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La España olvidada

Javier Maurín Rodríguez
Javier Maurín Rodríguez
Estudiante de Filosofía. Técnico Superior en Administración y Finanzas. Empleado público con más años de vida laboral que medio Congreso (junto). Una década afiliado al PSOE para acabar como Portavoz en la Junta Municipal de Distrito de Villaverde (Ayuntamiento de Madrid) por Ciudadanos, una larga historia. Fui Responsable de Organización y de Comunicación en Plataforma Ahora. De izquierdas, jacobino y socialista.
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análisis

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Algo que no sorprende en política es por desgracia el doble rasero, el doblepensar en la acción política de los partidos institucionales actuales. No es ya el problema de que no cumplan lo que prometen, es que ni siquiera son competentes para hilar dos posicionamientos consecutivos que sean coherentes entre sí, incapaces de tener un proyecto consecuente de país.

Asistimos a unas manifestaciones contra las ampliaciones aeroportuarias, tanto de Barajas como de El Prat, promovidas y apoyadas directamente por una serie de partidos políticos. 1.700 millones de euros para convertir el aeródromo barcelonés en un hub intercontinental y doblar el número de pasajeros, y otros tantos para el madrileño. La objeción omnipresente es ecológica, comprensible si se refiriera –por ejemplo- a la protección del delta del Llobregat, pero de un ludismo insoportable cuando se habla de limitar de forma unilateral la aviación.

Mientras los países con más peso económico del mundo siguen avanzando e invirtiendo en desarrollarse industrialmente, en España, país dependiente de una forma insana del turismo, hay quien propone dejar de alimentar a la gallina de los huevos de oro sin ofrecer ninguna alternativa de subsistencia. Se justifica la automutilación con la excusa de que los aviones contaminan mucho. A nadie se le ocurre que, en lugar de una endodoncia a las raíces el turismo, si queremos cuidar las emisiones, sería mucho más beneficioso desarrollar tecnologías para que los aviones no contaminen. Será mejor eso que dejarlos en tierra en un país totalmente de este sector.

Pero no querría centrarme en estos argumentos del ecologismo ludita, sino en lo curioso de que sea éste el argumento primario –y único- a la hora de oponerse a dos proyectos entre los que suman más de 3.000 millones de euros. A nadie se le ha ocurrido hablar del coste de oportunidad para el resto de españoles de que el Estado realice semejantes inversiones en las dos ciudades más grandes –con diferencia- del país.

Los mismos que se llenan la boca de acusaciones de centralismo y de defensa de las sentidas plurinacionalidades no tienen en ningún momento la lucidez de plantear que esos más de 3 mil millones de euros podrían estar mejor invertidos en las regiones más depauperadas, de manera que se avance en cuestión de reequilibrio territorial.  El Estado, herramienta imprescindible de redistribución e inversión, vuelve a ser utilizado para premiar a dos regiones rebeldes y desleales –aunque por diferentes motivos y de diferente forma- en detrimento del resto de españoles y, para mayor indignación, pagado por ellos.

No deja de resultar curioso que nadie se manifieste en semejante sentido, pero no sorprende. Y no lo hace porque la preocupación por la España vaciada, especialmente de la izquierda cosmopolita, es totalmente fingida. Hablan de supuestas plurinacionalidades y apelan a sentimientos particularistas, pero saben que su electorado está en la ciudad: licenciados de clase bien. Y mientras, la defensa de los trabajadores más precarios y las regiones abandonadas queda en manos de incipientes –o no tanto- nacionalismos populistas y demagogos que no piensan en la redistribución o en lograr vencer el flagrante desequilibrio entre conciudadanos, sino en el qué hay de lo mío. El eterno qué hay de lo mío.

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1 COMENTARIO

  1. Tiene usted un nombre interesante, a quien me recuerda…? Mi abuela decía que no hay Javier bueno y no sé si tenía razón, pero hay algo ahí dentro que…
    Es probable que acierte en todo el centro de la diana. Pero a mín que carallo me importa que queran amplar os aeroportos das meirandes capitais españolas?, Así lles dean polo cu a todos. Es que allí no ven el agravio sobre zonas en depresión? Teruel o Guadalajara, muy cerca de esas capitales u otras zonas como Albacete o Almería. Pero que cojones pasa aquí? Ya no digo de Galicia para que a nadie se le despierten las suspicacias, pero existe un tongo del tamaño de la luna para envestimientos y partidas presupuestarias.
    Me cae usted bien, coño. Esperando como agua de mayo estaba para acuñar como fuese tal mensaje en una noticia así, pero ya lo dice usted todo y le estoy agradecido.

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