A pesar de que no hay problema alguno de abastecimiento y de las llamadas a la calma desde las instituciones, a las que anoche se unió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo cierto es que las medidas tomadas por las instituciones para evitar que se propague aún más el coronavirus han generado una alarma social que ha tenido, entre otras consecuencias, que se haya arrasadado con supermercados y grandes superficies, especialmente en lugares como Madrid o Vitoria, donde el foco de afectados es mayor.
Colas de clientes esperando por la mañana a la apertura de los supermercados, aglomeraciones en los pasillos, estanterías vacías y nuevas colas ante las cajas para llevarse a casa carros atestados de paquetes de papel higiénico, harina, pasta, centenares de productos no perecederos y todos los frescos que se podían cargar.
Varias estudiantes quedaron ayer asustadas en Madrid cuando acudieron al supermercado de su barrio. Según comentaros a diario16.com, “si no tengo comida en casa ni hay en el super, a ver cómo superamos esta emergencia sanitaria”, trasmitía con preocupación.
Productos básicos como la leche empiezan a escasear en los estantes debido a la alta afluencia de compradores ya desde la apertura de los supermercados. Sin embargo, desde las centrales de abastos aclaran que no hay problema de reponer y piden calma y tranquilidad.
También la compra online al supermercado está aumentando de forma considerable. Por ejemplo, el servicio online de compra a domicilio de Mercadona está desde este martes completo hasta mediados de la semana que viene.
Fenómeno mundial
Pero esta situación no sólo ocurre en España. De hecho, comenzó mucho antes en otros países. Desde Australia a Estados Unidos, pasando por Singapur, Vietnam, Japón, Alemania, Países Bajos, Reino Unido.
La alarma social que está generando la epidemia del COVID-19 a nivel mundial ha hecho que los ciudadanos comiencen a acumular productos básicos en sus hogares ante el temor de que las autoridades dicten medidas severas como el aislamiento domiciliario para tratar de controlar los contagios. El caos y el desabastecimiento en los supermercados, tanto de alimentos como de otro tipo de productos, ha llevado a algunas cadenas de supermercados a poner límites de compra e, incluso, custodiar con guardias de seguridad productos como el papel higiénico.
El pánico por acumular papel higiénico empezó a principios de esta semana en Australia. Preocupados por una posible cuarentena ante el aumento de casos en el país, los ciudadanos han arrasado los lineales y han protagonizado violentas peleas en los pasillos de los supermercados, como ha podido verse a través de las publicaciones compartidas en redes sociales.
