La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales reclama un cambio de modelo en las residencias de mayores tras el fracaso de estas instituciones, tal y como están concebidas, ante la pandemia.
Así, esta entidad recuerda que «las residencias para mayores han sido lugares donde el COVID 19 ha hecho estragos». A juicio de estos expertos, la edad de quienes las habitan (en su mayoría más de 80 años), la fragilidad de su salud y la convivencia en un mismo entorno, con ausencia de dormitorios individuales, hacen que hayan constituido uno de los escenarios más expuestos a la enfermedad y a su contagio, y que sus consecuencias hayan sido más letales.
Este situación obliga, a juicio de esta entidad que preside José Manuel Ramírez Navarro, «nos impele a reabrir antiguos debates como el de las ratios de plantillas con las que cuentan los centros residenciales de mayores, especialmente pensando en la necesidad de incrementar la ratio de gerocultores/as y reformular sus funciones y su remuneración».
Es, además, para esta entidad, «necesario un debate en profundidad sobre el modelo residencial, para superar el modelo asistencialista y sobreprotector que todavía impregna estos centros». La propuesta de estos profesionales es avanzar hacia modelos que ofrezcan entornos íntimos, evitando la masificación y facilitando la convivencia y el desarrollo del proyecto vital de cada persona desde la perspectiva de que estos centros son lugares para vivir y convivir-sustituyen a los hogares familiares- y no centros sanitarios.