Actualmente podemos encontrar accesibilidad a todos los servicios públicos, una robusta infraestructura de telecomunicaciones, la presencia de multinacionales de toda índole, oportunidades para los negocios y empresas extranjeras, diversas compañías de servicios y con la debida asesoría, tramitar fácilmente la residencia en Andorra con comodidades modernas comparables a las que se consiguen en cualquier otro país del continente europeo, y a menudo hasta mejores. Hoy en día Andorra, a pesar de ser un microestado y poseer apenas fracciones de población y territorio cuando se compara con sus vecinos, es un país próspero, moderno y económicamente boyante. Sin embargo, Andorra no se ha encontrado siempre en este estado, y tras ella hay una interesante historia que vale la pena analizar y estudiar para entender un poco mejor su éxito: una adaptación al mundo globalizado donde no se han ignorado las raíces de su identidad cultural.
Todo empieza con Roma
Durante miles de años, las tierras andorranas fueron ocupadas por una gran diversidad de culturas: los iberos, celtas, cartagineses y romanos hicieron vida en Andorra, como evidencia la presencia de antiguas pinturas y monedas en descubrimientos arqueológicos.
Polibio, un historiador griego, nos transmite la primera referencia escrita de los pueblos andosinos cuando relata el paso de Aníbal a través de los Pirineos. Este territorio se anexa al Imperio romano en el año 27 A.C. hasta que sucumbe a los visigodos en el siglo V.
Edad media y la época de los condes
En 711, los musulmanes triunfan sobre los visigodos y toman Andorra. Sin embargo, después Carlomagno conquistaría la zona, victoria en la cual los montañeses andorranos fueron clave para vencer a los árabes. En agradecimiento, el emperador carolingio otorga su protección a Andorra y la declara un pueblo soberano en 788.
Cuando se disuelve el Imperio carolingio en el siglo IX, Andorra queda en las manos del conde de Cerdeña y Urgel. En 839 se firma el Acta de Consagración y Dotación de la Catedral de la Seo de Urgel, donde el valle parroquial de Andorra se nombra dependiente de la diócesis de Urgel. Después de varios conflictos de poder entre el obispo de Urgel y la poderosa Casa de Foix, en el año 1278, se firma un acuerdo llamado el primer pariaje donde el obispo de Urgel y el conde de Foix establecen un régimen de coprincipado, siendo ambos los soberanos de Andorra. Esta es la verdadera fundación del Principado de Andorra.
Edad moderna
En 1607, el rey de Francia y conde de Foix Luís XIII incorpora el condado de Foix a la corona francesa, y por el resto de la historia el copríncipe de Andorra sería la cabeza del estado francés junto al obispo de Urgel, incluso después de la disolución de la corona francesa. En 1866 se escribe la Nueva Reforma que integra mucho más a los ciudadanos en la gobernación de Andorra.
Siglo XX
Durante las guerras mundiales y la guerra civil española, Andorra siempre mantuvo una postura firme de neutralidad, aceptando refugiados políticos e inmigrantes. Durante este siglo también se dieron importantes modernizaciones de la infraestructura de Andorra y de su sistema político: se crean carreteras, instalaciones eléctricas masivas, teléfono, y llega el sufragio universal en 1970 (en 1933 era solo para hombres mayores de 25). Después de muchas reformas políticas, en 1982 entra en funcionamiento el primer gobierno andorrano presidido por Òscar Ribas Reig. En 1993 finalmente se aprueba la segunda Constitución que desarticula los remanentes del feudalismo de su sistema político y declara al pueblo andorrano como el verdadero soberano del Estado. Ese mismo año, Andorra también entra en las Naciones Unidas.
Siglo XXI
En el 2003, entran en vigor convenios entre Francia, España y el Principado de Andorra con respecto a la entrada, circulación y establecimiento de los ciudadanos de estos países en Andorra. En el 2008, ocurre lo mismo con Portugal y la Santa Sede.
Si hay una mancha en la historia de Andorra, es que durante algunos años, Andorra fue considerada un paraíso fiscal y a esto estuvieron ligadas acusaciones de blanqueo de dinero. Sin embargo, entre el 2010 y 2011 Andorra firma acuerdos de intercambio de información con 17 países, perdiendo la clasificación de paraíso fiscal para muchos gobiernos de Europa como el español y otras instituciones financieras.
Andorra se logró consolidar como una potencia turística de Europa, con algunos de los parajes más hermosos del continente y los mejores resorts de ski del mundo. Además de esto, hoy día hay programas de migración a Andorra que la dan a extranjeros la oportunidad de residir en Andorra y disfrutar de todos los beneficios que confiere vivir en esta curioso microestado. Y todo parece irle bien a los andorranos, pues este año incluso fueron incluidos en el FMI como su 190° miembro.
