¿Qué lleva a nueve vigilantes de seguridad de una estación de ferrocarril a sacar sus porras y a ensañarse gratuita y brutalmente, como auténticos energúmenos, con un inmigrante indefenso? ¿Qué está sucediendo en un país pacífico para que empecemos a ver cosas que hasta ahora solo sucedían en lugares como Estados Unidos, donde la policía supremacista suele emplearse a fondo con las minorías étnicas? El último episodio terrible ha sido el apaleamiento inhumano que un grupo de vigilantes de seguridad ha llevado a cabo contra un pasajero en la Estación de Renfe de Plaza de Cataluña de Barcelona y que ha sido denunciado por la organización Es Racismo mediante la difusión de un vídeo en las redes sociales. Lamentablemente, sucesos de ese tipo empiezan a repetirse con demasiada frecuencia en España.

En la imagen captada por un testigo que pasaba por la estación puede verse cómo los empleados de Renfe acorralan contra la pared y golpean con las porras al joven en una actuación claramente “desproporcionada”. La compañía ferroviaria ha tomado cartas en el asunto y ha explicado en Twitter que el expediente “podrá derivar en sancionador a los agentes que no hayan actuado de acuerdo a la normativa”.

Los testigos que se encontraban en la estación quedaron helados cuando presenciaron la escena de una brutalidad inadmisible. Uno de ellos llegó a grabarlo todo con su teléfono móvil. “Uno de seguridad le da una torta el chico, que se queda flipando y se escapó. Al salir corriendo todos fueron a por él, lo tiraron al suelo y empezaron a pegarle como se ve en el vídeo. No vimos nada raro, ni robo, solo que se coló…”. En el vídeo de apenas un par de minutos de duración se ve cómo el agredido trata de huir hasta que es atrapado por varios vigilantes, que lo inmovilizan contra la pared y empiezan a darle golpes indiscriminadamente mientras la persona que graba las imágenes responde a los gritos de la víctima con un “pobre chico”.

Que un pasajero trate de colarse en una estación no puede ser motivo para propinarle una paliza que ponga en riesgo su integridad personal. Sin embargo, el discurso del odio y la xenofobia que se promueve desde algunos partidos como Vox está generando un caldo de cultivo en la sociedad y la sensación de que todo vale en cuestiones de seguridad. Cuando se dice que se puede matar a una persona con un arma de fuego y que eso puede ser premiado con una medalla al valor se está fomentando la violencia. Cuando se habla despectivamente de los inmigrantes y cuando se anuncia una invasión islámica en España que solo está en el delirio de los dirigentes de Vox se está abonando la tierra para que sucedan cosas de este tipo. El odio genera odio y la espiral, una vez que comienza, ya no puede parar.

La actuación brutal de los vigilantes de Renfe Barcelona pone de manifiesto que empieza a calar la idea de que la mano dura es necesaria en la calle. Llevar armas de fuego, ensañarse con los extranjeros, justificar la violencia en suma, no estaba en nuestra agenda política hasta que irrumpieron con sus caballos los líderes de la extrema derecha. España no es un país inseguro, de hecho figura en los informes de los organismos internacionales como uno de los más seguros del mundo. La sociedad española siempre ha sido pacífica y solidaria. De ahí que los discursos xenófobos y ultraviolentos que vienen a propagar algunos se estén convirtiendo en una grave amenaza para nuestra democracia y nuestro sistema de convivencia. Hay que parar como sea esta oleada de locura que algunos pretenden elevar a la categoría de programa electoral.

La Fiscalía, que en tantas ocasiones se ha apresurado a abrir diligencias contra artistas y raperos por difundir discursos de odio, debería tomar cartas en el asunto de forma inmediata y empezar a abrir diligencias contra todos aquellos políticos de nueva hornada a los que, en el fragor de la campaña electoral, se les vaya la cabeza y recurran al recurso fácil de remover los instintos más bajos de los seres humanos

2 COMENTARIOS

  1. Yo me tengo que gastar más de 50 euros al mes en billetes de metro, y estoy parado, al final vais a conseguir todo lo contrario de lo que defendéis, mira que me repele VOX pero se os va a ir de las manos tanta propaganda

  2. si alguien comete un delito que lo pague. Si encima se da a la fuga desobedeciendo las advertencias de los vigilantes de seguridad por las buenas, estos tendrán que ir por las malas es muy sencillo y no creo que haya que pensar mucho el porque llegan a esos extremos.
    Si no hacemos mas que perdonar los delitos de esta gente por «pobrecitos vienen de otro país» o porque son de otra raza dándoles carta blanca para que los cometan saliendo impune de los mismos llegaremos a ser el país de los imbéciles que se dedica a acoger a todo inmigrante dándole casa, comida, manutención y seguridad social todo ello por la cara, mientras millones de españoles que son quienes llevan toda la vida pagando para disfrutar de esos derechos se les niegan por haberse quedado en paro o por pasar una mala racha. Así que señores si quieren seguir así anunciemos por todo el mundo lo siguiente: VENID A ESPAÑA QUE HAY BARRA LIBREEEEE ¡¡¡¡¡ PAGAN LOS TONTOS ESPAÑOLITOOOOS ¡¡¡¡

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