Ignacio Aguado, líder de Ciudadanos de Madrid, vivió algo más de tres años en un loft ilegal de un edificio construido en suelo industrial en Madrid en 2006 por la presidenta de VOX en la capital, Rocío Monasterio.
Y es que parece que quien sea los cría, y ellos se juntan. Aguado y Monasterio, aunque en formaciones políticas diferentes, al menos, y a juzgar por esta nueva información, ya se conocían antes de ser líderes políticos conservadores y más allá.
Según informa el diario El País, este nuevo oscuro caso también afectó inicialmente al padre de Aguado, quien compró uno de los lofts en 2007 para, pasado el tiempo y conocidas las irregularidades, acabó denunciando al arquitecto del estudio de Rocío Monasterio que firmó el proyecto, aunque perdieron el juicio.
Con este asunto, empiezan a ser preocupantes las irregularidades urbanísticas del matrimonio formado por Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros: la edificación de su casa, y estudio de arquitectura, , el chalé familiar de los Espinosa-Monasterio, un bloque de lofts en la calle Pedro Heredia, tres más en Villafranca, un local en San Marcos, y otro loft en Amalia y, el hecho, no menos trascendente, de que Monasterio firmara durante años como arquitecta sin tener la titulación.
Aguado no ha querido pronunciarse al respecto amparándose en que la denuncia es de carácter colectivo y no personal, aunque algunos vecinos contactados por el El País han certificado que Ignacio Aguado conocía de primera mano la situación. No solo por haber vivido en el loft sino por haber acudido regularmente a las reuniones de vecinos en la que se gestó la citada denuncia.
La elitilla directiva de vox y podemos, en terminos psicologicos estructurales son lo mismo. Es decir, oportunismo listillo, cutron, acompañado de esa caracteristica imprudencia, de quien ingenuamente cree que ya no tiene nada que perder, porque intimamente sabe que es una mierda. Pues si, aunque parezca imposible, yo se como lograr que ese tipo de escoria, pierda lo que no tiene, como mera experiencia subjetiva, ilusoria, pero supertraumatica y con secuelas identitarias irreversibles. Ingenuidad.. tienes nombre de diosa..