La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha hecho un ejercicio real de ficción al defender que “las cifras de Madrid desnudan al sanchismo” y que, por eso, está dedicando su “maquinaria a torpedear la imagen” de sus servicios públicos. Pero la realidad es muy diferente. Lo cierto es que en los últimos meses se han levantado en pie de guerra los médicos de familia y pediatras de Atención Primaria. También se prevén protestas de los docentes de la enseñanza pública.
Ayuso se cree la monarca de España
Y aún hay más problemas a los que la presidenta populista prefiere ignorar y mirar hacia otro lado. Mientras el PP nacional está lamiéndose las heridas de las zarpas del machismo de la extrema derecha de VOX, Ayuso salta al ataque creyéndose la reina de España.
En declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, como invitada de honor en el debate organizado por Panel Cívico de los Cien, la populista presidenta se ha comparado con una institución como la monarquía.
Ayer la cuenta oficial del PP de Madrid afirmaba que: “Pedro Sánchez quiere terminar con la España de la Transición y llevarnos a una república federal, laica y plurinacional. Quiero que se entienda esto: los ciudadanos no podrán defenderse del poder”. Y claro, semejante frase, ha sido acogida con alegría y satisfacción por los republicanos españoles.
Feijóo mira para otro lado
Muchas veces, no se sabe a ciencia cierta a qué juega Ayuso, con sus declaraciones diarias fuera de tono. Que hoy entre al ataque directo contra Pedro Sánchez, mientras el presidente del PP está callado, como si de una momia se tratara, encerrado en su sarcófago, mientras el presidente de la Junta de Castilla y León, destroza toda la estrategia nacional de su partido y se lanza a la polémica con la extrema derecha de VOX.
Y mientras esto ocurre, Ayuso y su populismo de plasma diario. “La Comunidad de Madrid es, como la Monarquía y la Constitución, piezas a batir, que les impide culminar su plan como quieren. Madrid es España, es unidad, es bravura, alegría y esfuerzo, es la región que puja por el reconocimiento el éxito y las ganas, es tradición y es vanguardia y es mezcla y contraste, dificultades y libertad”, dice Ayuso.
La bravura de los discursos de Ayuso
Suponemos que es un hombre el que le escribe los discursos, porque comparar a Madrid con un toro bravo, con esa bravura que le da sus criadillas y de las que buena cuenta dan los amantes de la caduca fiesta de matar un morlaco. Mientras Ayuso piensa en cuernos, los vecinos y vecinas de San Fernando se preparan para una nueva tanda de protestas. Están hartos de los desprecios de la presidenta, que los ignora.
Y como si de un cuento se tratara, saca a relucir un clásico republicano, ‘El traje nuevo del emperador’ del danés Hans Christian Andersen, al señalar que “nuestras cifras dejan aún más al desnudo al rey de esta novela y demuestran que cuando una sociedad es libre, también es próspera, que, con menor presión fiscal, se recauda más y que el ciudadano vuela libre en base a su creatividad y destreza”.
De este cuento podemos deducir varias moralejas: Una de ellas la inocencia de los niños (en este caso Pedro Sánchez y el Gobierno, que como se suele decir siempre dicen la verdad, y de otra que no por el hecho de que una mentira sea aceptada por muchos, tenga que ser cierta, en este caso la presidenta Ayuso y sus cuentos con sus cuentas fantasiosas.
Suponemos que el ilustrado escritor de su discurso se leyó el cuento original o en su defecto “El Conde Lucanor”, aunque por el contexto de la frase lo dudamos mucho. La presidenta tampoco parece conocer la historia real.
La economía va bien y Europa lo sabe
“Las cifras de Madrid desnudan al sanchismo”, eso a pesar de que estos días en España el precio de la electricidad y el gas está bajo mínimos. En muchas horas del día incluso gratis. O que nuestro país es la región con la menor inflación de Europa, con un 5,7%. Pero a la populista Ayuso, la realidad de los datos macroeconómicos le dan igual.
Ella va a lo suyo, a leer el discurso neoliberal que lleva escrito, que dice que “los datos de regiones que, instaladas en el regionalismo y el socialismo, hoy de la mano, están expulsando a jóvenes y ahogando a sus autónomos y empresas con trabas e impuestos, como el ‘Madrid nos roba’ por no decir abiertamente Vótame porque sí”.
¿Qué es el regionalismo en España?
Por dejar claros conceptos, no se está refiriendo a Cataluña. Pero vamos a aclararlo: El regionalismo son aquellas formaciones que defienden la identidad regional sin renunciar por ello al carácter nacional de España. Que reclama el derecho a la Autonomía y al Autogobierno de sus respectivos territorios, con mayor implantación en las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria, Navarra, Aragón, La Rioja, y en la Región de León.
