Abascal Vox
Vox no podrá participar en los debates electorales en Castilla y León

La cobardía es uno de los peores pecados que se pueden cometer en política porque debilita a la democracia frente a los ataques de quienes la quieren destruir o pretenden imponer un régimen autoritario. Silvio Rodríguez cantó aquello de «los amores cobardes, no llegan a amores, ni a historias, se quedan ahí». Ahora, cambien la palabra «amores» por «democracias» y hagan una transposición a la situación actual del sistema político español y se darán cuenta de que nuestro régimen de libertades está en serio peligro si no se tiene la valentía de adoptar las medidas que hay que adoptar y que están recogidas en nuestro sistema jurídico.

Los hechos sucedidos en pasado viernes tras las amenazas a muerte a Pablo Iglesias Turrión, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez son la mejor demostración de que la izquierda española es cobarde. No bastaba con exigir a los ultras que condenaran dichos actos o que dejaran de ponerlos en duda. Había que empezar a actuar con valentía, sin utilizar las posibles consecuencias que pudiera acarrear la toma de esas decisiones.

Si con montajes fotográficos la izquierda pretende frenar a la extrema derecha, entonces España está perdida porque, tal y como ya ocurrió en otros países amenazados por el fascismo, las «democracias cobardes» se desmembrarán ante la potencia de los mensajes de la extrema derecha.

Me han llegado a través de diferentes medios una serie de montajes que se pretenden poner como respuesta al racismo y la xenofobia de Vox:

¿Así se pretende responder a Vox? ¿Con cartelitos? No, esto es una patochada, muy ingeniosa y con un punto de razón, pero utilizando los mismos medios demagógicos de la antipolítica que defiende la extrema derecha. Y, sobre todo, cobarde, porque, al igual que el movimiento se demuestra andando, la valentía en política se demuestra con hechos y con la adopción de medidas, por muy impopulares que puedan llegar a ser, pero que, si se adoptan desde el cumplimiento de la obligación de defender a la democracia, con lo establecido por la ley y desde la coherencia ideológica, entonces, esas decisiones podrán ser impopulares, pero están absolutamente legitimadas.  

Estos montajes fotográficos, con todo su ingenio, tienen la legítima intención de demostrar que en España esos carteles nadie tendría el valor de colocarlos en el Metro, además de ser un método para deslegitimar a la Monarquía que Vox tanto defiende cuando sus líderes gritan a pulmón «¡Viva España y Viva el Rey!», lo que hacen es confundir a una parte del electorado que antepondrá a la Monarquía frente a otros aspectos.

El problema está en que la cobardía de la izquierda frente a la extrema derecha se convierte en el cómplice silencio que dará alas a Vox porque ellos seguirán con su populismo, su atrevimiento y su inteligencia a la hora de establecer sus estrategias políticas. El partido de extrema derecha sabe que ni los socialistas, ni Podemos, ni los anticapitalistas, ni siquiera el feminismo, tienen el valor político y humano de adoptar las medidas que hay que adoptar. Lo saben y por eso se aprovechan de la debilidad para hacerse más fuertes y poner más en riesgo al sistema democrático español.

Negarse a debatir con los ultras, ponerles un cordón sanitario o negarse a responder a su líder en el Congreso de los Diputados no son más que gestos para la galería que sólo sirven para ocultar el miedo que tiene la izquierda o los nacionalismos a hacer lo que hay que hacer.

En España ya se han ilegalizado partidos políticos y se aprobó una ley que dejaba muy claros los límites que ninguna formación puede superar si quiere estar dentro del escenario democrático. Incumplirlo, conlleva la ilegalización siempre que haya gobiernos valientes que se atrevan a ello. Cuando la supervivencia de la democracia está en juego, las medias tintas no sirven porque es la mejor demostración de que el sistema está muy debilitado. Las respuestas de esa debilidad se pueden transponer a través del exceso, como ocurría durante los últimos años del franquismo, o por medio del cómplice silencio, que es lo que está sucediendo ahora. No actuar es lo mismo que callarse, porque las proclamas en un mitin o desde el atril del Congreso de los Diputados no son más que palabras. Vuelvo a Silvio Rodríguez cuando escribió que «Se sabrá que este ir y venir de piedras no se quedó / Que una lluvia lejana fue a mojar la ciudad / Fijaremos con clavos las ventanas / Los sueños, los pedazos de tierra / La limpieza y el lodo, las guitarras / Las sillas, las piedras y el amor / Porque ha pasado que el llanto / Se convierte en palabras / Ha pasado que sangre / Se convierte en palabras / Ha pasado que un hombre / Se convierte en palabras / Ha pasado que historia / Se convierte en palabras / Ha pasado que el mundo / Se convierte en palabras / Ha pasado que todo se convierte en palabras / Palabras, palabras, palabras a granel».

