Impacto Total

La inquietud

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No sé si me está haciendo más viejo la edad o la clase política que disfrutamos. Supongo que Pedro Sánchez debe estar acojonado, yo lo estaría. Debe ser consciente de que esto no va a terminar bien. Él tiene los datos, él sabe y no le arriendo la posición: no para de recibir “improperia”, lo triste es que muchos merecidos por una gestión que, como mínimo, se le nota de lejos que está retorcida para ofrecer la perspectiva conveniente… la estrategias son como las mentiras, una vez que nos metemos en ellas: es difícil salir, la trola llama a la trola.

Hay un barrunto de algo que pende sobre nosotros y que va a caer tarde o temprano. La inquietud. Se me hace imposible tragar noticiarios rellenos de politiquilla barata, cuando nos estamos jugando un declive sin precedentes. No veo una sola alternativa a lo que está haciendo el Gobierno, es obvio que no les defiendo, lo que digo es ¿qué proponen de verdad los otros que sirva para las circunstancias novedosas en que vivimos? Tienen sus programas ideológicos, ya lo sabemos, no paran de espetarlo en todos lados pero eso no es más que propaganda, convertida en un fin en sí misma.

Me cansa ya este juego de gente que lanza un mensaje no para comunicar algo sino para mover supuestos engranajes que darán su resultado más tarde, más allá; para mí, esa forma de hacer política (mediocre y perversa) no se corresponde con la gravedad de la situación. Clamo por un principio de realidad: si los indicadores económicos de hoy los hubiéramos descrito hace sólo 6 meses, habríamos diagnosticado los inicios de un caos absoluto irreparable… ¿nuestros partidos están siendo conscientes de que esta situación es estructural y que, por tanto, mientras nos acusamos unos a otras, la democracia occidental corre el riesgo de hundirse?

La pandemia no va a afectar a los países pobres, a nadie le importa una mierda que mueran los desgraciados y sus corruptos próceres seguirá siendo ricos; le hemos permitido ser así, porque el sacrosanto comercio nos convencía de que era importante mantenerles en la pomada para que crecieran… ¡sí, los bolsillos de los asesinos totalitarios apareciendo en las fotos como amiguitos del alma de nuestros propios poderosos! Somos los países ricos quienes vamos a pagar la factura por pura incompetencia, porque aquí sí hay reconocidos una serie de derechos que valen dinero y si no hay pasta: ¿cómo se van a poder pagar? La respuesta es evidente, vamos a perderlos.

No olviden esta formulación porque describe todo lo humano: la riqueza no nos hace vivir mejor necesariamente, pero lo que es seguro es la que pobreza sacrifica el bienestar, ese mito del pobre bueno y sencillo es más bien religión, no puedo probar que no exista pero me gustaría que alguien demostrara que en la necesidad se vive mejor: ¿si de repente nos faltara de todo habría un voluntariado para disfrutar de las carencias? ¿Quién se apunta a sí mismo y a los suyos? Con dolor preveo que lejos de esa idílica situación, lo que habrá es enfrentamiento vulgar: violencia.

Sánchez se lo debe estar oliendo y se estará acordando del “Pase de mí este cáliz”. Toda nuestra sociedad está reestructurándose y casi de un día para otro, si tuviéramos dirigentes apropiados, con el nivel que exige la situación, la Política debería estar amortiguando y redirigiendo esta revolución silenciosa siempre pensando en el futuro y en evitar el daño mayor, pero eso es un cota de responsabilidad, conocimiento y madurez que no poseen, pero no porque sean “malos”, por favor, asumamos la culpa: no son más que el reflejo de la basura que somos nosotros, son el espejo donde nos miramos y si no vemos el problema es que nos vemos hasta guapos.

Una vuelta por las redes sociales, por la prensa, por la calle, un debate azaroso en cualquier sitio o una conversación aparentemente intrascendente, muestran una sociedad muerta intelectualmente que invita a concluir aquello de “Abandonad toda esperanza”. La política no es más que la bardomera de nuestro aluvión de mierda. No les culpe, es usted, somos nosotros, hemos abandonado todo esfuerzo en favor de “verdades” como puños para estampar en la cara de otros. No existen los matices, las ideas, las posibilidades, el análisis y la búsqueda que deberían caracterizar a una vida humana digna… con un yintónic pleno de porquerías flotantes y unas gafas de sol de marca flagrante nos creemos inmortales… más dura será la caída.

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