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La abuela coraje que lucha por recuperar a su nieta

El año y cinco meses de vida de Noa, ha estado lleno de idas y venidas, despedidas, nuevos miembros “familiares” a los que reconocer, ingresos en el hospital causado por un problema de nacimiento y una abuela coraje en la sombra que hace todo lo posible por recuperar la luz que le daba su nieta

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El año y cinco meses de vida de Noa, ha estado lleno de idas y venidas, despedidas, nuevos miembros “familiares” a los que reconocer, ingresos en el hospital causado por un problema de nacimiento y una abuela coraje en la sombra que hace todo lo posible por recuperar la luz que le daba su nieta. Y es que, desde que con dos meses y medio de vida los médicos detectaron que la niña no crecía, la custodia está en manos de una familia de acogida bajo la tutela de la Generalitat valenciana y con cuidados especiales.

La Generalitat valenciana asumió la tutela de la recién nacida, cuando la madre de esta, que sufre problemas alimenticios y de alcoholismo, protagonizó una pelea con la abuela materna, María Vicenta, en el hospital La Fe de Valencia. Allí, la niña estaba ingresada tras serle detectada una enfermedad grave, de carácter hepático, que finalmente ha requerido una intervención quirúrgica.

En un principio la madre de Noa, llevó a su hija a una revisión periódica al cumplir los dos meses y poco de edad. En ese momento, los enfermeros dieron cuenta de que la niña no estaba creciendo correctamente. El enfrentamiento entre las dos mujeres, y tras valorar el perfil de la madre, el personal sanitario activó el protocolo. De este modo, en cuanto Noa recibió el alta médica fue entregada a una familia de acogida, inicialmente por un periodo de nueve meses.

Sin embargo, tal y como se pudo saber más tarde, el estado de la menor nada tenía que ver con su madre. Noa no mejoró con la nueva familia de acogida. Durante casi un año y hasta que se le realiza un trasplante de hígado, el bebé continúa con unos problemas fortísimos, igual que cuando estaba al cuidado de su madre y su abuela.

La decisión de la Generalitat de Valencia se efectuó en abril de 2017 y, lo que inicialmente iban a ser nueve meses ya se ha convertido en un año y tres meses. Por ello, María Vicenta, la abuela materna no piensa descansar hasta poder recuperar a su nieta porque “esto ya se pasa, la niña tiene año y medio, y la cogieron cuándo tenía tres meses, es desesperante” ha comunicado a Diario16.

A su juicio, es incomprensible que aún no le hayan devuelto a su nieta. Entiende que en un principio, se tomaran medidas de “prevención” pero una vez “aclarado el asunto” ella debería de poder cuidar de Noa. Consciente de que la madre de Noa, difícilmente conseguirá la custodia, la abuela de 61 años asume volver a ser madre a la vez que abuela coraje.

Actualmente, María Vicenta, está desesperada por conseguir la custodia de Noa. Ella vive en Oliva, en un entorno más que favorable para conseguir recuperar a su nieta. Sin embargo, asegura que incluso haber dicho a las asistentas que “si el problema es mi hija, yo me voy de Oliva a Finestrat con mi pareja y a mi hija que la metan en un centro para recuperarse mientras me quedo cuidando de mi nieta”. Una solución que le han comunicado que no se puede hacer “pueden coger a la niña pero a la madre no” comenta Mavi.

Eso es lo que pide ahora, después de más de un año de lucha. Cuándo con cuatro meses, María Vicenta vio como la Generalitat adquiría la tutela de este bebé, no imaginó que el tiempo no solo no le daría la razón, sino que complicaría aún más su situación. Después de este suceso, Noa tuvo que ser intervenida y aquí comenzó otra pesadilla para Mavi.

El 12 de abril, comienza la operación de trasplante de hígado de Noa y, aunque le aseguraron que podría visitar a su nieta y conocer su estado no fue así como sucedieron las cosas. Al ver que la normalidad que les habían comunicado no era real, un mes después de la intervención quirúrgica, esta abuela de Oliva llegó a reunirse con el alcalde. Él le informó que estaría al corriente del estado de salud de su nieta. “La niña estaba mala, le hicieron el trasplante y cuándo le dieron el alta estuvimos tres meses sin poder verla” comenta Mª Vicenta.

A una abuela que no puede disfrutar de su nieta, le están quitando su derecho a ser abuela. Por ello, para María Vicente una visita al mes, lo que tiene permitido, es insuficiente. “Media hora al mes, ¿qué te parece?, además en el mes de agosto ya no hay visitas por que no trabajan así que esto es desesperante” comenta a este medio.

El uno de enero de este año, desestimaron el acogimiento de la menor con su abuela María Vicenta y se lo notificaron un mes más tarde. Ante este hecho, Mavi ha interpuesto una oposición administrativa considerando que la mencionada resolución “carece de la más mínima prueba o razonamiento lógico de las apreciaciones totalmente subjetivas que la misma contiene” recoge el texto.

“Las resoluciones administrativas en base a un principio básico de justicia deben ser motivadas en hechos probados y contrastables, que permitan a la parte formular oposición en base a dichas pruebas y no a meras apreciaciones subjetivas” continúa.

Asimismo, indicen en que la resolución administrativa no se basa en ningún fundamento para “apreciar que Doña Vicenta, abuela de la menor, madre de dos hijos y que goza de capacidad plena física y judicial, carece de expectativas ajustadas a la realidad de la menor”. Por ello, María Vicenta, que tiene sus esperanzas puestas en sus abogados, ahora solo le queda esperar a que la justicia le devuelva su derecho a ser abuela.

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