El Gobierno rechaza la propuesta del PP para CGPJ y prioriza la renovación según la ley actual
El Gobierno rechaza la propuesta del PP para CGPJ y prioriza la renovación según la ley actual

En nuestro país, se tiene una idea muy equivocada de la Unión Europea. Unos, venden al personal que es el paradigma de los Derechos Humanos, pero se equivocan y hacen equivocarse a la ciudadanía. Otros, han vendido que es un “club de estados”, pero se equivocan también. La Unión realmente lo que es es un club de mercaderes, siempre dispuestos a sacarte la libra del lado del corazón, como en el Mercader de Venecia y a perseguir el destino de hasta el último euro que dan.

Europa, tiene la “caja de los cuartos” además de la influencia política, o mejor dicho, tener el control de la economía le da la influencia política. Tiene “la pasta” y tiene la influencia necesaria. Por otra parte siempre trabaja a medio o largo plazo, frente a unos políticos que tienen urgencias de calendario. Así se construye la influencia de ese “club de mercaderes”.

Con el problema catalán en marcha, Rajoy, que yo conozca, firmó al menos tres facturas a las que ha llegado su vencimiento. La del Ejército europeo, que se crea partiendo del eje franco-alemán. Eso significa que los ejércitos nacionales dejarán paulatinamente de estar subvencionados por la UE. La segunda, la de la Agencia de Fronteras Europea, con sede en Varsovia, que en un año ha de pasar de 350 a 1.000 funcionarios y así creciendo, con previsión de que en nuestros aeropuertos y fronteras dejemos de ver a medio plazo a los Guardia Civiles.

La tercera es la que hoy toca analizar más extensamente; la de la creación de la Fiscalía Europea con competencias en todos los países de la UE, y que representa un “giro copernicano”, al menos en España, a lo que entendemos como labor de la Fiscalía.

Corto y claro; de aquí cuatro meses, nos podemos encontrar en la sala de vistas con dos fiscales, uno, el fiscal clásico y otro, el de la Fiscalía Europea, si lo que se ventila son defraudaciones, contravenciones o malversaciones a los intereses de la Unión superiores a 10.000 euros.

Esos nuevos fiscales, que pueden ser magistrados o miembros de la fiscalía, tendrán derecho a llevar sus propias investigaciones independientes, y jueces, policías y fiscales deberán acatar sus requerimientos en su instrucción. Los magistrados de cualquier lugar, que instruyan una causa que entiendan que se afecte a los intereses de la Unión, deberán notificárselo. Hablamos pues, de fiscales con la capacidad de instruir, Y ELEGIR EN QUE ESTADO CREE OPORTUNO DEMANDAR, cosa novedosa donde las haya en nuestro derecho, salvo, parcialmente, en tema de menores.

También hablamos de que estará su sede en Luxemburgo, enlazándose como brazo ejecutor del TJUE. Estará formado en su estructura por la ahora ya Fiscal General, la rumana Laura Codruta Kovesi quien estará auxiliada por un fiscal elegido por cada país (Colegio de Fiscales), pero que no representa ni actúa en ese país, siguiendo la tradición del TJUE. El Fiscal Europeo para España, puede ser, por ejemplo, un danés.

Cada estado tendrá un Fiscal Delegado, que creará su equipo y disfrutará, virtud del Reglamento Europeo, de un estatuto de independencia funcional y jurídica, diferente de cualquier estatuto que les asigne el Derecho nacional. En términos militares; la cadena de mando ya no pasará por la Fiscalía General del Estado.

La Fiscalía Europea podrá recibir denuncias o colaboraciones de denunciantes de corrupción y cuidará si estos reciben algún tipo de represión personal o laboral, responsabilizando al Estado de su existencia.

En el tema de la lucha contra la corrupción, en este caso, la UE ha escrito derecho sobre los renglones torcidos nacionales. Debemos leernos atentamente el REGLAMENTO (UE) 2017/1939 DEL CONSEJO de 12 de octubre de 2017, porque el cambio en nuestros juzgados será espectacular.

