Todos los medios recurren reiteradamente a sus reflexiones como si de un gurú de la infancia se tratara. Su opinión ha sido, hasta este mismo lunes 25 de septiembre, incuestionable, nadie le tose ni le mueve una coma a sus afirmaciones. La experiencia es un grado, pero también pervierte sin previo aviso la percepción de la realidad. Es lo que parece estar sucediendo en el caso del mediático juez de menores de Granada Emilio Calatayud. No es el único ejemplo de juez estrella y referente en asuntos de familia e infancia que cae en desgracia después de unas actuaciones que pasan de lo revolucionario a lo reaccionario sin tránsito ni evolución.

En Sevilla, el ex juez de familia Francisco Serrano se catapultó con rapidez –tanto por su querencia con los medios de comunicación (como también le sucede al juez Calatayud), como por sus decisiones cuanto menos sorprendentes sobre menores de familias con problemas– de juez de familia de referencia a magistrado con tics machistas y reaccionarios de dudosa aprobación.

Actualmente, después de una aventura política en las filas del partido de extrema derecha VOX, Serrano ejerce como abogado en un bufete sevillano especializado en asesorar a padres varones separados en su lucha por la custodia de los hijos, después de criticar en todos sus extremos la Ley de Violencia de Género en vigor en España desde 2004.

El pasado mes de marzo, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) rechazó el reingreso en la carrera judicial del ex juez Serrano, que fue condenado en 2011 a dos años de inhabilitación por prevaricación culposa al modificar el turno de custodia de un menor con el objetivo de que pudiera salir en una cofradía de la Semana Santa de Sevilla. La sentencia fue declarada firme por el Tribunal Constitucional en octubre de 2016.

La Comisión Permanente del CGPJ rechazó la solicitud de rehabilitación a la carrera judicial ya que la pena que le fue impuesta conlleva la “privación definitiva” del cargo de magistrado. Para poder ingresar en la carrera judicial, algo que Serrano insiste en reclamar vía redes sociales, donde se define como juez represaliado por defender derechos y libertades”, deberá hacerlo “como cualquier otro ciudadano”, es decir, “mediante la superación de cualquiera de los modos de ingreso”, le recuerda el máximo órgano del Poder Judicial.

“Olvidé decir, pero lo digo ahora, que también hay niños que hacen exactamente lo mismo”, intenta arreglarlo Calatayud

El caso del juez Calatayud parece tomar una deriva en cierto modo similar. Cuando este lunes dijo en directo en TVE “perdón por la expresión, tomarlo bien, ¿eh?, pero las niñas actualmente se hacen fotos como putas”, el juez de menores de Granada estaba intentando según él llamar la atención sobre el problema de la presión a la que están sometidas muchas jóvenes vía redes sociales que las llevan incluso a quitarse la vida, como a una conocida influencer y modelo de Instagram.

Lejos de limar asperezas y suavizar el tono, en una entrada escrita en su blog personal poco después de sus machistas declaraciones realizadas en televisión, el juez granadino insiste en su apreciación del asunto y lo justifica en la intención de buscar una “reacción” en los padres para que protejan a sus hijos ante lo que considera un problema real que está ahí y nadie quiere o parece ver. “Busco provocar una reacción en los padres para que protejan a los menores de sí mismos. Después de las fotos, pueden venir los acosos, los abusos y las violaciones. Y de hecho pasa con más frecuencia de la que nos imaginamos”, explica de forma alarmista Calatayud.

Y para que conste que no es machista añade: “Hablando de los peligros que pueden encerrar las redes sociales para los menores, que hay niñas que se fotografían como putas y luego suben esas fotos a las redes sociales. Olvidé decir, pero lo digo ahora, que también hay niños que hacen exactamente lo mismo”. Otra vuelta de tuerca a un problema lacerante como es el de la prostitución, que el juez de menores mezcla sin tapujos con el de los problemas de la infancia sin interponer una línea roja con la que evite ser tachado de reaccionario y machista, como así lo han puesto de manifiesto las incontables reacciones recogidas en las redes sociales.

Lejos de asumir las críticas y excusarse por sus opiniones, el juez granadino cree “extraño” que “escandalice más la forma de dar el mensaje que el contenido del mensaje”, que Calatayud considera “es lo verdaderamente preocupante”.

3 COMENTARIOS

  1. Esta vez, discrepo del artículo. Este juez, se ha distinguido siempre por sus sentencias, ha demostrado su preocupación por los menores y ha hecho más por ellos que todos. Ahora bien, por decir las cosas claras, hay que tratarlo de machista para arriba ¡Por favor!!!! No hay que ser tan hipocritas…

  2. El juez, manifestando lo mismo ante una sociedad cada vez más cínica, al parecer lo que debería haber expresado es que muchos adolescentes se ven extorsionados con las imágenes subidas abrigados con menos ropa de la que debieran.
    Jopé yo le he entendido perfectamente y no veo maldad ni malos sentimientos hacia nadie en su frase. Es cierto que muchas personas que practican la sodomía se pasean con muy poca ropa por algunos sitios y es ciertos que algunos adolescentes suben fotos tan poco abrigados y estas fotos, que es de lo que hablaba el Sr. Catayud, se pueden volver en su contra y ser extorsionadas por ellas en un futuro.
    Es lo único que dijo el magistrado: !Cuidado jóvenes y padres con la fotos que se suben! Ya está, quien quiera entenderle otra cosa pues claro que lo hará, pero eso es lo que dijo.

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