Pedro Almodóvar siempre ha sido grande a la hora de provocar. Lo ha vuelto a demostrar con el primer cartel de su última película: Madres Paralelas que se estrenará en los cines el próximo 10 de septiembre. La red social Instagram ha tardado poco en censurar el cartel por considerarlo inapropiado. En él aparece la silueta de un ojo y en lugar de pupila aparece un pezón goteando leche.
Maestro de la provocación
La propuesta no deja de ser provocativa, pero Almodóvar ya lo había hecho antes. El cartel puede parecer hasta inocente si se compara con otros pósters de películas del maestro manchego: en Entre tinieblas (1983) el cartel elegido para promocionar la película mostraba a un tigre con hábito de monja y un corazón agujereado por un puñado de insulinas llenas de heroína.
La gota que colma
Pero la gota de leche del pezón de una madre parece haber sido suficiente como para colmar el vaso de los “Macarras de la moral”, como cantaba Serrat. Como siempre, lo que huele a sexo y a erotismo desacomplejados encuentra censura, mientras que, por otro lado, la ultraviolencia presente en películas y vídeojuegos se promociona sin ningún tipo de reparo.
Vuelta a los orígenes
Almodóvar, en ese gusto cada vez más empecinado por el melodrama clásico, ha ido dejando la provocación en un segundo plano. Quizá el cartel de su nueva película sea un anticipo y Madres paralelas nos devuelva a los tiempos geniales de Entre tinieblas, Qué he hecho yo
Para merecer esto o Laberinto de pasiones. Películas tórridas y cargadas de personajes que los mismo podían salir de la bohemia que de la periferia más rancia. Personajes a los que les unía la noche, las ganas de follar y enamorarse. ¡Bienvenida sea la provocación!, aunque solo sea una gota..