Un estudio recién publicado por el fondo para investigación económica de la New American Economy, una organización civil no partidista que aboga por llevar a cabo políticas sabias de inmigración, que ayuden al crecimiento económico y la generación de empleo, pone de manifiesto el espíritu emprendedor del inmigrante en EEUU pese a las políticas de Trump.
Si ya en el primer estudio de 2011 sobre la influencia de los inmigrantes en el sistema emprendedor estadounidense era muy grande, con dos de cada 5 grandes empresas del índice Fortune 500, contando con al menos un inmigrante o hijo de inmigrante entre los fundadores, los resultados de este año marcan un aumento de ese patrón, siendo ahora el 45% de las grandes multinacionales del índice Fortune 500 las que han sido fundados por inmigrantes o sus hijos, según informa La Celosía.
En total, 223 compañías de las 500 del índice llevan el sello de la inmigración, en concreto 101 de forma directa por un inmigrante y 122 por hijos de inmigrantes. La contribución de estas 223 empresas es muy elevada, con una facturación que supera los 6 billones de dólares, una cifra superior al PIB de de Alemania y Japón, y sólo superado por el de Estados Unidos y China.
En cuanto a la creación de empleo, cada empresa con este distintivo da trabajo de media a 60.629 personas, aproximadamente generan, según el informe, un 10,7% más de empleo que el resto. Nueva York, capital del mundo y ciudad claramente abierta a la inmigración, es la sede social con mayor número de estas empresas, concretamente 35, seguida de California (29), Illinois (21) y Texas (18). La más hispana, Florida, cuenta con 10.
El informe subraya también la relevancia de pequeños y microempresarios, , cifrando en 3,2 millones el número de inmigrantes que gestionan su propio negocio y encuestas y otros datos muestran que los inmigrantes son más proclives a emprender un negocio que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos.