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La eficacia y seguridad de los probióticos, clave para mejorar los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable

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análisis

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  • Los probióticos ayudan a mejorar los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable (SII), dolor abdominal, hinchazón, distensión, flatulencia y cambios en los hábitos intestinales como estreñimiento o diarrea.
  • No todos los probióticos son iguales. Es necesario identificar la cepa adecuada para cada caso, y demostrar su eficacia y seguridad mediante estudios clínicos. Cada probiótico debe ser estudiado individualmente para determinar su eficacia y seguridad.
  • El SII afecta más frecuentemente a mujeres, y solo un 15% de los afectados consulta a su médico ante la manifestación de síntomas.
  • Determinados síntomas como dolor abdominal, cambios en la frecuencia y/o consistencia de las deposiciones, incontinencia fecal o presencia de moco en las heces, nos pueden ayudar a reconocer el SII.

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando son suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud1 pero es necesario identificar la cepa adecuada para cada patología y demostrar su eficacia y seguridad mediante estudios.

“Precisamente la cepa 35624® (Alflorex para Colon Irritable) es un ejemplo de esa eficacia y seguridad en la mejora del SII, avalado por 15 años de investigación y más de 150 publicaciones científicas y presentaciones internacionales”, asegura la Dra. Encarnación Arriza, directora médica del Grupo Farmasierra.

Este probiótico ha demostrado una mejora significativa de los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable (SII), disminuyendo el dolor o la molestia abdominal, la hinchazón o distensión y/o la dificultad en movilidad intestinal, mejorando2.

Según datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), el SII afecta a entre un 10 y un 20% de la población, más frecuentemente a mujeres, y con una mayor prevalencia entre los 20 y 50 años3. Este trastorno gastrointestinal, también conocido como colon irritable, se caracteriza por episodios de dolor abdominal y cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento, diarrea, distensión abdominal, hinchazón y/o flatulencia.

A pesar de que el SII es el trastorno gastrointestinal más frecuentemente diagnosticado y la segunda causa de absentismo laboral tras el resfriado común, solo un 15% de los afectados consultan a un médico ante la manifestación de síntomas y existe un gran desconocimiento en torno a la enfermedad.

Hábitos de vida saludable, claves para la mejora del SII

Actualmente no existe ningún tratamiento curativo para el SII, podemos distinguir dos tipos de abordajes, uno mediante actuación en los hábitos de vida y otro desde el punto de vista farmacológico.

En cuanto a los hábitos de vida, se deben seguir una serie de recomendaciones como, por ejemplo, evitar el consumo de tabaco y alcohol, identificar qué alimentos sientan peor y eliminarlos, realizar cinco comidas al día y dedicarle, al menos, 20 minutos a cada una. Del mismo modo, es importante tomarse tiempo para defecar, acudir siempre que se tenga deseo y no reprimirlo. Además, realizar 30 minutos al día de actividad física adecuada a la condición de cada persona y evitar situaciones estresantes es aconsejable para mitigar los síntomas de la enfermedad.

Respecto al tratamiento terapéutico, numerosos estudios han demostrado que los probióticos tienen eficacia en esta patología. No obstante, el especialista médico indicará cuál es el adecuado según los síntomas que se presenten, que pueden ir desde la ingesta de fibra, los laxantes, si existe predominio de estreñimiento, los antidiarreicos, en caso de diarrea, los antiespasmódicos, o incluso, en ocasiones, hay que recurrir a antidepresivos o ansiolíticos.

Cómo reconocer el Síndrome del Intestino Irritable

Debido al gran desconocimiento de la enfermedad, la Dra. Arriza nos ayuda a detectar los síntomas para reconocer el Síndrome de Intestino Irritable y acudir a nuestro especialista médico ante cualquier duda:

  • Dolor abdominal acompañado de cambios en la frecuencia y/o consistencia de las deposiciones, presentando episodios de diarrea o estreñimiento.
  • El dolor abdominal puede ser difuso o localizado, de moderada intensidad, que se alivia tras la defecación.
  • Este dolor abdominal respeta el sueño y suele relacionarse su comienzo con la ingesta de algún alimento.
  • Presencia de moco en las heces.
  • Sensación de no quedar satisfecho tras la defecación.
  • Escape de las heces (incontinencia fecal).
  • Dolor anal.
  • Saciedad precoz al comer.
  • Náuseas, vómitos, dolor torácico o flatulencias.
  • Con una frecuencia elevada, los síntomas empeoran tras alteraciones psicológicas como ansiedad, depresión, angustia y eventos estresantes.
  • Existen otros síntomas extraintestinales que pueden acompañar al SII como reglas dolorosas, dolor de cabeza, molestias al orinar, dolores musculares y óseos y cansancio.
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