzo de 2020, la Entidad marcaba una hoja de ruta para ese año en la que predominaba, como era habitual, una variada programación de actividad, propia y en colaboración. Sin embargo, el 14 de marzo se paralizaba el país y toda la actividad no esencial, lo que imposibilitó la puesta en marcha de todo este plan de actuación. No obstante, el equipo de la Fundación Cajasol, encabezado por su presidente, Antonio Pulido, redirigió todos sus recursos, técnicos y humanos, para dar respuesta y servir de ayuda ante una situación inédita.

“La Fundación Cajasol se ha convertido en un motor de la industria cultural y un ejemplo en acción social, lo que la sitúa como agente activo de la recuperación en la comunidad”

Para ello, desde las Sedes de la Entidad en Sevilla, Cádiz, Huelva y Córdoba, se suspendieron todas las actividades  programadas pero se mantuvieron abierta las puertas para atender nuevas peticiones e iniciativas como las campañas de donación de sangre, con el fin de promover y facilitar la donación sin riesgos y sin necesidad de acudir a centros sanitarios, la puesta en marcha de dos servicios de atención telefónica: por un lado, un servicio de prevención, divulgación e información sanitaria sobre el COVID-19 atendido por facultativos del colegio de Médicos de Sevilla, en colaboración con la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Y, por otro lado, un servicio de atención social para la ciudadanía, en colaboración con la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía y la Plataforma Andaluza de Voluntariado. Además, en el plano formativo, desde la Escuela de Negocios, el Instituto de Estudios Cajasol, se ofreció un programa de jornadas formativas gratuitas online para empresarios y profesionales con el objetivo de afrontar el impacto que el coronavirus puede provocar en las empresas. En definitiva, un cambio de rumbo para seguir siendo útil en todo momento.

Reorientando prioridades

Esta actualización de prioridades de la Fundación Cajasol se alinea perfectamente con los principales retos de la sociedad en esta encrucijada histórica porque su misión de origen es adaptarse y ayudar a paliar las necesidades de la sociedad en cada momento.

Aunque el primer compromiso, el auxilio de primeras necesidades sociales, es el más perentorio ahora, la entidad tiene claro que no puede olvidarse del resto de sus ámbitos de actuación, pues son motores de la reactivación e igualmente necesarios para el futuro. Como primera fundación privada andaluza, con actividad en el conjunto de la comunidad, otra clave de futuro es reforzar su consolidada política de alianzas. Y servir de motor de esta apuesta para que su ejemplo cunda en otros ámbitos de Andalucía.

Desde la Fundación Cajasol se mantiene una estrategia clave para expandir y aumentar el alcance de su actividad en el conjunto de Andalucía: el fomento de la alianza público-privada. Y es que, es una realidad que, ante esta nueva situación, es necesario la puesta en marcha de nuevas fórmulas, y consolidar una nueva etapa de colaboración entre instituciones públicas y privadas liderada por las grandes instituciones.

La Fundación Cajasol se postula de esta manera como punta de lanza de la iniciativa privada en la comunidad, y anima a las grandes empresas e instituciones andaluzas a unirse y dar también un paso al frente como locomotoras socioeconómicas. La pandemia obliga a un proceso de transformación como no hemos conocido, y reclama nuevas reglas del juego y nuevos acuerdos con el máximo consenso. Y la Fundación Cajasol puede y quiere contribuir a tender puentes y favorecer la cooperación entre instituciones y entidades.

Reforzando el compromiso con Andalucía

La entidad culminó en 2019 una etapa de consolidación y crecimiento que pone los cimientos para la nueva y compleja era que tenemos por delante. La misión de ser útil y dar respuesta a las necesidades de sus territorios de influencia en cada momento se mantiene y se refuerza, una vez consolidado su carácter andaluz.

En este momento de emergencia social y económica, mientras llega el momento de la reactivación plena, que debe ser ya inminente, la Fundación Cajasol tiene como objetivo contribuir ya a dinamizar social, cultural y económicamente, aunque sea con las limitaciones propias de esta fase de la crisis.

Redoblando y renovando su compromiso con el avance de Andalucía en este momento tan difícil, aspirando, de esta forma, a ser parte activa de la recuperación económica en Andalucía. No puede ser de otra manera teniendo en cuenta que la Fundación Cajasol es ya un motor de la industria cultural y de la creación de empresas en nuestra comunidad, además de una referencia incontestable en acción social.

