“La censura en Twitter es como el garrote vil con Franco”

Cada uno de los tuits de Protestona son un dardo en la diana. Acierta como nadie tecleando en las redes sociales verdades como puños aderezadas, a veces de acidez, a veces de gracia. Con casi 150.000 seguidores esta “republicana, feminista, atea, roja, partisana, tuitiritera y podemita”, tiene últimamente que dedicar parte de su tiempo a denunciar como “una horda de militantes de Ciudadanos están intentando cerrar cuentas de las que les hacemos pupa”, comenta. Y es que, tal y como expresa en un tuit, el acoso de los bots, una vez más, ha sido tal, que su avatar (el de Mafalda con gafas feministas) lo ha tenido que retirar “con la acusación de los derechos de autor del dibujante”.

A esta influencer – cuya verdadera identidad conocen muy pocos-, le han colocado todo tipo de San Benitos de los que se ríe a mandíbula batiente: “tan pronto me dicen que soy la cuenta fake de Pablo Iglesias, como una drogadicta de las 3000 viviendas de Sevilla, a una niña de papá o a que vivo en un asilo”, tiene clara una cosa, “una cuenta de Twitter no es nada, lo importante es la persona que está detrás, la real. Yo cerraré mi cuenta algún día más pronto que tarde y solo me llevaré una cosa de todo esto, haber conocido a gente maravillosa. Lo mejor que me ha dado esta red es la oportunidad de incorporar a mi vida a amigos de verdad, pocos porque también ha habido decepciones, pero los que se han quedado estarán ahí para siempre. Ellos saben quienes son, no hace falta que los nombre, y saben que les quiero. Y yo sé que me quieren”, recalca. Para salir de dudas, nada como preguntarle cómo lleva tanta persecución.

¿Lo de protestona te lo has puesto tú o te lo han puesto? ¿En casa te deben temer no? 

En realidad me lo pusieron. Yo era una niña tocapelotas desde muy chica, mi familia dice que empecé a hablar antes de lo normal y que nunca volví a callarme. Y lo malo no es que hablara mucho, que también, sino que preguntaba por todo y nada me parecía que estuviese bien. Recuerdo escuchar una y otra vez a mi familia decir “¡qué niña más protestona!”, así que estaba claro mi avatar. Tengo recuerdos nítidos de esas cosas y mira que era enana, y sin embargo no me acuerdo de donde dejo las llaves del coche (risas). ¡La edad es mala!

¿La censura por dónde te la pasas?

¿Si digo que me la paso por el coño lo publicarás?

¡Claro! Yo pregunto. No censuro respuestas.

Es que me encanta la palabra coño. No entiendo como alguien puede considerarla fea.

¿Esta última censura en twitter te recuerda a la de Franco pero sin garrote vil? 

Es exactamente eso, no te aplican el garrote a ti pero se lo aplican a tu libertad de expresión. Hay una deriva totalitarista en la sociedad en general y por supuesto en redes sociales. Me preocupa muchísimo. En Twitter hay grupos organizados que sabemos quiénes son y quién los dirige y cuyo cometido es perseguir y estudiar cuentas de izquierdas especialmente molestas. Es cierto que muchos usuarios, entre los que me encuentro, no estudiamos al dedillo las normas de esta red, pero hay otros que si lo hacen con el único fin de utilizarlas como armas de destrucción masiva contra cuentas a las que odian. Evidentemente no podemos decir que sea Twitter directamente quien aplica la censura pero sus reglas ponen armas en manos de fascistas con muy mala leche. A mí me cerraron la cuenta tras múltiples denuncias por copyright, acabaron denunciando dibujos que me hizo un amigo al que no nombro porque odia el protagonismo y carteles que había hecho yo. Twitter no comprueba la identidad del denunciante pero te penaliza de forma preventiva. Eso es una forma de censura por tanto esas normas deberían cambiarse, primero te declaran culpable y después te juzgan. Eso solo es bueno para los dictadorzuelos que pululan por redes.