Sorprende también que la ministra Irene Montero haya querido meter al feminismo en este asunto cuando el feminismo no tiene un componente político natural, es un genérico de la condición humana, es filosofía e ideología amplia, tan amplia como los mares que bañan al mundo desde su existencia, es algo más, y entregárselo «al lobo como carnaza» no es más que darle el cariz que pretende la voracidad de la extrema derecha para criminalizar. Además, ella no se identifica con el feminismo de la igualdad real y los derechos humanos. Ella defiende y se abraza al «prodigio Queer».  ¿Por qué no sigue defendiendo y utilizando su borrador de la Ley Trans y deja al feminismo de la igualdad y los derechos humanos  en paz? ¿Ahora se acuerda del feminismo de la igualdad real como de Santa Bárbara cuando truena?

El feminismo tienen su función en la lucha contra la extrema derecha, sin duda, es evidentemente, pero no tiene, ni debe, entrar en una decisión que es política y que la propia Irene Montero, desde el Gobierno, tiene la responsabilidad de lanzar las propuestas necesarias para, desde el Consejo de Ministros, aplicar las leyes que hay que aplicar, leyes en vigor para enfrentarse legalmente ,no alejándose del debate publico del enfrentamiento a la extrema derecha  desde la razón sin miedo que le avala la democracia  constitucional .

España se encuentra en una situación política límite. La extrema derecha y sus cómplices enmascarados en otros partidos conservadores están aprovechándose de las debilidades de una democracia que sufre ahora las consecuencias de los errores o de las decisiones que no se adoptaron durante la Transición o desde el año 1982. Ahora es el momento de que la izquierda sea valiente y actúe aplicando la ley porque los problemas se arreglan con arrojo, no con silencio, y España, sin dudad,  tiene un gran problema ante las dictaduras privadas , y ahora incluso con las publicas refugiadas en la democracia.  :

La muerte que impulsa las  dictaduras no puede vencer la vida. La vida en libertad con dignidad es necesaria:

Para ver el mar

Para amar

Para soñar

Para vivir viviendo

Para, en soledad. saber vivir en soledad

Para navegar desde una barca varada 

Para ver el mar llegando a su destino 

Para oír el sonido de la humanidad.

Para que la música sea verdad.

Para no dejar que nos venza la mediocridad.

Para que la coherencia sea la guía de la vida.

Para que la dignidad muestre nuestra vida vivida.

Para que los egos sean siempre como el “colesterol bueno” 

Para vivir viendo 

Para que las puertas giratorias sean siempre un «viejo despacho de sabiduría»

Para que la igualdad sea tan real como lo que sentimos.

Para solo disponer de tiempo para amar y jamás para perder.

Para que la felicidad sea siempre seguir viviendo desde el amor, desde la verdad y desde la igualdad real.

Para que el color rojo de las buganvillas sea el verdadero color de la vida. 

