Una de las pocas sorpresas agradables de las recientes y polarizadas elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid, del pasado 4 de mayo, fue la incorporación en el ticket electoral socialista de la joven Hana Jalloul Muro, Secretaria de Estado de Migraciones.
A pesar de los decepcionantes resultados electorales alcanzados por la candidatura socialista en esta convocatoria, que en 2019 fue la lista más votada, la presencia de Hana Jalloul ha sido ampliamente percibida como un viento de aire fresco en el panorama político no solo madrileño sino nacional.
Esta percepción, que es transversal entre los electores y medios de comunicación de izquierda a derecha, se debe en buena medida a sus orígenes y biografía que le han merecido el apelativo de la Kamala Harris española.
Hay que señalar, que al igual que la actual Vicepresidenta de EEUU, la demócrata Kamala Harris, la española con ascendencia libanesa, Hana Jalloul, posee una solida formación académica y profesional que la avalan para liderar la Comunidad de Madrid. Está doctorada por la Universidad Complutense de Madrid en el Departamento de Derecho Internacional Público – donde ha estudiado bajo catedráticos de la talla y prestigio de Francisco Aldecoa Luzarraga – domina además cuatro idiomas y cuenta con experiencia internacional acreditada, tanto en la Comisión Europea como en su labor como miembro de la delegación de observación electoral de la UE en Líbano. Igualmente desarrollo un sobresaliente trabajo durante su mandato como diputada autonómica en la Asamblea de la Comunidad de Madrid tras su elección en 2019.
Este doble perfil académico e institucional, unido a su exhaustivo conocimiento de la temática migratoria además del fenómeno del terrorismo yihadista – una de las principales expertas españolas en la materia – fueron claves en su designación como Secretaria de Estado de Migraciones en el Gobierno del presidente Pedro Sánchez.
La innovadora labor desarrollada por Hana Jalloul en la Secretaría de Estado de Migraciones, en una etapa de extrema complejidad, obtuvo reconocimiento y atención internacionales como prueban las entrevistas en medios de referencia como el británico «The Guardian».
Anteriormente, como profesora asociada en la Universidad Carlos III de Madrid ya había destacado por su actividad constante que la llevó a ser unas de las docentes preferidas por el alumnado.
Esta actividad permanente y, el desarrollo de iniciativas disruptivas y solidarias fue una de las marcas de su mandato en la Secretaria de Estado de Migraciones donde se pasó de considerar la migración como un «problema» a un aporte positivo a la diversidad cultural y el crecimiento económico de España.
Esta filosofía se materializó en múltiples medidas como la autorización de residencia y trabajo por dos años para los jóvenes inmigrantes, que durante la epidemia de la Covid-19 trabajaron en las tareas agrícolas en nuestro país.
En sus tareas como secretaria de Estado de Migración destacó además por rodearse de un dinámico equipo de colaboradores entre ellos su directora de gabinete, la catalana Erika Xiomara Torregrossa Acuña, reconocida jurista y profesora asociada en la Universidad de Barcelona, con extensa experiencia internacional como secretaria general del Colegio de Abogados adscrito al Tribunal Penal Internacional de La Haya.
España, un país con una destacada y variada presencia migratoria – tanto latinoamericana, africana, europea como asiática – cuenta con cada vez mayor presencia de ciudadanos con orígenes diversos.
Esta multiculturalidad que ya se observa en las calles, empresas y centros educativos de todo el estado apenas se ha visto reflejada aun a nivel institucional. Es una buena noticia que esta joven aragonesa – nacida en Zaragoza en 1978 de madre española y un médico libanes – haya tenido oportunidad de mostrar sus meritos y contribuir a ampliar la visión de las instituciones con una perspectiva más global.
La España del siglo XXI es una democracia diversa y plural que debe abrirse aun mas al exterior para, en base a su triple identidad, – europea, iberoamericana y mediterránea- promover sus mejores valores de solidaridad, cultura y tolerancia para desarrollar un liderazgo internacional en sintonía a su condición de la 4ª economía de la Unión Europea y la 12ª potencia económica y política del planeta.