¿Ayuso ataca a los sindicatos y a la prensa?
Pero volvamos a lo estridente. A las declaraciones fuera de lugar como estas: “Por eso, el Gobierno de Sánchez, en lugar de copiar lo que funciona en España y que tanto seduce al inversor extranjero, dedica buena parte de su maquinaria, desde Radio Televisión Española al CIS, pasando por la publicidad, activistas, plataformas, sindicatos… todo, a torpedear la imagen de nuestros servicios públicos, a maquillar las cifras de Madrid y cuando no, a trasladar una imagen nefasta de esta región de todos para aliviar la frustración de los suyos”.
¿Qué ha querido decir? ¿Cuál es el significado de la frase? ¿Un ataque a los sindicatos? O quizás, ¿un ataque a la prensa?, ¿pero a qué prensa? ¿Cree realmente que es ella la que gestiona los servicios públicos en España?
Suponemos que el egocentrismo de la persona que le ha escrito este discurso no puede llegar a tanto, ¿o sí?
La deslealtad vista por Ayuso
Y la traca final: “Ya no se trata solo de una profunda deslealtad institucional, es que no les importa perjudicar directamente la economía de los madrileños”.
“El sanchismo se ha convertido en un disparate que tiene los días contados, no hay bandera de la Unión Europea que tape la imagen de Sánchez y, sobre todo, lo que opinan de él en todas las instituciones extranjeras empezando por la propia Unión Europea”. A que espejo se mira Ayuso. ¿Será como la madrastra de Blancanieves que se cree la más lista de Europa?
Un poco de humildad seria lo deseable. Pero eso quizá le falte.
Los madrileños y madrileñas deberían están más atentos y que Ayuso no nos meta goles, hablando de servicios públicos, parcialmente privatizados.
Seguiremos informando.
Se comente un error en todo esto: una vez construido el enemigo, ese que el populismo elabora a base del de la patria, la tradición, y el diferente, que en el deliro propagandista dice que les quiere robar “su tesoro”, que no es otra cosa que el marco en el que se identifican; el afloje de las filas es escaso por muchas barbaridades que hagan o diga, (como comentaba Trump, con sorna, sobre matar a alguien en la V Avenida y que no pasara nada), cuentan, además con el ejercito del panfleto al servicio de la justificación y la fabula. Se pueden cargar la sanidad, los derechos, las libertades y extender la mayor diferencia de todos los tiempos, basada en que vivir algo mejor la explica y la justifica, que la venda que cubre los ojos, son las nuevas gafas de una realidad virtual; a la que insignes periodistas de primera línea se entregan, en algunos casos con un cinismo imposible que explica su libertad de opinión en las formas y las torsiones de la verdad a diario, emponzoñando toda la información disponible; que nada tiene que ver ni con los hechos ni con la responsabilidad: la cosa va de hacer de la política, la anti-política; transformar las instituciones que nos sirven para encontrar formulas de convivencia en un juego de mayorías, en mecanismos incapaces de comprender sus propios procesos porque un fantasma nauseabundo amenaza un futuro que solo la extensión de su miedo cumplirá.
La mejor manera de neutralizar a un narcisista como Ayuso es desnudar sus deficiencias, no tenerle miedo. Ella basa su poder en las inseguridades y temores de los demás. No aceptar sus ataques y cuestionar sus palabras es una manera de demostrar que no le temes. No permitir que sus ataques hagan mella es una excelente manera de neutralizarla. Una narcisista no sabe cómo actuar con alguien que no le teme.
No tiene usted ni media neurona en su cabeza. Que hable usted de machismo en vox está de más. Y máxime cuando lo que hay montado hoy día en España es un salvaje talibanisno misándrico, hembrista y andrófobo. Porque que se está ahogando a los varones, como lo está haciendo a las bravas el patético gobierno social comunista lesbomatriarcal , es ser benévolo. Va mucho más allá. Se les está conculcando hasta el último de sus derechos más básicos. Huele en todos lados a exceso de estrógenos y sudor rancio sobaquil, muy de las podemitas a lo Irene Montero, Belarra o Pam. Ahora bien, si exitoso (para ellas) ha sido el ascenso al poder, muchísimo más estrepitoso y dolorosa será su caída. Es ley de vida. Todo el mal que han destinado y su comportamiento tiránico les pasará factura. Claro que les pasará factura. Y llorarán y patalearán cuando el pueblo español decida que ya está bien de seguir aguantando los delirios y estúpidos caprichos de un grupito de fracasadas y acomplejados, cuyo única razón de ser es el odio más profundo e irracional contra los hombres. Para finales de año, se les acabará el chollito y se cerraran todos, toditos sus chiringuitos ideológicos hembrirulos. Será el propio pueblo quien las destrone. ¡A la calle!