1 COMENTARIO

  1. Sobre este tema sobrevuela un concepto muy importante que todo el mundo obvia y creo que puedo explicarlo de manera convincente, o por lo menos puedo intentarlo. Manos a la obra.
    Usted escribe: «La Unión realmente lo que es es un club de mercaderes». Cierto.
    Cuando Niño-Becerra publicó su «La economia. Una historia muy personal» escogió un formato muy peculiar: una sucesión de pequeños apartados, (en vez de largos capítulos), que trataban sobre un tema determinado y cada uno de ellos lo presentaba con una cita. Hablando sobre la UE, uno de dichos apartados lo encabezaba esta cita:
    «La Unión Europea es el producto de las exigencias de grandes empresas que quieren un mercado grande». Palabras de Werner Teufelsbauer, director del gabinete de estudios de la Federación Austriaca de Cámaras de Comercio, publicadas en el diario Cinco Días el 7 de enero de 1997.
    Usted añade: «Europa, tiene la “caja de los cuartos” además de la influencia política, o mejor dicho, tener el control de la economía le da la influencia política.»
    Aquí es donde divergimos, aquí subyace el punto clave del que nadie habla a pesar de ser bien obvio.
    Usted y todo el mundo, (si entendemos «mundo» como «opinión publicada», es decir, las personas que disponen de lo que se denomina «visibilidad» porque aparecen y escriben en los medios), usted y todo el mundo, decía, creen que la estructura económica sustenta la estructura política, y no es así. Intentaré ser lo más claro posible en mi exposición.
    Toda la estructura económica se sustenta en la estructura política. La Economia actua como actua porque los ciudadanos lo permitimos, los ciudadanos creemos que disponemos de Derechos inalienables y por eso confiamos en la estructura política.
    La Economia se sustenta en la legislación vigente, que es fruto de la estructura política, que a su vez es fruto del consenso de la ciudadanía. Si la estructura política fuera otra, la estructura económica sería otra.
    Pero… ¿qué pasaría si la población europea dejara de confiar en su estructura política? ¿Podría mantenerse en tal caso la estructura económica como si fuera algo completamente aislado del devenir social y político?
    La Unión Europea, como proyecto, está viciada de nacimiento por un «pecado original» que puede acabar con ella, si no lo ha hecho ya. Creo que mi orgulloso independentismo no invalida lo que explicaré a continuación porque plantearé exactamente los temas que se están planteando los países nórdicos y lo haré de la manera en que lo están haciendo.
    La Unión Europea nació para ser un gran mercado, y lo han conseguido. ¿Cúal es, entonces, el citado «pecado original»? Fácil: buscando «un gran mercado», es decir, «cuantos más consumidores mejor», han dejado entrar en ella países y culturas cuyos estándares políticos y económicos son antitéticos respecto a los estándares políticos y económicos del resto de países.
    ¿Espanya en 1986 eran 38 millones de consumidores? ¿Sí? Pues «padentro». ¿Polonia en 2004 eran 35 millones de consumidores? ¿Sí? Pues «padentro». ¿Hungría en 2004 eran 9 millones de consumidores? ¿Sí? Pues «padentro». ¿Grecia en 1986 eran otros 9 millones de consumidores? ¿Sí? Pues «padentro».
    Podría hacer lo mismo con el resto de incorporaciones a la UE, (Suecia, 10 millones en 1995, Lituania, 3 millones en 2004, etc), pero no lo haré por un motivo evidente; todos los países obviados no han dado el menor problema, pero los mencionados no hacen otra cosa, y además con chulería y prepotencia.
    Como resultado de la doctrina «padentrista»… ¿qué observamos? Que unos estados, (sin pretender divinizarlos), son modélicos en cuanto a su organización política y económica mientras otros estados «campan a sus anchas» y son dictaduras mal disimuladas en lo político y cuevas de Alí Babá en lo económico.
    Llegamos al quid de la cuestión: ¿pueden compartir países y culturas tan dispares un mismo espacio, un mismo club económico y político? Es decir… ¿por qué la «funcional» Dinamarca debe compartir club con la orgullosamente «disfuncional» Espanya? ¿Por qué la «funcional» Suecia debe compartir club con la orgullosamente «disfuncional» Hungría? ¿Por qué la «funcional» Bélgica debe compartir club con la orgullosamente disfuncional Polonia? Llegados a este punto, el Brexit me viene como anillo al dedo para continuar desarrollando mi tesis.
