La posibilidad cada día más palpable de que se tengan que celebrar nuevas elecciones generales el próximo 26 de junio está provocando ya el movimiento de piezas en los senos de Podemos y Unidad Popular-Izquierda Unida para llegar a puntos de entendimiento entre ambas formaciones de izquierdas, con el claro objetivo de sumar fuerzas para no dispersar votos como ocurrió el pasado 20-D.

Esta nueva disposición a cauces de entendimiento busca, en lo sustancial, una apuesta clara y sin ambages por políticas de izquierdas más allá de siglas, sobre todo teniendo en cuenta el enésimo giro a la derecha evidenciado por el PSOE de Pedro Sánchez con su pacto de “progreso” con Ciudadanos.

De hecho, cada vez son más las voces en la formación morada que reclaman a la dirección del partido que reconsidere su postura de no permitir más que el desembarco puntual de líderes individuales de IU y en ningún caso acudir a las urnas bajo una misma bandera unificada.

la suma de votos de iu y podemos superó con creces los conseguidos por el psoe

El líder de UP-IU, Alberto Garzón, no oculta su voluntad, respaldado por la amplísima mayoría de la federación de izquierdas, de confluir con Podemos en la próxima cita electoral de junio en caso de convocarse. Basta recordar que IU fue una de las formaciones más perjudicadas por la ley electoral vigente, ya que con casi un millón de sufragios solo obtuvo dos diputados en el Congreso. La suma de los casi 5,2 millones de votos obtenidos por Podemos el 20D y los más de 900.000 conseguidos por IU habrían superado al PSOE como segunda fuerza política en el parlamento, dato que no escapa a los diseñadores de campaña tanto de Podemos como de IU. A esto se suma la tendencia a la baja que los socialistas suman elecciones tras elecciones desde hace ya varias convocatorias, con la pérdida de miles y miles de votantes. Sólo en Andalucía, el “granero” socialista por excelencia, Susana Díaz venció los comicios autonómicos de 2015 pero dejó por el camino más de 120.000 votos respecto a 2012.

Podemos no esconde que su objetivo es dar el sorpasso –“asaltar los cielos”, en términos de Pablo Iglesias– al PSOE como fuerza de referencia en la izquierda, aunque hasta ahora se cree con la fuerza necesaria para no necesitar apoyos externos como podría ser la confluencia total de IU, como lo fueron el 20D los movimientos Ahora Madrid, En Marea desde Galicia, Compromís desde Valencia y En Común Podem desde Cataluña.

Si IU se incorpora a las candidaturas de Podemos estaremos en la antesala de la disolución del espacio de la izquierda en España

Desde IU, Alberto Garzón minimiza la afirmación del líder de la corriente minoritaria Izquierda Abierta, Gaspar Llamazares, de que “si IU se incorpora a las candidaturas de Podemos estaremos en la antesala de la disolución del espacio de la izquierda en España”. El coordinador general de IU está dispuesto en tender la mano de nuevo a Podemos para concurrir unidos a unos nuevos comicios, pero no a cualquier precio, como hasta ahora han querido desde la formación liderada por Iglesias.

Para ello, y para afrontar con garantías de éxito una nueva cita electoral en junio, tanto Podemos como UP-IU saben que el escenario electoral ha cambiado tras el fracaso generalizado por formar gobierno durante más de cuatro meses infructuosos. Ahora, Podemos debe asumir parte de su culpa en el fracaso, aunque se ha hecho evidente que todo parte de inicio del proyecto fallido de “transversalidad” a izquierda y derecha planteado por el socialista Pedro Sánchez, que no ha podido, o no ha querido, sumar a todas las fuerzas de izquierdas al proyecto, y optó en primer lugar por mirar al proyecto de centro-derecha de Ciudadanos.

La evidencia de que una posible confluencia de IU con Podemos está más cerca ahora que durante las semanas previas al 20D, cuando Garzón e Iglesias rompieron abruptamente el acercamiento, se percibe en la presión que destacados líderes de Podemos y sus confluencias están ejerciendo sobre la cúpula del partido. En este sentido, tanto Pablo Iglesias como Íñigo Errejón son, fundamentalmente, los que están poniendo las principales trabas a una confluencia general con la federación de izquierdas.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya ha hecho público su deseo de esta confluencia de Podemos y UP-IU. “Es positivo” y constituye “un deseo mayoritario que se sumen cuantas más fuerzas”, dijo Colau, que reclama como condición imprescindible mirar siempre “con todo respeto” hacia cada una de estas confluencias, como la suya propia de En Comú Podem. Colau admite que no es un proceso “nada fácil” por sus diferentes ritmos y trayectorias. “El momento pide que hagamos el mayor esfuerzo por unir”, añade la regidora barcelonesa.

También el portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech ha abundado en esta tesis. “Es un debate que deben tener los compañeros de Podemos porque entendemos y sabemos que la construcción de una confluencia de este tipo es compleja”.

Domènech recuerda el “éxito” que supuso la confluencia de fuerzas en Cataluña el pasado 20D. El portavoz de En Comú Podem se presentó como cabeza de lista en las pasadas elecciones generales de la candidatura de confluencia catalana que integró a Podemos, En Comú (la formación liderada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau), ICV y EUiA (socios de IU en Cataluña), que resultó ser la más votada en la comunidad autónoma en la cita electoral del 20D. En Galicia, Podemos también sumó con éxito a Anova (escisión del BNG) y las Mareas ciudadanas.

También el portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, reclamó hace unos días un acuerdo entre ambas formaciones. “Es mi opinión, pero el 20-D hubo un millón de votos con los que coincidimos en lo sustancial con dos diputados. Si hay elecciones, toca entenderse”, recalcó.

2 COMENTARIOS

  1. El PSOE nos pide que le regalemos el apoyo de nuestros votantes a cambio de nada.Desde Podemos no deberiámos actuar de la misms forma con IU.

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