La ministra de Igualdad, Irene Montero, mantuvo ayer una reunión con la Fiscal de Sala Delegado de Violencia sobre la Mujer, Pilar Martín Nájera, en la que ha solicitado que se apliquen ya las instrucciones actualizadas de la Ley de Infancia. Una norma que prohíbe el Síndrome de Alienación Parental (SAP) que la semana pasada fue aún defendido -cuando ya estaba aprobada la ley- por la fiscal de Bizkaia, Rosario Ramírez, en el juicio del caso de Irune Costumero.
La ministra y la Fiscal han acordado un marco de colaboración institucional con el objetivo de luchar , de manera coordinada, contra las violencias machistas.
El SAP en la Ley de Infancia
El SAP es una de las novedades más importantes de esta Ley de Infancia. De hecho, la ley también prohíbe el llamado síndrome de alienación parental, el prejuicio del juez y hasta fiscales que no escuchan a los hijos en casos de custodia porque creen que son envenenados por la madre contra el padre.
Este SAP fue una de las principales causas que llevó a al Diputación Foral de Bizkaia, a través de su Servicio de Menores, a quitar por la fuerza su hija a Irune Costumero. De hecho, en el juicio de esta mujer contra los principales responsables de Menores de la institución foral, fue especialmente la fiscal Rosario Ramírez, quien defendió la pasada semana, y ya con la ley de Infancia aprobada, la aplicación de este síndrome.
La fiscal Rosario Ramírez cree que el SAP existe
La fiscal del caso Costumero no tiene ninguna duda de que el SAP existe. Así lo defendió la pasada semana en el juicio de Irune Costumero contra tres funcionarios del Servicio de Menores de la Diputación Foral de Bizkaia y el propio diputado de Acción Social, Sergio Murillo.
Y Rosario Ramírez lo volvió a defender en su alegato final frente a la propia Ley del Menor y el criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Consejo General del Poder Judicial. Estas entidades descartan su existencia como patología.
Este falso síndrome consiste en la manipulación de los hijos por uno de los progenitores en contra del otro, hasta el punto en que los niños acaban rechazando a este último. La Fiscalía se ha referido a él precisamente como “síndrome” y como “desorden”, para considerar que una madre, Irune Costumero, volvió a su hija en contra del padre. Y fue por ese criterio por el que han mantenido casi cuatro años a la menor alejada de su madre.
La ministra Montero, desde ese juicio, ha mostrado su apoyo público a Irene Costumero y su preocupación porque aún se esté dando por válido en los tribunales el SAP.