    ¿Por qué el Reino Unido ha abandonado la UE? Porque la más que cuestionable actuación de la UE respecto a temas de toda índole hizo que en la sociedad británica naciera la duda: ¿para qué queremos o necesitamos la UE?, y una vez implantada dicha duda a los defensores de la UE les ha sido imposible encontrar demostraciones, pruebas tangibles de la conveniencia de pertenecer a ella.
    Y este es el quid de la cuestión: lo que YA ha pasado en el Reino Unido, puede pasar en Suecia, en Holanda, en Dinamarca, etc. La adhesión de los británicos a la UE era un acuerdo voluntario y cuando han creido que dicho acuerdo les supone más inconvenientes que ventajas lo han roto. Como debe ser, ¿no cree?
    Quizá usted considere imposible que Dinamarca y Holanda se planteen abandonar la UE, pero… ¿qué pasaría si consideraran que pertenecer a la UE les causa más perjuicios que beneficios? ¿Por qué cree usted que todo un ministro de Economía holandés, en el peor momento de la pandemia, dice lo que dice sobre los «coronabonos»?
    Porque el ministro en cuestión tiene muy en cuenta lo que trato de exponer: la estructura política sustenta la estructura económica, y no al revés. Holanda y el resto de países «funcionales» saben que no sólo pagan un alto precio económico para mantener la UE sino que, además, tolerando la presencia de las mal disimuladas dictaduras como la espanyola, la polaca y la húngara están pagando un altísimo precio político. (Italia no es una «dictadura mal disimulada», pero sí es lo que en català denominamos un «cafarnaüm» y en espanyol, (utilizando una expresión políticamente incorrecta que espero me toleren porque no encuentro otra mejor), se denominaría «una merienda de negros», porque nadie me negará que Italia es otro elemento a añadir al listado de países orgullosamente «disfuncionales»).
    Resumiendo: la clase política nórdica sabe que si continúan «riéndoles las gracias» a los orgullosamente «disfuncionales», tolerando sus desmanes políticos y pagando sus insaciables deudas, sus respectivas sociedades pueden llegar a plantearse lo que ya se han planteado los británicos; ¿qué sentido tiene pertenecer a este club?
    Tolerando los demanes espanyoles, los países «funcionales» han pagado un desorbitado precio político. La execrable y sádica violencia policial del pogrom que fue el 1 de Octubre ha debilitado enormemente la credibilidad política de la UE y, por ende, de los países «funcionales» que la constituyen. Que Oriol Junqueras continúe en la cárcel tras la sentencia del pasado 19 de diciembre hace que la UE y sus miembros «funcionales» paguen un precio político exorbitante.
    ¿En qué consiste este «precio político»? En que puede llegar el caso, (creo que llegó hace tiempo), que la sociedad danesa, la sociedad holandesa y el resto de sociedades «funcionales» digan «hasta aquí: no en mi nombre».
    Que la «Europa de los mercaderes», la Europa digamos «oficial», son capaces de todo mientras el chiringuito funcione y les importaría un bledo que las fascistas Espanya, Hungria y Polonia construyan campos de concentración para recluir a sus disidentes no se lo discuto, pero los dirigentes políticos de cada país «funcional» saben perfectamente que, de hacerlo, sus respectivas ciudadanías no lo tolerarían y perderían toda legitimidad. Es decir, caería su estructura política.
    Y… ¿a cambio de qué lo aceptarían? Ya sabemos por qué la comunidad internacional tolera que la maligna Arabia Saudí descuartice disidentes pero… ¿a cambio de qué Holanda, Suecia, Austria, Dinamarca, etc, pueden tolerar los continuos desmanes de los «disfuncionales»? Porque… en definitiva: ¿para qué narices necesitan los «funcionales» a los «disfuncionales»?
    ¿Sabe usted cúal es la primera regla del comercio, de «los mercaderes», precisamente? El valor y el precio. Ante un artículo, todos nos fijamos en su precio y le conferimos un valor. Si creemos que dicho artículo vale su precio, lo pagamos. En caso contrario, lo rechazamos.