El grupo que menciono tiene mi cuenta estudiada al dedillo, llevan un archivo de mis tuits desde que empecé en esto y cada vez que pueden sacan una captura para demostrar no sé qué. ¿Que escribí que algunos mal llamados periodistas eran unos hijos de puta? Si, lo único que cambiaría de eso es que ahora les llamaría hijos de puto, pero nada más. Lo son. En fin, que hay gente que se conoce mi cuenta mejor que yo (risas). Si eso no es una obsesión por mí ya me dirás que lo es.

¿Este intento de censura te ha dado miedo o más ganas de seguir denunciando lo que no te gusta? 

Soy cañera y fuerte, además tengo muchos años para que cuatro idiotas me puedan amedrentar. Desde muy joven estoy metida en política y movimientos sociales, en las primeras elecciones me escapaba de casa para ir a pegar carteles del PSOE (perdonadme pero todos tenemos un pasado). Vivía en Barcelona en la época gloriosa de las manifestaciones por la Libertad Amnistía y Estatut de Autonomía y con 16 añitos ya había recibido muchos palos de la poli, desde entonces no he parado. No me dedico solo a tuitear, soy activista y pisoteo la calle. Además como todo el mundo sabe soy militante de Podemos y participo en todo lo que creo que puede ayudar a mi partido. Ellos nos han devuelto a muchos la esperanza que creímos pérdida de que otra política es posible, y estoy encantada de participar en esta aventura. ¡De miedo ni mijita! A mí no me asustan cuatro mamarrachos.

“La sororidad es amor del más puro”

En cuanto a Twitter, si me cierran la cuenta abriré otra, y otra y otra, todas las que hagan falta, y la gente me seguirá, todo el que me conoce sabe que soy de fiar, que soy lo que transmito y que soy buena gente. Mis redes sociales no están ahí para mí, yo no busco nada personal con ellas, están para difundir ideales y para criticar al poder. Yo no persigo cuentas de usuarios normales (risas). Yo voy contra cargos públicos contra gente que cobra de mi dinero y tiene poder. Por supuesto si buscas mis 100.000 tuits vas a encontrar alguna contradicción, es normal, las tengo, como todo el mundo. Y las asumo, no pasa nada. Los ataques me hacen entender que lo que hago es bueno, así que seguiré. Me iré cuando lo decida yo, no cuando quieran las Brigadas del Amanecer tuitera o sus jefes.

Pero no has sido la única. Hay más cuentas que quieren tumbar. ¿Hablar y decir verdades molesta especialmente a los señoros? 

Los señoros, también llamados machirulos, se molestan especialmente con las verdades feministas, ya vengan de mujeres o de hombres. No podemos dejar de reconocer que algunos hombres son grandes aliados para nosotras, y a esos también les atacan. Es el caso de mi querido CervantesFaqs por ejemplo, fueron a por él porque su cuenta es como la mía, más correcta quizá, pero con los mismos objetivos y principios, feminismo radical (el único feminismo posible) lucha social y podemitas. Ahí es nada. Le damos leña a todo, somos todo terreno y así molestamos a más gente.

Otra víctima ha sido Alejandro Sánchez Moreno, amigo también. Me van a dejar sin círculo social ¡por dios! (risas de nuevo). Es terrible que el feminismo moleste tanto. Cada cierto tiempo los señoros se ven obligados a recordarnos cuál es nuestro lugar, a decirnos que nos han dejado llegar hasta aquí, que debemos estar muy agradecidas por tanta generosidad y que no intentemos dar un paso más o habrá una involución. Pero esta vez no, ya estamos hartas, ¡la sociedad patriarcal se va a terminar! Ahora vamos a por todas, mi hija mi nieta y todas las hijas y nietas del mundo se merecen un mundo que las respete. Mira que pedimos poco. Respeto.

¿A quién te gusta más sacarle el dedo y por qué? 

