El Premio Cervantes José Manuel Caballero Bonald, el poeta Luis García Montero, el jurista Baltasar Garzón, el cantante Kiko Veneno, el actor y periodista Antonio de la Torre, los directores de cine Santiago Amodeo, Alberto Rodríguez o Benito Zambrano, el dramaturgo Salvador Távora, el ex Defensor del Pueblo Andaluz José Chamizo o, entre otros muchos, las tres hermanas de Manuel José García Caparrós, el joven sindicalista asesinado por la Policía Armada el 4 de diciembre de 1977 cuando se manifestaba por una Andalucía de plenos derechos en una democracia en ciernes… Así hasta un centenar de intelectuales andaluces de todas las ramas del conocimiento como la literatura, la pintura, la música, el cine o la televisión han lanzado un manifiesto titulado “Andalucía por el diálogo”, en el que apuestan sin ambages por el rechazo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en la autonomía catalana y defienden la vía de un diálogo que desemboque en la celebración de un referéndum pactado con todas las garantías democráticas.
Baltasar Garzón, Kiko Veneno, Caballero Bonald, Alberto Rodríguez o Antonio de la Torre, entre los firmantes
De este modo, un nutrido grupo de la intelectualidad andaluza ha lanzado una opa hostil en toda regla a la estrategia mantenida desde un primer momento por el Gobierno de Susana Díaz respecto al conflicto secesionista catalán. La presidenta de Andalucía ha defendido la aplicación del artículo 155 en Cataluña incluso antes de que la dirección de su partido en Ferraz optara por esta opción pactada con el Partido Popular y Ciudadanos.
En el documento firmado por los intelectuales de Andalucía se hace una encendida defensa para que “esta crisis se pueda cerrar con un diálogo abierto, democrático y participativo que nos conduzca a una resolución de la crisis territorial en clave de defensa de nuestro autogobierno y avances en la descentralización”.
Los firmantes del manifiesto andaluz exigen “fraternidad, diálogo y mediación”. Estos intelectuales critican a todos aquellos políticos que, mediante la aplicación del artículo 155 en la autonomía catalana, “pretenden conducir una crisis constituyente hacia una salida represiva y recentralizadora”.
El documento ‘Andalucía por el diálogo’ considera “un error” creer que el problema sólo es “un choque de trenes” mientras es observado “desde un andén” y que las consecuencias de una mala resolución de la crisis “caerán encima como una pesada losa”. Los intelectuales firmantes del documento, algunos de ellos Hijos Predilectos de la comunidad y Medallas de Andalucía –galardones concedidos por la Junta– consideran que esta deriva del problema secesionista catalán y la aplicación del artículo 155 de la Constitución supondrá una “merma del autogobierno, es más, el no desarrollo del mismo y la entrada en lógicas recentralizadoras, los giros autoritarios, la aplicación de medidas coercitivas policiales, penales y judiciales, la tolerancia con la abierta y creciente expresión del fascismo en las calles”.
Estas consecuencias no están dispuestas a asumirlas desde Andalucía los firmantes del documento. Y añaden un deseo: “No queremos que se utilice a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en una batalla que es y siempre debió ser política y democrática. No queremos a nuestros vecinos, hermanos e hijos, muchos andaluces, sometidos a las órdenes irresponsables de mandos políticos contra el ejercicio de libertades civiles básicas en Cataluña. No queremos que se repitan las imágenes del 1 de octubre ni queremos seguir viendo a los responsables políticos metidos detrás de una barricada discursiva irresponsable y belicista con la calculadora de votos en la mano”.
El documento realiza también, además de una “defensa” del autogobierno andaluz, la reclamación de “avances en la descentralización” en una etapa en la que estos intelectuales andaluces consideran que “los que los centros de decisión cada vez están más alejados de la célula básica de representación popular que son los ayuntamientos. En Andalucía necesitamos protagonizar también este debate”.