Mientras en España se estarán celebrando los actos de conmemoración de la Constitución de 1978, la Justicia británica, en concreto, el Tribunal Superior de Inglaterra iniciará los procedimientos judiciales respecto a la demanda interpuesta por Corinna Larsen contra Juan Carlos I en la que la empresaria denunciaba el presunto acoso al que fue sometida por parte del rey emérito.
En concreto, la vista está programada a las 10.30, hora de Londres, y estará presidida por el magistrado Matthew Nicklin en la corte 13ª de la Queen’s Bench Division, es decir, el órgano judicial encargado de los casos de más alta relevancia.
En su demanda, Corinna Larsen acusa a Juan Carlos I de haberla sometido a «acoso» desde el año 2012 hasta el presente, personalmente o bien a través de «agentes» a su servicio. Esas acciones, según la empresaria, «amenazaron» su seguridad y la de sus hijos.
Corinna Larsen, en su denuncia, aborda un pago de 65 millones de euros (76 millones de dólares) que el rey emérito presuntamente le hizo, parte supuestamente de un dinero que el difunto rey de Arabia Saudí había enviado a una cuenta bancaria en Suiza vinculada con una fundación con ventajas fiscales con sede en Panamá, y cuyo beneficiario era Juan Carlos I.
Es igual de hija de puta que Juancar, vaia dóus pés para un banco, pero ella le supera en inteligencia, y con respecto a ésto último las siguientes consideraciones; Reino unido se ha separado del convenio con Europa, lo que por requisitos o requerimientos con la justicia europea está bien a salvo. Cuenta con la defensa de los servicios de inteligencia británicos pués es parte de la obligación del reino insular al aceptar el litigio, y además no pueden reclamarla los juzgados españoles porque le hace del siete un roto al país. Por lo tanto este putón es muy superior al Borbón en listeza, cosa que no nos extraña de esta dinastía de deficientes mentales, pero no es la única prostituta de este señor que se lleva la pasta, que en este caso es la de él. Son las otras putas con cargo a los fondos del estado las que me tocan los cojones, y que además convierten al pollo de franco en cliente de rameras y está tipificado como delito que ningún juez parece que ve, a pesar de que debe de ser único caso en el mundo con testigos y facturas. Yo me cago en la puta madre de todos los jueces y Borbones, y a ver si después quieren enjuiciarme por denunciar lo evidente de todo este festival de corrupción a todos los niveles de poder.