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«La caza de ballenas es un espectáculo para las personas no familiarizadas con la matanza de mamíferos»

Bárður á Steig Nielsen, primer ministro de Islas Feroe: «La caza de ballenas es un espectáculo para las personas no familiarizadas con la matanza de mamíferos»

Juan Carlos Ruiz
Juan Carlos Ruiz
Periodista y Licenciado en Ciencias de la Información
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análisis

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La caza de delfines de flancos blancos del Atlántico (Lagenorhynchus acutus) y calderones (Globicephala melas), el pasado 12 de septiembre, ha reabierto el debate sobre la caza en las Islas Feroe hasta el punto de que ya son varias las iniciativas ciudadanas en redes sociales que piden la prohibición de los conocidos «grindadráp», como lo llaman los feroeses. Se trata de una brutal cacería en la que se acorrala a centenares de delfines en una bahía y luego se los masacra.

Cada año la cita reúne a pescadores y curiosos que asisten a este triste espectáculo. Pero en esta ocasión la orgía de sangre ha ido más allá. 1.400 ejemplares de delfines de flancos blancos fueron apaleados hasta la muerte en una playa. Muchos murieron de asfixia en la orilla. Unos días después mataron, además, a 53 calderones o ballenas piloto.

La matanza de cetáceos en las Islas Feroe se remonta a la época de los vikingos. Ahora, la mitad de la población desea el fin de la caza de delfines y, a raíz del enorme escándalo, el primer ministro se ha comprometió a revisar la normativa, «pero existe un riesgo real de que la evaluación se falsee y todo quede en papel mojado», temen los colectivos proteccionistas.

Según el primer ministro Bárður á Steig Nielsen «la situación el 12 de septiembre fue extraordinaria, principalmente porque la manada era varias veces más grande de lo que suele ser. La manada superó en más de tres veces a la segunda manada más grande de la historia, lo que resultó en graves dificultades una vez que los animales llegaron a la bahía. La caza de ballenas piloto es una parte antigua e integral de la cultura alimentaria de las Islas Feroe. Pero los calderones y los delfines son diferentes, tienen roles muy diferentes en nuestra sociedad. La caza del delfín de flancos blancos del Atlántico no ha sido parte de la tradición de las Islas Feroe en el mismo grado y no tiene la misma legitimidad cultural», ha explicado el mandatario.

“Nos tomamos este asunto muy en serio. Aunque estas cacerías se consideran sostenibles, analizaremos de cerca las cacerías de delfines y el papel que deberían desempeñar en la sociedad de las Islas Feroe. El gobierno ha decidido comenzar una evaluación de las regulaciones sobre la captura de delfines del Atlántico», dice el primer ministro.

Dos meses después del acontecimiento, aún no hay respuesta en firme con medidas reales por parte del Gobierno de las Islas Feroe. Es más, insisten en el «fuerte compromiso con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 de las Naciones Unidas: conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible». En este sentido el Gobierno de las Islas Feroe reclama «el derecho y la responsabilidad del pueblo de las Islas Feroe de utilizar los recursos del mar de forma sostenible».

Se escuda en que «los medios tradicionales de producción de alimentos a partir de recursos locales son un complemento importante para los medios de vida de los isleños. Estos incluyen ovejas de pastoreo de montaña, pesca costera para uso doméstico y capturas ocasionales de ballenas piloto y otros pequeños cetáceos» y mantiene que «estos recursos alimentarios han permitido a las Islas Feroe mantener un grado relativamente alto de autosuficiencia en la producción de alimentos. En las Islas Feroe se considera económica y ambientalmente responsable aprovechar al máximo los recursos naturales locales y mantener los conocimientos necesarios para hacer uso de lo que la naturaleza proporciona en un entorno oceánico hostil».

Defienden que los calderones y otras ballenas pequeñas representan una de las pocas fuentes locales de carne que no tiene que ser importada desde lejos. La carne de cada recolección de ballenas proporciona alimentos, que se distribuyen de forma gratuita en las comunidades locales donde se llevan a cabo las campañas de caza de ballenas, «alimentos que de otro modo tendrían que importarse de fuentes de otros países».

Muchas especies de ballenas y delfines se encuentran en las aguas alrededor de las Islas Feroe, la mayoría de las cuales están protegidas por la ley. Los calderones comunes se capturan por su carne y grasa en campañas de ballenas que se organizan a nivel comunitario y están «reguladas por la legislación y los reglamentos nacionales», por contradictorio que parezca.

Las campañas de ballenas solo se inician cuando las ballenas «son avistadas por casualidad cerca de la tierra». 

El primer ministro Bárður á Steig Nielsen explica con orgullo que las cacerías de ballenas de las Islas Feroe «son un espectáculo para las personas que no están familiarizadas con la matanza de mamíferos». Se contradice al afirmar que las cacerías están bien organizadas y totalmente reguladas. «La legislación de las Islas Feroe sobre el bienestar de los animales, que también se aplica a la caza de ballenas, estipula que los animales deben ser sacrificados lo más rápido y con el menor sufrimiento posible», todo lo contrario a lo ocurrido en la última campaña.

Sin pudor alguno, el primer ministro pasa a describir el procedimiento por el que se da muerte a estas especies. «La lanza se utiliza para cortar la médula espinal de la ballena, que también corta el principal suministro de sangre al cerebro, asegurando tanto la pérdida del conocimiento como la muerte del animal en segundos. Se ha demostrado que la lanza espinal reduce el tiempo de matanza a 1-2 segundos, al tiempo que mejora la precisión y la seguridad. Normalmente, una manada entera de ballenas muere en menos de quince minutos». Pero elude en su profuso relato cómo son masacrados a palos los delfines de flancos blancos.

Los habitantes de las Islas Feroe capturan anualmente un promedio de aproximadamente 250 delfines de flancos blancos. Pero al igual que con las ballenas piloto, el número fluctúa de un año a otro. 

Como descargo, el Gobierno de las Islas Feroe subraya «la importancia que siempre ha concedido al diálogo, la libertad de expresión y el derecho democrático de todos los ciudadanos, tanto en las Islas Feroe como en todos los demás países, a expresar sus opiniones abiertamente. El Gobierno de las Islas Feroe promueve la apertura y el debate informado sobre las ballenas y la caza de ballenas», pero vuelve a olvidar a los delfines.

Y como conclusión explican que, en las últimas décadas, se han tomado medidas específicas para mejorar los métodos de caza y el bienestar animal en las campañas de ballenas. Las innovaciones y mejoras del equipo utilizado en la caza de ballenas de las Islas Feroe, como el gancho espiráculo y la lanza espinal, se han desarrollado por iniciativa de participantes experimentados en la campaña de ballenas.

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