El ministro de Economía, Luis de Guindos, dice que la Comisión Europea sólo “pide a España que esté vigilante”. Lo cierto es que Bruselas quiere algo más: 2.300 millones es la cantidad que se supone va a necesitar nuestro país para cuadrar las cuentas de este año. Una cantidad adicional que hay que sacar de algún lado. Los expertos dicen que no hay margen para recortes. La única solución es la vía de los ingresos. En el exterior se insiste en que el tipo medio de IVA es de los más bajos de Europa. Puede que se toque ahí. Pero ha surgido una nueva idea. La Fundación Alternativas, próxima al PSOE, habla de crear un tramo estatal para el IBI, el Impuesto de Bienes Inmuebles, de gestión exclusiva de los ayuntamientos. La solución deberá conocerse próximamente. Cuando se presente el proyecto de presupuestos para 2017.

El Gobierno se ha comprometido a negociar con las comunidades la financiación autonómica en el plazo de un mes. Los socialistas quieren que se hable del IBI. Un impuesto directo que grava la propiedad de cualquier bien inmueble, ya sea urbano, rústico o con características especiales. Lo paga toda persona que tenga un bien de estas características.

Es uno de los impuestos cedidos a las entidades locales. Su aplicación es obligatoria. La ley de Haciendas Locales contempla unos tipos de gravámenes mínimos y máximos para cada inmueble en función de su clasificación y del municipio en el que esté situado. Se trataría de establecer un tramo estatal que incluiría una mayor progresividad. En el PSOE dicen que es un impuesto que grava la riqueza y, por tanto, debe desempeñar un papel más importante en el sistema tributario. Encima, es prácticamente imposible defraudar dadas sus características. Otra cosa es cómo se recibirá la propuesta.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, avisó, este miércoles en el Senado, de la posibilidad de que haya que adoptar “las medidas necesarias para corregir una posible desviación en el transcurso del año”. Montoro está avisando de lo que viene. Introducir en el sistema fiscal español nuevas figuras impositivas no sólo está en la mente del equipo económico, sino también en la oposición. Y vuelve a surgir la idea del impuesto medioambiental. El problema es que requiere de cambios legislativos y no se sabe bien con qué apoyos se pueden contar. Ciudadanos insiste en que no apoyará nuevos incrementos de la fiscalidad. Habrá que ver lo que dice el PSOE el respecto. Insistir en el Impuesto de Sociedades parece poco probable después del grito en el cielo que pusieron los empresarios cuando se suprimieron deducciones y se impuso, otra vez, los ingresos a cuenta.

Todavía en desarrollo, el nuevo impuesto para las bebidas azucaradas pero de sus efectos recaudatorios dudan los expertos. Así pues, hay que volver a insistir en el IVA. Argumentos en contra de modificar los tipos residen en que incidirá en la inflación en un momento en el que se está produciendo un relativo rebrote de los precios como consecuencia de la subida de carburantes y energéticos. A favor, los habituales. La recaudación en España es la más baja de la UE, si se exceptúa Italia. La Comisión Europea sugiere que saque productos del tipo hiperreducido ,4%, o reducido, 10%, para pasarlos al tipo general, el 21%. El Fondo Monetario Internacional también ha hecho la misma sugerencia, y muchas instituciones, como el Círculo de Empresarios, el Instituto de Estudios Económicos, Fedea o la Fundación de Cajas de Ahorro, Funcas, se han inclinado por tal posibilidad. Sin embargo, parece que el Gobierno se resiste a tocar, de nuevo, esta figura.

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