    Esto es exactamente lo que están pensando los nórdicos, los «funcionales»: ¿la Unión Europea vale el precio político y económico que pagamos por ella? Todo indica que han llegado a una conclusión, porque desde su punto de vista es bien evidente: NO.
    Como niño ochentero que fui recuerdo muy bien el proceso de incorporación a la UE, lo mucho que se hablaba del «proyecto europeo», y se nos decía que dicho «proyecto» consistía en «igualar por arriba», en dar la oportunidad a los estados que jugaban en Segunda de jugar en Primera.
    Ahora bien, en Primera se juega con el reglamento de Primera, porque es el reglamento que siguen los equipos que juegan en Primera y por ello, por seguir fielmente dicho reglamento, pertenecen a la Primera División por méritos propios. Sin embargo, décadas después de la incorporación a Primera de nuevos equipos la situación es la contraria; el resultado del «proyecto europeo» ha sido contraproducente; para poder mantener la competición los equipos de Primera se han visto obligados a rebajarse al nivel de los equipos de Segunda; se ha «igualado por abajo», se pretendía que toda Europa jugara en la Primera División Mundial en cuanto a la política y la economia pero las rémoras que son los estados «disfuncionales», si continúan tolerando sus desmanes y fechorías, les obligarán a bajar de categoría. Esto es lo que piensan los nórdicos, con toda la razón, porque… ¿a cambio de qué deben tolerarlo?
    Ya no les conviene seguir tragando sapos como catedrales. Medidas como la que usted comenta en su artículo deberían haberse adoptado desde el mismo momento de la incorporación de nuevos estados a la UE porque así se hubiera conseguido que los recién llegados siguieran el reglamento de Primera, y no el de Segunda. Ahora, medidas como esta «fiscalía europea» llegan demasiado tarde. Como llega tarde el nuevo proyecto económico de la Comisión Europea que denominan «la Europa de las regiones». Tan tarde que, seguramente, ya no podrán salvarla.
    Conclusión: los dirigentes holandeses, suecos, belgas, etc, saben perfectamente que si continúan «riéndoles las gracias» a los «disfuncionales» ellos y la estructura política que representan pueden caer, porque saben que no pueden decirle a sus respectivas sociedades que «la economia es sagrada pero los Derechos Humanos no lo son». De hacerlo, los belgas, los daneses, los finlandeses, etc, sabrían que SUS políticos les estarían diciendo que ELLOS no tienen Derechos Humanos porque todo está supeditado a la economia. Si lo hicieran, la estructura política que sustenta la estructura económica caería. Si los políticos europeos demuestran a sus ciudadanos que lo único LIBRE en Europa es el capital, la Europa política caerá.
    Si se rompe ese consenso, si la UE permite que en Espanya gobierne un Pinochet, en Polonia un Stroessner y en Hungría otro Horthy y tolera que todos ellos llenen Europa de campos de concentración y además de tolerárselos se los pagan, la legitimidad política de los «funcionales» caería.
    Mientras se mantenga la estructura política, Europa puede soportar mejor o peor la crisis económica. Si cae la estructura política, todo lo demás se va al garete. Por eso Europa comienza a actuar en defensa propia contra los estados orgullosamente «disfuncionales».
    https://diario16.com/europa-asesta-el-golpe-definitivo-al-cgpj/
    El Reino Unido ya se ha ido, ténganlo en cuenta. Son Espanya, Hungria, Italia, Polonia y Grecia quienes deben seducir a los «funcionales», y no al revés. Si los orgullosamente «disfuncionales» ponen a los «funcionales» entre la espada y la pared… se pueden llevar una sorpresa.
    No me queda más que enlazar el artículo de hace un par de semanas en el que dejé dos comentarios relativos a este mismo tema. Como siempre, mi agradecimiento a Diario16 por publicarlos.
    https://diario16.com/el-tribunal-constitucional-aleman-contra-europa/
    Y por si acaso alguien discute que Espanya sea «una dictadura mal disimulada», mi comentario aquí:
    https://diario16.com/existe-realmente-la-izquierda-en-espana/
    Como decía el Butano; «gracias por la atención prestada y saludooos coooordialeees».

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