La comunidad educativa declara a Ayuso “persona non grata de la UCM”. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido recibida al grito de: “Fuera Ayuso de la Universidad”, “Fuera Fascista de la Universidad”.
Fuera y dentro miles de estudiantes se manifiestan contra el nombramiento de Ayuso como alumna ilustre de la Complutense. Muchos de ellos no han podido acceder a la Facultad de Ciencias de la Información. Y las clases se han visto suspendidas por el despotismo de la populista.
Ayuso “persona non grata de la UCM”
Gritos este martes en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, blindada por la Policía Nacional, que ha identificado a muchos de ellos, amenazándoles con multas si seguían con la protesta,
Por la puerta ha llegado una presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, que es muy poca cosa, con una sonrisa forzada, mientras era recibida al grito de: “¡Fuera fascistas de la universidad!”. Cientos de estudiantes de agolpaban detrás del cordón de seguridad que les impedía acceder al salón de actos, en el último piso.
Ayuso ha recibido la distinción de alumna ilustre, con la oposición unánime de toda la comunidad educativa al completo. Solo sus acólitos de la derecha y la extrema derecha están conforme con esta indignidad.
Los gritos peperos que no eran alumnos
Ignacio Dancausa, presidente de las nuevas generaciones de Madrid se sube a un muro y empieza a gritar junto a decenas de compañeros populares. “¡Fuera comunistas de la universidad! ¡Libertad!”.
Gracias a los controles de acceso y a las acreditaciones, se van imponiendo los partidarios de Ayuso, porque se han organizado. Y lo más importante, los han acreditado. Están en el acto porque les ha llevado la presidenta, porque son su coro, solo van allí para desvirtuar un acto que en la calle es de repulsa y vergüenza. Un desprestigio a la Universidad y al resto de los alumnis que, si merecen el reconocimiento, pero que han visto su día grande manchado por una persona que no se lo merece.
Han sorteado los férreos controles de entrada sin ser estudiantes de periodismo al grito de “¡Viva España!”, mientras por sus voces de comadrejas gritan “¡Mayoría absoluta!” e insisten, en chillidos absurdos.
“¡Se nota, se siente, Ayuso presidente!”, retumba en los oídos de las `personas decentes. De los verdaderos estudiantes y no de los que se llevan los másteres sin estudiar.
Durante el acto, una de las alumnas Eli, ha tenido la dignidad suficiente para rechazar la distinción en las mismas narices de la presidenta Ayuso y del indigno rector de la Complutense.
Eli una alumna con criterio y dignidad
“No lo quiero para absolutamente nada, he sacado un 9,28. Creo que es la nota más alta. ¿De qué me sirve? No lo sé. No sé quién ha decidido que yo esté aquí. Supongo que la misma persona que le va a dar hoy el premio a la señora Ayuso”.
“He hecho una carrera porque adoro audiovisuales, adoro el cine, creo que la gente debería ver más cine. Pero tenemos que tener claro que se tiene que hacer cine político y, se tiene que hacer cine políticamente, pero de verdad”.
“Yo ya estoy harta de que esto se valore con notas, con votos, con títulos, con dinero. Estoy harta de la titulitis. Para mí la Complutense es increíble, la Complutense son mis compañeros que están ahí fuera manifestándose y, que yo quiero que se les dé más nombre a ellos, porque son los ilustres de verdad”.
“Y también mis profesores, los que de verdad están enseñando a los alumnos y están en clase. No estoy de acuerdo con la distinción”.
“Y se ha preguntado: ¿Alguien se sabía mi nombre, yo creo que no verdad? Pero el de Ayuso sí”.
“¿Está haciendo algo por nosotros, señora Ayuso? Yo creo que no. Hoy es un día muy triste chicos, es un día muy triste porque cuando digo Ayuso oigo aplausos”.
Hay que aplaudir a los que están fuera
“¿Sabéis a quién quiero aplaudir? A mis profesores de verdad, y a la Complutense de verdad. Estoy orgullosa de ser Complutense y hoy es un día de luto. Nos han tirado por tierra esta casa. Le doy la enhorabuena a los profesores que han venido aquí con un par, cuando no querían. Yo no quería venir y he venido para aprovechar mi discurso de verdad.·
“Porque la manifestación que hay fuera, se va a manipular. La Facultad es de Ciencias de la información no de la desinformación. Coger el teléfono que tenéis ahí, y meteros en Twitter. Leer la mierda de comentarios que están poniendo de vuestra presidenta.”
“Yo no rompo esto porque yo creo que es ilegal, que si no le rompo. Gracias a mis profesores y a mis compañeros que han sacado una nota y se la han currado, pero no solo a ellos, sino a todos los que han conseguido un título y, a los que no también.”
“Porque el conocimiento no es esto, el conocimiento es tener criterio y yo le doy gracias a mi madre que está ahí, porque me ha dado criterio. Ella es ilustre porque yo no he tenido una figura paterna, porque los padres bueno, en fin.”
“No he tenido suerte y no pasa nada, porque tengo la mejor madre del mundo, que me ha enseñado a tener criterio. Y está ahí sentada grabándome para ver qué va a ser de mi futuro después de esto. Yo estoy feliz chicos.”
Y ha terminado al grito de: “Ayuso pepera, los ilustres están fuera”.
“Ayuso pepera, los ilustres están fuera”
Han sido menos los alumnos que han `protestado por el fuerte despliegue policial, que ha impedido desde primera hora de la mañana que la concentración, convocada por varios colectivos estudiantiles y sindicatos, llegue hasta las puertas de la facultad.
Mientras, decenas de personas se concentran la salida del metro de Ciudad Universitaria para mostrar su rechazo al nombramiento de Ayuso.
El colectivo estudiantil Contracorriente, la agrupación Pan y Rosas, el Sindicato de Estudiantes, junto con CGT y el Movimiento Asambleario de Trabajadores Sanitarios (Mats), son los convocantes de la concentración bajo la consigna No en mi nombre.
La protesta estaba respaldada por una decena de organizaciones universitarias ―Frente de Estudiantes, UEP, Estudiantes en Movimiento, UHP, Phisis, La Chispa, RQTR, Sputnik, Manuela Malasaña y Abrir Brecha—, que firmaron un comunicado conjunto para mostrar su “oposición enérgica a un nombramiento que responde a un intento del equipo rectoral de utilizar la universidad como plataforma de promoción electoral”.
Ya da igual lo que diga la indigna presidenta al recibir un título que no se merece. Hay alumnas que se juegan su futuro y sí tiene la dignidad y la moral suficiente para decirlo en público sin importarles las consecuencias.
No defiendo a ningún político, pero llamar «comunidad educativa» a las clásicas hordas de estudiantes o pseudoestudiantes fanatizados y movilizados a su vez por otros políticos, es como llamar «comunidad científica» a los científicos seleccionados para imponer una narrativa.
Muy ridículo.