Foto: Twitter @Doctor_Futbol

Un rebrote de los contagios por Covid19 sería verdaderamente mortal para la ciudadanía y los análisis cortoplacistas, resultadistas o basados en las cuentas de resultados serían los culpables de miles de muertes puesto que los nuevos enfermos se encontrarían con un sistema sanitario debilitado que se vería obligado a priorizar entre las personas con coronavirus y otras especialidades, lo que, en consecuencia, dejaría indefensos a miles de personas afectadas por otras patologías.

Este riesgo sería mucho más grande en la infancia. UNICEF alertaba en un informe de que en el mundo podrían morir más de 6.000 menores diarios a causa del impacto del Covid19 en los servicios de salud. No hablamos sólo de países del tercer mundo o en desarrollo, sino que este hecho ya se está produciendo en países desarrollados como Reino Unido. En declaraciones a The Guardian, el director de UNICEF UK, Sacha Deshmukh afirmó que «Esta pandemia está teniendo consecuencias de largo plazo para todos nosotros, pero sin duda es la crisis global más grande y urgente que los niños han enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial. Incluso en el Reino Unido, los niños enfrentan la amenaza de un brote de sarampión y el cierre de las escuelas está poniendo a los niños vulnerables en mayor riesgo».

La Organización Mundial de la Salud, por su parte, ha advertido muy seriamente de que si se aceleran los pasos hacia una nueva normalidad, si se precipitan los plazos, lo que se va lograr es que el Covid19 se convierta en un virus endémico.

Un sistema sanitario ya debilitado de por sí por los recortes en sanidad y por las políticas privatizadoras del Partido Popular no podría hacer frente a un rebrote de la pandemia provocado por una aceleración innecesaria del proceso de desescalada. En España el Covid19 aún no está controlado puesto que siguen muriendo y contagiándose centenares de personas cada día.

A pesar de un dato objetivo como este, las diferentes patronales continúan presionando a los partidos de la derecha y de la ultraderecha para que provoquen una aceleración de la desescalada, para retornar a la normalidad previa al mes de febrero. El problema no está sólo en que estos empresarios intenten terminar con las medidas preventivas, sino en que esos portavoces políticos de las élites estén utilizando las pérdidas económicas como argumento para precipitar la reapertura de negocios en las condiciones anteriores a la declaración del estado de alarma.

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, por ejemplo, afirmó que el hecho de que la región no pasara a la fase 1 de la desescalada estaba teniendo unas consecuencias económicas muy graves. En ningún momento se refirió a la salud de los madrileños y madrileñas ni, por supuesto, hizo referencia a los peligros que supondría un nuevo rebrote para los sanitarios, a quienes la ciudadanía homenajea a diario pero que se verán obligados a hacer frente con las plantillas mermadas por los más de 50.000 profesionales de la sanidad contagiados, por la falta de medios humanos y materiales, tanto de protección como de capacidad en los hospitales. Una doctora ya indicó en un vídeo que se hizo viral que, si había un rebrote, ella se cogía la baja porque los sanitarios ya no pueden más.

Otro aspecto a tener en cuenta respecto a la posibilidad de un rebrote es la irresponsabilidad de la ciudadanía al producirse aglomeraciones durante las horas en las que está permitida la salida para hacer deporte, pasear o para hacer uso de los servicios de hostelería en las terrazas.

Hay sectores muy afectados por esta crisis sanitaria. Sin embargo, algunas asociaciones empresariales de, precisamente, los que pueden tener más pérdidas por la situación actual han demostrado la responsabilidad que no tienen ni las patronales ni los políticos encargados de defender sus intereses. Por ejemplo, la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (ANETA) advirtió al Gobierno a finales del mes de abril de los riesgos que conlleva acometer la reapertura del sector de forma apresurada. En un comunicado expusieron su recomendación de «no precipitar el inicio de las actividades de las empresas del sector hasta implementar las medidas de seguridad sanitarias». Esta postura sólo puede ser definida como responsabilidad social y la anteposición del bien común a los intereses particulares.

Sin embargo, desde el Partido Popular, Ciudadanos, PNV y Vox se está intentado precipitar la vuelta a la «nueva normalidad». El líder del PP ha llegado a afirmar, incluso, que «ante un rebrote no podemos volver a parar la economía, España debe convivir con el virus». Esta es la misma postura que Donald Trump y ya se están viendo las consecuencias que está teniendo para los estadounidenses: el país que más muertos y contagiados tiene y que es incapaz de frenar la pandemia por, precisamente, anteponer los intereses económicos a la preservación de la salud.

Por tanto, las presiones de las patronales se alinean con lo afirmado por Pablo Casado y, por tanto, llevarán a España a un escenario similar al de los Estados Unidos donde convivir con el virus sin ningún tipo de prevención significará la muerte para decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas. Sin embargo, lo importante es la economía, el dinero y las cuentas de resultados.

1 COMENTARIO

  1. pero es que a los empresarios patriotas del dinero y del robo y a los facista que gobiernan por desgracia en madridles importa un bledo los obreros y obreras de madrid y las ceceroladas de ricos y algunos pagados para protestar que panda de imbeciles

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