La contundente respuesta a Carrizosa y Arrimadas del representante mundial de los Defensores del Pueblo

Fue la semana pasada cuando desde la formación política de Ciudadanos enviaron cartas a los Defensores del Pueblo de distintos países de Europa. En ellas, relataban lo sucedido, desde su punto de vista, durante la pasada legislatura en Catalunya. Concretamente señalaban al momento en que Puigdemont y Junqueras «pusieron en práctica un plan articulado para deponer la Constitución y proclamar de manera unilateral y antidemocrática la independencia».

En su particular relato de los hechos, nombran a Rafael Ribó, quien fue elegido Sindic de Greuges (Defensor del Pueblo) en 2004 y en 2010. Cabe recordar que en su segundo mandato, cuando ya le conocían, Ciudadanos votó a favor de su nombramiento. Son los mismos que ahora piden su dimisión.

En la carta, como señalamos, hacen referencia a Ribó estos términos: «su función debería ser la de levantar la voz y ejercer sus competencias en contra de la vulneración de derechos fundamentales que se dio. (…) Ribó prefirió no sólo no reaccionar, como habría sido su deber, sino desplegar una actividad personal de abierto apoyo a Puigdemont y Junqueras, contribuyendo a dar imagen de normalidad y legalidad a lo que en verdad había sido un intento de secesión ilegal dirigido por una minoría radical nacionalista y populista, así como por movimientos populistas antisistema y antieuropeos». Añaden que «la conducta de Ribó de adhesión inquebrantable a quienes intentaron pisotear los derechos y libertades de todos los catalanes fue, y sigue siendo, vergonzosamente impropia de lo que cabía esperar de él», por lo que «lo sucedido le descalifica para seguir ejerciendo el cargo».

La respuesta del representante mundial de los Defensores del Pueblo ha sido contundente. En primer lugar, señala que no tiene del todo claro si le escriben en calidad de Defensor del Pueblo de Irlanda, o si lo hacen en calidad de representante mundial de todos los Defensores del Pueblo. Y apunta que la contestación la hará en calidad de esto último.

“Estamos particularmente preocupados por asegurar que la independencia de nuestros miembros no sea socavada. Les pediría respetuosamente que tengan mucho cuidado en evitar tomar acciones o hacer comentarios que pudieran poner en peligro la independencia de la Oficina de Sindíc”, ha respondido Tyndall.