La selección española de Waterpolo masculino no se ha podido despedir de Tokio con una medalla. La escuadra que dirige David Martín ha sido claramente superada por Hungría. Pese al tremendo arranque de juegos que hizo la selección, en el que ganó los cinco partidos de su grupo, mostrando una tremenda solvencia y autoridad, España se ha mostrado muy cansada en el día de hoy, y totalmente negada en el gol.
El partido comenzó con mucho ritmo e intensidad por parte de ambos equipos. La pelota se circulaba rápido y la efectividad de cara a puerta era elevada para españoles y húngaros. Los primeros ocho minutos concluyeron con empate a tres en el luminoso. Munárriz, Perrone y Tahull anotaron los goles de España. Manhercz, Zalanki y Harais, los de Hungría.
Al descanso se llegó con el resultado de 5-5 tras un nuevo trallazo de Alberto Munárriz, el mejor jugador de España en esta competición. Las sensaciones eran buenas. El equipo se mostraba alegre y la dureza defensiva en aumento.
Un último cuarto para olvidar
La película cambió por completo tras el descanso. A la selección española se le empezó a notar la fatiga. El partido ante Serbia fue devastador. Física y mentalmente. Perder ese duelo, en los últimos segundos del encuentro, después de ser el mejor equipo de la competición hasta el momento, fue un palo del que los chicos de David Martin no han podido recuperarse. Un gol de Martan Vamos puso el 5-6 al término del tercer tiempo.
El último período fue sencillamente para olvidar. Nagy, el inconmensurable portero magiar, lo paró absolutamente todo. En los últimos minutos España se vino abajo y su contrincante hizo sangre, con una facilidad clara, para dejar el resultado final en 5-9. Sin goles para los españoles en todo el segundo tiempo.
Finalmente, tras esta dura derrota, la delegación española concluye los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con 17 medallas. Exactamente las mismas que en Río 2016. Con la diferencia de que aquella vez conseguimos siete oros, y en Japón, únicamente tres. Los de Fátima Gálvez y Alberto Fernández, el de Alberto Ginés, y el de Sandra Sánchez. El resultado no es malo si se tienen en cuenta las numerosas bajas que ha tenido que afrontar España desde hace unos meses (Carolina Marín, Rafa Nadal, Jon Rahm, Orlando Ortega, etc).
Tristeza porque se acaban los Juegos Olímpicos. Alegría por saber que, esta vez, solo habremos de esperar tres años para los siguientes. París nos aguarda.
