El sector turístico español es, indudablemente, el verdadero pulmón económico del país a todos los niveles y, por ello, son muchas las empresas, entidades y familias estrechamente vinculadas a este vector económico fundamental para el desarrollo de España. La llegada de la pandemia por la covid-19 en marzo de 2020 supuso un inesperado freno en seco de las excelentes cifras que venía mostrando el sector en general, con unos índices de crecimiento y expansión únicos a nivel internacional. Todo se fue al traste en cuestión de instantes, pero, pasado el tiempo, a 18 meses de aquel infausto recuerdo inicial, se comienza a ver la luz al final de un túnel que parecía interminable.
Si hay una zona geográfica especialmente afectada en nuestro país por este inesperado contratiempo de salud pública es Baleares. Todas sus islas son un atractivo de primer nivel para el turismo, tanto nacional como internacional. Por ello, el confinamiento supuso un duro revés a su imparable proyección ascendente. Restaurantes, centros de ocio y cultura, hoteles… Todo quedó cerrado a la espera de que el virus frenara su expansión imparable. Un año y medio después del inicio de la pandemia, el sector hotelero es uno de los puntales de la economía del turismo que protagoniza la recuperación económica a todos los niveles. Entre todos ellos, los hoteles de Ibiza son algunos de los que mejores datos están obteniendo tras un proceso exhaustivo de vacunación masiva de la principal población de riesgo.
Ibiza, la isla Blanca o también isla Pitiusa, ofrece más de 60 playas de inigualable calidad, con aguas de color turquesa, calas paradisíacas y una oferta de ocio y diversión difícilmente equiparables, no solo en el resto de las islas Baleares, sino también a nivel nacional e internacional. Poco a poco, pero a un ritmo imparable, el sector económico de la isla comienza a retomar su frenética actividad que quedó totalmente frenada al inicio de la pandemia. Sin estar aún al mismo nivel que antes de la llegada de la covid-19, Ibiza toma el pulso al turismo, consciente de que, en buena medida, debe su competitividad al cliente extranjero, principalmente de otros países europeos como Reino Unido, Alemania o Francia, entre otros muchos.
Aunque las restricciones al ocio nocturno siguen vigentes aún, el sector hotelero ha experimentado un fuerte repunte gracias a la apertura de las fronteras y a la relajación de las medidas de control. Este dato es especialmente meritorio, sobre todo teniendo en cuenta la alta incidencia de contagios que aún se registra en todas las islas y en especial en Ibiza. Por ello, la reactivación de la oferta hotelera después de muchos meses de parón e incertidumbres supone un rayo de esperanza que hace presagiar que lo peor de esta crisis sanitaria mundial parece estar pasando ya. Si esto es así, qué duda cabe que los hoteles de Ibiza estarán preparados para dar el mejor servicio a sus clientes en todo momento.