Tengo especial predilección por el líder transversal de todos los movimientos sociales del universo: Albert Rivera y que es catalán, no sé si se lo sabéis porque lo dice poco. Su coherencia, sus inamovibles principios políticos, su apoyo al feminismo y la clase trabajadora y su lucha incansable contra la corrupción en Andalucía o Madrid son un ejemplo de dignidad política, por no hablar de que es un hombre hecho a sí mismo que ha levantado un partido que era residual en Cataluña con el único apoyo de la banca y la gran patronal, cosa que es un auténtico meritazo, admitámoslo. Como diría mi querido Panceto, todo existe gracias a la presión de Ciudadanos.

Y del resto de partidos ¿Cuál es tu radiografía?

Empezando con el PP creo que hemos sido muy injustos con ellos, solo porque llevan años financiándose ilegalmente, tengan casi 1000 imputados, paguen sedes en negro con dinero destinado a la lucha contra ETA, destruyan pruebas policiales a martillazos y sus líderes se compren los post grados tampoco deberíamos decir tan alegremente que son un partido corrupto. ¿En qué partido no hay algunas manzanas podridas? Mira Podemos sin ir más lejos, la cantidad de denuncias que le han puesto los buenos de Manos Limpias. Bien es cierto que los juzgados las han desestimado todas pero eso es porque la judicatura de este país está controlada por Maduro. Yo lo sé porque lo ha dicho Eduardo Inda y ese hombre no miente nunca.

Los que si me han dado un disgusto gordo son los del PSOE, un partido tan formalito, tan del gusto de la prensa progresista, de la banca y la gran patronal y de repente te hacen un pacto con los bolivarianos y ponen en peligro la unidad de España y nuestra democracia, y para colmo meten a dos rojazas feminazis (Cristina Fallarás y Rosa María Artal) en el consejo de RTVE. ¡No sé dónde vamos a llegar!

¡Menos mal que aún nos queda Ciudadanos para poner un poco de sensatez en todo esto, son los únicos que han cumplido su palabra siempre! ¿Os acordáis cuando Albert Rivera dijo que por España estaba dispuesto a perder su credibilidad? Pues ya lo veis, lo hizo. La perdió y aún anda buscándola. Iba a hablar un poco de Rosa Díez pero eso mejor otro día…

¿Cuánta misoginia hay en la red y en la calle? 

Mucha, muchísima. Hay un resurgimiento del odio hacia la mujer brutal. Siempre fue un espejismo la sociedad igualitaria que nos han querido vender, pero el machismo hasta hace unos años se manifestaba de forma más sutil. Ahora ha vuelto con toda su crudeza, está en la calle, en los trabajos, en las relaciones en la política y en las redes sociales. Y lo que es peor, en un alto porcentaje de mujeres, muchas desde sus atalayas públicas nos hablan de feminismo sensato y nos dicen que ese es el bueno. “Soy feminista pero…” y ¡qué peligro tiene eso! A veces los ataques tienen su parte divertida, tipos más feos que un dolor que te llama fea, otro gordo como una morsa que te dice gorda, o uno que no sabe escribir que te llama ignorante. A veces las feminazis nos reímos mucho con estas cosas que ¡tó no va a ser sufrir! (risas)

¿Qué significa para ti la palabra sororidad?

¡Qué palabra tan maravillosa! Durante siglos la sociedad ha querido a las mujeres enfrentadas, nos hicieron creer que éramos enemigas, que teníamos que rivalizar para ser la más guapa, la más lista, la mejor madre o la mejor esposa. No nos inculcaron valores de amistad o colaboración mutua. Nos querían así, porque la fraternidad, la hermandad y el vínculo entre nosotras puede con todo. La sororidad es una forma especial de apoyo entre mujeres, es ser amiga y compañera de hermanas que ni siquiera conoces. Es un pacto que hemos firmado con palabras y sentimientos, si atacan a una nos atacan a todas y si hay que salir en manada para protegernos cuidarnos y darnos cariño, lo haremos. Ninguna sociedad patriarcal acabará con este afecto que ha ido creciendo y creando lazos entre nosotras, porque es algo hermoso, algo que te llena el corazón y que una vez que lo has sentido ya no quieres perderlo jamás, algo que nos aporta seguridad felicidad alegría y risas. La sororidad es amor del más puro.