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Hablamos de Pegasus. ¿Falsedad o Coincidencia?

Manel Mas
Manel Mas
Estudié contabilidad y economía, fui perito y profesor mercantil, ejercí de profesor en Alesco (Altos Estudios Comerciales) en Barcelona dando clases de contabilidad, cálculo y derecho mercantil.
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análisis

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El cambio de guion con que se ha descolgado el gobierno de España para intentar escabullirse del escándalo del espionaje (salir, de repente, diciendo que ellos también han sido espiados, fíjate qué casualidad, la ministra Robles y el presidente Sánchez, que son los más responsables del asunto) es tan grosero y de una categoría tan baja que da vergüenza. Evidentemente, se trata de cambiar los roles y mirar de hacer pasar el agresor por víctima, como tiene por costumbre el nacionalismo español de estado.

Hasta ahora, el ejemplo más crudo y descarnado de esta forma de actuar fue reconvertir los agentes de policía y guardia civil que perpetraron las cargas policiales del 1-O en víctimas de «el odio» de las hordas independentistas del todo enloquecidas. Ahora vuelven a adquirir vigencia las palabras de Rubalcaba, cuando advirtió que el estado español «pagaría el coste» de parar al independentismo.

Este coste incluye la erosión de la credibilidad y, si es necesario, el ridículo y desprestigio ante la comunidad internacional: lo que sea, antes de conceder que el independentismo pueda tener razón en ninguna de sus denuncias. La primera versión  (ministra Robles en el Congreso) era justificar el espionaje «ante alguien que declara la independencia»; ha pasado una semana y… Bingo, resulta que el gobierno de España también ha sido espiado y entonces sí que el espionaje es del todo inaceptable.

Pedro Sánchez tendrá que hacer algo más que anunciar que su teléfono también se había infectado con Pegasus si quiere que su versión sea creíble. Mientras no sea así, el cambio de guion que nos propone tiene lagunas para sospechar de la nueva explicación de la Moncloa para tratar de enterrar el CatalanGate, poniéndose delante de la manifestación, puesto que él también ha sido espiado i que puede ser una cortina de humo-

El giro del Gobierno, pasando a desentenderse del espionaje al independentismo y cuestionando a Citizen Lab, el laboratorio de la universidad de Toronto que ha hecho el trabajo o desacreditar a la revista The New Yorker, a señalar en las Cortes que algo había que hacer para detener a los independentistas, ha tenido hace poco un nuevo y sorprendente capítulo convocante a los periodistas a la Moncloa para anunciar que un informe oficial librado por el Centro de Criptología Nacional confirmando que a, Sánchez le habían robado 2,5 gigas en un primer ataque y 120 megas en un segundo. Y la ministra Robles, habría sufrido un ataque de 9 megas.

La explicación del Gobierno tiene, al menos, tres grandes lagunas. La primera, que raya la incompetencia: ¿Es creíble que con las amenazas que había tenido que espionaje a Macron y Merkel, hasta ahora no hayan comprobado si sus teléfonos habían sido infectados con Pegasus y reciban este fin de semana un informe de un supuesto espionaje realizado hace ahora un año? Es decir, el CNI no encuentra primero las urnas del 1-O y después deja que el teléfono del presidente del Gobierno quede desprotegido cuando todos los gobernantes estaban comprobándolo.

La segunda tiene que ver con la opacidad que sea el mismo CNI quien haya hecho la investigación a través del Centro de Criptología. No es lo mismo la información recibida de un laboratorio internacional e independiente como Citizen Lab que un trabajo interno encargado a los subordinados. Pedro Sánchez i Margarita Robles lo tienen fácil si quieren convencer a todo el mundo de la última versión: una comprobación independiente, ajena al gobierno, de un laboratorio con prestigio internacional y tener la certeza, Mientras tanto, mejor ponerlo en entredicho.

La tercera tiene que ver con el rastro que el Ejecutivo empieza a dejar señalando a Marruecos como posible país detrás del espionaje. No se puede ser tan incompetente para regalarles el Sáhara y abandonar a su suerte los saharauis para congraciarse con Mohamed VI y sin haber obtenido nada a cambio. Hecho que supuso abrir una crisis con Argelia en un momento tan importante por el tema del gas y subir un listón más en la imprudencia señalando al reino alauita.

Incluso el PP duda que se trate de una casualidad. Aun así Feijóo aprovecha para atacar al independentismo. Esto por no señalar los daños colaterales como dejar a sus socios de Unidas Podemos sin ninguna información en un hecho de extraordinaria gravedad, incluida los ministros de esta formación, enterándose de todo en directo, como los periodistas o la opinión pública, dando un mal ejemplo de lo que es un gobierno de coalición y de una mínima lealtad. Por otro lado, los medios afines que habían comprado la versión inicial, ninguneando el espionaje, o bien justificándolo, han quedado retratados y habiendo de apoyar hoy una nueva versión ya judicializada y camino de la Audiencia Nacional. Les tendría que valer como lección de cómo al gobierno español le ha importado bastante poco jugar con su credibilidad.

Si no se creían esta versión y, el espionaje se descubrió en su momento y ahora se ha sacado a la luz ante la dimensión internacional del CatalanGate, será el escándalo político que se derivará del caso más grande de espionaje en Europa. Es momento, quizás, de constatar la incompetencia y crear un nuevo servicio de inteligencia, como ya sucedió con el Cesid en 2002.

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1 COMENTARIO

  1. Los nacionalistas catalanes hicieron lo más deleznable que se pude hacer a una sociedad; atentaron contra el orden institucional y pusieron en peligro la democracia y lo más valioso que puede tener una sociedad; la PAZ.

    El espionaje evitó que los planes de convertir España en otra Ucrania, trayendo armas y 10.000 mercenarios rusos, se llevaran a cabo.

    Las personas de bien debemos felicitarnos por ello.

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