El Plan de Acción de Género (GAP, por sus siglas en inglés) fue uno de los acuerdos más relevantes y sonados tras dos semanas de intensas negociaciones durante la Cumbre del Clima celebrada en Madrid. En este sentido, los gobiernos implicados han adoptado un nuevo plan de acción de 5 años con el objetivo de abordar muchas de las preocupaciones registradas por las mujeres y los grupos de igualdad de género en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC).

El GAP se ha acordado por unanimidad entre los gobiernos que están llamados a conducir o que contribuyen a acciones de promoción de la igualdad de género en el proceso de la Convención, así como de apoyo en todas sus actividades. En el texto definitivo los derechos humanos y la transición justa se recogen como focos principales, también se incluye en el documento el derecho a la salud, los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades locales y migrantes, la infancia, las personas con discapacidad y en situaciones de vulnerabilidad.

A propósito del acuerdo, Ndivile Mokoena de Gender CC – Mujeres por la Justicia Climática África del Sur afirma que “ en comparación con el GAP inicial, estas nuevas actividades ofrecen la oportunidad de cambiar de manera significativa al desarrollo de capacidades y mejorar la aplicación de la acción climática con perspectiva de género en todos los niveles, incluyendo, por ejemplo, la promoción de soluciones tecnológicas acordes con el género y la y la preservación de locales, indígenas y el conocimiento y las prácticas tradicionales en diferentes sectores”.

Además, este plan pretende fomentar la participación “plena, igual y significativa de las mujeres en la toma de decisiones”, a través de la aplicación transversal de la perspectiva de igualdad de género en todas las políticas climáticas. Para ello, se incluyen medidas que atienden a la igualdad, la participación y el fomento del liderazgo.

A pesar de los retrasos en la negociaciones, para Said Bridget Burns de WEDO, “la voluntad política mostrada por los negociadores en virtud de este programa para ir hacia el consenso y lograr un resultado robusto podría y debería ser modelado en todas las demás partidas de este proceso”. En este caso, Burns pone el acento en “el increíble liderazgo del Gobierno de México en la facilitación de las Partes para llegar a este acuerdo”. Por otro lado, las Partes decidieron que el grado de aplicación del presente plan será evaluado el próximo 2025 por parte del Órgano Subsidiario de Ejecución (SBI), organismo encargado de supervisar la aplicación de la UNFCCC.

“La voluntad política también se construye a través de los esfuerzos de movilización de efectivos, tanto del Women and Gender Constituency y otros aliados de la sociedad civil que se negaron a ver esta COP detener el progreso de la igualdad de género. Los esfuerzos de movilización a través de medios sociales, cartas a los ministros, entre las protestas de los movimientos de la sociedad civil fueron fundamentales para elevar la conciencia política sobre el GAP”, espetó Kavita Naidu del Foro Asia Pacífico sobre Mujeres, Derecho y Desarrollo (APWLD) en Tailandia.

Con la mirada interseccional puesta sobre asunto, desde las ONGs observan carencias de indicadores y objetivos claramente definidos. En este sentido, la alemana Nanna Birk de VIDA, Educación, Igualdad y Sostenibilidad advierte de que “mientras el GAP reconoce las identidades interseccionales de las mujeres, incluidas las mujeres indígenas con discapaciad, pero queda mucho trabajo por hacer para comprender las intersecciones sociales multidimensionales y no binarias que impactan en las formas en que la gente mitiga y aumenta su resiliencia sobro los impactos del clima”.

De vuelta con el Acuerdo de París, la Women and Gender Constituency (WGC), uno de los nueve grupos de interés de la UNFCCC y de la que forman parte las anteriores activistas, sostienen que ninguna acción real sobre igualdad de género puede lograrse sin el progreso de las Partes de aplicar plenamente el Acuerdo de París, incluyendo limitar el calentamiento a 1,5 grados. Y comentan ser “conscientes de que estamos lejos de esa realidad y el GAP es una herramienta para el avance tanto en igualdad de género como para lograr soluciones climáticas eficaces, pero seguimos consternadas por la falta de progreso en general en esta negociaciones para avanzar y levantar los derechos y las voces de las mujeres y los defensores de género en todas partes del mundo”, para ello sentencian que “la acción climática real solo se podrá lograr cuando estas voces y liderazgos se unan y centren su atención sobre este tema.

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