8 COMENTARIOS

  1. Sr Dominguez,tiene usted toda la razon.
    En España no es que la izquierda sea cobarde,es que,quizas,se encuentra «atada y bien atada».
    Si que el gobierno central bajo mi punto de vista es cobarde,timorato y,aunque tambien «atado»,no esta actuando como deberia y quizas podria ante el fascismo.No olvidemos que los poderes judiciales son en su mayoria de derechas,no olvidemos que el ejercito,policia,guardia civil son en su mayoria de derechas y extrema derecha,por mucho que la ministra de turno quiera esconder publicamente la cabeza intentando convencernos de que tenemos un ejercito,una poilicia,una guardia civil democratica.
    ¿Como se puede consentir que un politico fascista sea quien le diga a la policia que actue contra los que protestan ante su mitin o seran ellos,los fascistas,los que actuaran en caso de que no lo hagan y la policia le haga caso a este fascista y repriman y golpeen a los que protestan?Mi respuesta ante esto es clara:los policias y quienes les mandan actuaron porque son de mentalidad afin al fascista,mientras tanto,el ministro de interior ni una palabra.
    Cadenas de tv,todas,publicas y privadas,dan alas al fascismo intentando hacer ver que vox es un partido democratico y esconden la cabeza ante la historia porque no quieren ver ni entender que Hitler gano unas elecciones democraticas,que Mussolini gano unas elecciones democraticas,que Bolsonaro gano unas elecciones..el fascismo gana elecciones democraticas y acaba con la democracia…y con los peridistas!!
    Poner carteles puede servir como una pequeñita luz para algunos,pero mejor,mucho mejor seria desmontarles propagando la corrupcion,mentiras y falsedades que arrastran,propagando quienes les sufragan y por el motivo que lo hacen.
    No olvidemos que Al Capone fue detenido y encarcelado por evasion de impuestos y no por asesino,traficante y ganster.

  2. La ultraizquierda (tan totalitaria y peligrosa como la ultraderecha) no tiene programa ni proyecto para España; sus recetas intervencionistas están obsoletas y no tienen cabida dentro del marco de la UE. Así que no les queda más que avivar el frentismo y el guerracivilismo; esa es la única estrategia de la ultraizquierda de Podemos y de sus voceros. Y en eso están.

  3. Y también en esto Grecia, esa «democracia defectuosa» como la han calificado, nos da lecciones ilegalizando a Amanecer Dorado.
    ¿Serán los jueces griegos más honrados, decentes y valientes que los españoles?
    Pero claro, en Grecia vencieron contra al fascismo italiano y al nazismo alemán, aquí ganaron ellos.
    ¡Gracias democracias europeas por vuestro auxilio a la República Española!

  4. A ver si lo entiendo. El autor dice que para salvar la democracia hay que erradicar un partido al que votaron 4 millones de españoles en las últimas elecciones generales. ¿Verdad?
    Quizá el autor prefiera la “democracia” venezolana pero yo prefiero la española.
    ¿Recuerdan cómo se rasgaban las vestiduras los comunistas y Pablo Iglesias en especial con la ilegalización de Batasuna?
    ¿Recuerdan sus alegres visitas a las Herriko tabernas?
    Al socialcomunismo nunca le ha gustado la democracia. Dejen de ser hipócritas.

  5. El artículo es muy malo. Y arrongante. Y la mezcla de arrogancia y mala calidad resulta fatal. El articulista se atreve a hacer argumentos sobre la izquierda como si unos memes circulando y vete tú a saber por quien hechos fueran sinónimo de la estrategia de los líderes políticos. Luego mete una poesía. En medio razona sobre temas generales, como el franquismo. Mete otra poesía. Ignora todas las decisiones de alto calibre que ha tomado la izquierda en las últimas semanas, como el pacto de no agresión, como levantarse todos en el debate de la SER, como hacer un cordón sanitario. Y nos cuenta toda esa sarta de idioteces con aire de estar haciendo afirmaciones certeras y sesudas sobre la estrategia actual de la izquierda. En serio, es como para no leer nunca más este medio de comunicación.

  6. Lo único cierto es que estáis todos jugando al juego que por vosotros mismos jamás hubieseis planteado. La izquierda y la derecha, bien y mal, cielo e infierno. Pero lo único cierto es que las reglas que todos queréis saltaros en realidad no existen. Yo soy hijo de alguien muy representativo del antiguo régimen, pero también soy hijo de una señora huérfana de padre porque fue fusilado por defender su patria, que entonces era una república mucho mejor que ninguna en Europa. Ese discurso fascista y esa ideología revolucionaria ocuparon una gran parte de la turbulenta infancia y juventud de mis 12 hermanos, y antes de los 21, casi todos nos salimos del juego ese del que otros piensan por nosotros y nosotros aireamos sus Banderas de Mierda. La mayoría somos nacionalistas gallegos sin filiación a partido alguno, ni a sindicatos, ni a nada que nos indique que debemos de hacer o pensar. Es muy probably que aún así estemos equivocados en lo referente a lo social o a lo político, que perdamos aquell juego. Pero nadie juega con nosotros. No sé si me expliqué o explicuve…Pués eso…

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre