No sé dejó ganar, Carlos Alcaraz, contra Fábián Marozsán en Roma. A priori era un encuentro más o menos fácil para el Muro del Palmar, pero Fábián Marozsán tenía a su favor EL HAMBRE, la oportunidad de dar un salto de gigante; y la aprovechó.
Los comentaristas decían cosas como «es de locos» y «no me lo puedo creer». Y la verdad es que nadie se lo podía creer, porque Fábián Marozsán, se comió a Carlos Alcaraz en el primer set. Y en el segundo Charly no supo, no fue capaz, de estar a la altura de un rival que antes del partido jamás había pasado de ser el número 135 en el ranking ATP.
Pero lo inteligente para los seguidores de Alcaraz es pensar es LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS: la derrota le permitirá ir más fresco que todos sus rivales a Roland Garros. Y ese es el objetivo, por supuesto. Ganar por primera vez el trofeo que su ídolo y compatriota, el gran Rafael Nadal, ha ganado más veces que nadie en la historia: 14.
Así pues la afición, y también el equipo de Carlos Alcaraz, va a coger el cuchillo por el mango y no por donde corta, y se va a mentalizar de que esta derrota es un regalo para Carlitos.
Ojalá.
Tigre Tigre
