‘La contemplación’, la obra que descubrió a Edgar Borges brilla de nuevo

Tiempo de Papel reedita 11 años después la novela emblemática del escritor venezolano asentado en España que le valió el Premio Albert Camus

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El escritor venezolano asentado en España Edgar Borges. Foto: Laura Muñoz Hermida.

Dividida en capítulos que se titulan Tránsitos y Lecturas, la voz narrativa fluye entre dos estilos narrativos muy marcados, uno testimonial y otro introspectivo. La nueva edición revisada cuenta con una introducción del escritor mexicano canadiense Laury Leite quien, entre otros análisis, sostiene que “Edgar Borges pertenece a la estirpe de Georges Perec y Robert Walser, autores que reivindican la escritura como juego, la imaginación como una fuerza subversiva ante una realidad impuesta y la literatura como un vehículo para generar dudas, no certezas”.

“Ver es ver, sin más. Mirar, en cambio, es abrirse de adentro hacia fuera. La mayoría ve el mundo que le dibujan; sólo muy pocos miran el mundo que está más allá del dibujo.” Con reflexiones similares, Edgar Borges mantiene el pulso narrativo de La contemplación, novela que originalmente fue publicada en 2010 y que ahora, prácticamente 12 años después, recupera el joven sello valenciano Tiempo de Papel Ediciones.

La contemplación cuenta el viaje de alguien que pretende recuperar a su pareja sin antes enfrentar un problema pendiente con su cuerpo enemigo, con su existencia extranjera. En su recorrido en tren se pone en evidencia su condición de extraña incluso ante su propio cuerpo, que puede ser de hombre, mujer o transexual. Su destino será la calle 11. En el viaje descubre transeúntes que se repiten, un mago que se burla, ciudades uniformes y una niebla que avanza. No le será fácil bajar del tren sin enfrentar su verdad, la simulación, la soledad arrebatada. En una persona podría habitar una canción, una pintura, una fotografía y todo el basurero del mundo.

La contemplación fue publicada en España en diciembre de 2010; luego siguieron ediciones en Italia, Serbia y Venezuela. El escritor Enrique Vila-Matas, quien ya venía prestándole atención a la obra de Edgar Borges, al leer La contemplación dijo que “estamos ante un novelista que ama el riesgo y entiende la literatura como un complot contra la realidad”. Descataloga en España, se publica de nuevo once años después de la mano del joven sello valenciano Tiempo de Papel Ediciones. “Es la novela que quería entregar a los lectores”, asegura el escritor ante el lanzamiento de esta edición revisada. Tiempo de Papel Ediciones se viene haciendo con un catálogo que reúne importantes firmas de Francia, Canadá y América Latina. 

Recibió la crítica favorable de Vila-Matas y ha influido en el artista multidisciplinar Álvaro Peña, que asume en su pintura la idea que recorre el libro: “entender la literatura como un complot contra la realidad”

El narrador y ensayista Laury Leite escribe en la introducción de la novela que “La contemplación es la obra perfecta para entrar en el fascinante universo narrativo de Edgar Borges y lo es por muchos motivos. En parte porque los elementos temáticos que se desarrollan en sus trabajos posteriores se empiezan a esbozar en esta novela; y en parte, también, porque en esta novela la estructura laberíntica y los juegos formales y metaliterarios congénitos a su literatura alcanzan una elasticidad asombrosa”. 

La contemplación tuvo una fuerte repercusión cuando se publicó en Italia y fue ampliamente comentada en diarios como La Repubblica.  Gianfranco Pecchinenda, traductor de la novela, observó que “Edgar Borges es un escritor que parece poseer todas las potencialidades para ser colocado en el mismo extraordinario sendero de los grandes narradores latinoamericanos del siglo XX”.  Paola Gorla, crítica de Napoli Today, dijo que “Edgar Borges es heredero de dos cadenas, la del realismo mágico español-americano y también la del juego del laberinto. La contemplación que de hecho es un noir, se ve como un juego de ajedrez: es el lector que tiene que reunir y correlacionar las piezas individuales, reunir visiones fingiendo ser desconectado en el mar de voces narrativas. Es un viaje, pero sorprendentemente no hay movimiento, las acciones se reemplazan con miradas que parecen iguales, mientras que la ciudad se desdibuja en un lugar no específico”.

Por su parte, Sergio Brancato se fijó en las influencias de la novela: “El destino es un componente fuerte del libro, que tiene poco que ver un género literario específico. El volumen es un juego continuo que parece una reminiscencia de La ventana indiscreta de Hitchcock y un cable que conecta la obra de Edgar Allan Poe sobre el tipo y la parábola de la literatura moderna dibujo de Jorge Luis Borges. La novela de Edgar Borges nos recuerda una vez más que lo que está cambiando la condición humana es la realidad que se va en deuda con la literatura y no al revés”.

Edgar Borges, nacido en Caracas y radicado en España desde el año 2007, es autor de obras literarias como La contemplación, La ciclista de las soluciones imaginarias, La niña del salto, Enjambres y Ser gato.

En 2010 obtiene el Premio Internacional de Novela Albert Camus con La contemplación. Finalista del Premio de Novela Ciudad Ducal de Loeches (2008) con la novela ¿Quién mató a mi madre?; Beca Residencia en el Centre d’Art La Rectoría, de Barcelona, con proyecto de investigación novelada sobre la obra de Peter Handke y la censura mediática (2011). Parte de su obra ha sido traducida a diversos idiomas.

En su literatura la ficción es una fuerza que trastoca la noción de realidad que nos enseñan. Autores como Enrique Vila-Matas, Peter Handke, Verónica García-Peña y José María Merino han destacado este enfoque en la obra de Edgar Borges.

Desarrolla el programa de creación literaria Crear desde las sensaciones para pacientes con alzhéimer, y el proyecto literario La ficción como vía para transformar la realidad, en centros penitenciarios como el Edgecombe Correctional (Nueva York) con Osborne Association.

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