Un joven de tan sólo 22 años y de nacionalidad británica, hijos de libios exiliados a Gran Bretaña, fue el responsable del terrible atentado suicida en Manchester Arena. Un acción terrorista, aunque no se descarta a estas alturas que haya actuado en solitario, que ha provocado, además de la suya, un total de 22 muertos y 59 heridos.
Salman Abedi, según los medios británicos ,estaba en el radar de la policía. Los vecinos del joven aseguran que en las últimas semanas mostraba una actitud extraña y entonaba a todas horas rezos islamistas.
Los padres de Abedi, libios, llegaron a Gran Bretaña huyendo del régimen de Muamar Al Gadafi, según confirmaron a EFE fuentes de Seguridad de Tripoli. Salman era el segundo hijo de Samia Tabal y Ramadan al Abedi. La familia vivió un tiempo en Londres antes de trasladarse al sur de Manchester, donde llevaban más de diez años, según las mismas fuentes.
El padre trabajaba en el sector de la seguridad y era una persona conocida en la mezquita local, muy crítico con el yihadismo, según testimonios recogidos en la prensa británica. Personas que conocían al asesino, citadas por la prensa, lo definían como un joven devoto y reservado, al contrario que su hermano, que era más extrovertido.
La Reina de Inglaterra y su esposo han rendido por las víctimas un minuto de silencio pero, sin embargo, no han suspendido la fiesta de inicio de verano que tenían prevista y que organizan cada año para lo mejor de la sociedad británica.
Por otra parte,La mujer de Pep Guardiola, Cristina Serra, y las dos hijas de la pareja acudieron al concierto de Ariana Grande en Manchester la pasada noche y fueron testigos del atentado que ha dejado al menos 22 muertos y 59 heridos. Las familiares del entrenador del Manchester City salieron ilesas del ataque, pero vivieron momentos de auténtico terror en el Manchester Arena después del espectáculo, según ha publicado Mundo Deportivo.
En principio parece que a pesar de que varios españoles se encontraban en el lugar del atentado, no hay víctimas mortales de nuestro país.