Su actividad social, que fue la protagonista en la anterior crisis, vuelve a cobrar importancia por los efectos de esta crisis.

En aquel momento, en 2007, nació su potente red de voluntariado y sus planes de fortalecimiento del llamado Tercer Sector con la idea de que una ONG o asociación es igual que una empresa: un conjunto de elementos humanos y materiales. La empresa busca una rentabilidad económica y la asociación una rentabilidad social. Fruto de este programa, la entidad ha impulsado que las mismas técnicas de gestión y organización que se vienen utilizando en el mundo empresarial puedan incorporarse al sector asociativo, que ha ganado en eficacia y eficiencia a la hora de mitigar las desigualdades y la discriminación.

En este Mes de la Mujer del 2021 hay que destacar también en el área social los numerosos proyectos y convenio de la institución que tienen por meta contribuir a la igualdad entre hombres y mujeres. Una prueba de este compromiso es la especial programación de la Fundación en el mes de marzo en todas sus sedes andaluzas.

Más apoyo a la economía

Pese al peso específico de la acción solidaria y más asistencial, heredera de la Obra Social y Cultural de las cajas de ahorros, hay un cambio de enfoque de la Fundación en los últimos años que está llamado a jugar un gran papel en este momento de transformación y que implica un cambio de rol de la entidad en la sociedad andaluza. Es una realidad que el impulso al emprendimiento y la actividad económica ha tomado una mayor relevancia dentro de las áreas de actuación de la entidad.

Y esta nueva apuesta es perfectamente compatible con seguir liderando en Andalucía las iniciativas sociales y culturales más innovadoras, que en sí mismas también son auténticas palancas de dinamización socioeconómica. La Fundación quiere aportar su “grano de arena” en esta tarea común de la reactivación, para salir de este bache histórico.

En el lado positivo de la moneda, es un gran momento para la innovación y el emprendimiento en todos los campos teniendo en cuenta que hay grandes incentivos para la inversión tecnológica o medioambiental y para los sectores estratégicos. Sin olvidar que esta crisis trae heridas sociales y nuevas brechas muy graves que tenemos que ayudar a curar con la protección a los sectores más vulnerables.

La entidad, que encabeza el sector andaluz de las fundaciones, expande su compromiso socioeconómico a través de una consolidada política de cooperación con otras entidades que se refuerza en esta etapa.

Este nuevo enfoque de la Fundación ayudará a construir elnuevo modelo socioeconómico que necesita impulsar Andalucía basado en sectores estratégicos y de alto valor añadido dentro del marco general de la nueva economía. En este sentido, la comunidad tiene mucho que decir, ya que las nuevas prioridades de Europa y de España coinciden con ventajas competitivas andaluzas. En la sostenibilidad y la tecnología hay un gran potencial para muchos sectores estratégicos de la comunidad como el agroalimentario y los servicios en general, que deben vivir una auténtica revolución.

Cuando la normalidad se instale definitivamente, nuestro turismo, nuestra hostelería y nuestra industria cultural, los segmentos que más se han derrumbado en esta crisis, deben resurgir de sus cenizas con un nivel de calidad, innovación y competitividad que multipliquen su actual prestigio internacional. Unos desafíos que la Fundación quiere ayudar a superar desde el ámbito de su responsabilidad.

Nuevos valores

Según la entidad, en la nueva era postpandemia necesitamos nuevos valores, y agentes que trabajen, como es el caso de la Fundación Cajasol, para impulsar nuestra creatividad, capacidad de innovación, de emprender y crear tejido empresarial. Y estos retos no podrán alcanzarse sin altas dosis de diálogo y adaptación a nivel individual y también colectivo.

El virus, y también las crisis anteriores, nos han enseñado que las situaciones de emergencia social y económica se combaten con éxito desde la unidad, cuando contamos con la responsabilidad de todos y se aplican planes de choque globales. Cada parte de la sociedad, cada institución pública o privada, y cada uno de nosotros puede sumarse con su esfuerzo y sus recursos a este gran plan de reactivación que nos involucra a todos. Es la actitud y los valores que propone y practica la Fundación Cajasol en este momento crítico.

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