En los primeros días de diciembre se han se han producido en España tres hechos o circunstancias, simultáneamente, que han puesto a pruebala capacidad de resistencia del sistema se seguridad del Estado.

Primeramente, España está en el nivel 4 de Alerta Antiterrorista, en una escala del 1 al 5,  y desde tiempo.

En este marco, se está celebrando en Madrid, del 2 al 13 de este mes, la Cumbre del Clima (COP25) que concentra en la capital a 50 jefes de estado o de Gobierno y a otras personas entre periodistas, expertos, representantes de las administraciones y organizaciones ecologistas. Entre los primeros, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyden o la presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.

Y, por último, la detención de un grupo de apoyo al Daesh yihadista con la detención de cuatro personas de origen árabe-marroquí una de ellas en Guadalajara, el cabecilla, y otros en Marruecos.

La operación ha combinado a la Policía Nacional, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI)
y a la Dirección General de Vigilancia del Territorio del Reino de Marruecos (DGST).

La extrema situación de control y vigilancia que ya exige la Alerta 4 el Ministerio del Interior decidió a finales de noviembre reforzar el alcance de la alarma con medidas especiales desde la 00:00 horas del día 30 de noviembre pasado a las 24:00 del próximo 14 de diciembre. Esto es, controles aleatorios incremento de vigilancia en Hoteles, puertos, aeropuertos y estaciones de ferrocarril y autobuses, identificación de personas de las calles, centros comerciales, plazas y otros espacios de gran concurrencia.

Y a todo ello añadir la extraordinaria llegada de visitantes foráneos con motivo de la Navidad. La seguridad sigue siendo prioridad para los planes estratégicos de la Seguridad del Estado. La colaboración ciudadana imprescindible.

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