El drama en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) persiste sin que ninguna de las medidas adoptadas hasta ahora hayan servido para alejar a la institución del ojo del huracán. Después de que el pasado 28 de diciembre expirara el plazo marcado por el ministerio de Cultura para adaptar sus estatutos a la legalidad vigente, modificando también su sistema de reparto, el responsable de esa cartera, José Guirao, ha anunciado que “hay que tomar decisiones” al no cumplirse esos requisitos establecidos. El ministro de Cultura anunciaba ayer en este sentido que en un plazo máximo de dos semanas se explicará la forma en la que se llevará a cabo la intervención.

Guirao se mostraba tajante al abordar la cuestión, asegurando que “la SGAE no puede seguir funcionando como lo está haciendo, en primer lugar porque está fuera de la legalidad”. Para poner solución al conflicto, desde Cultura no parece que exista ánimo de una intervención “dura”, siendo la opción más problable solicitar al juez “que intervenga para cosas puntuales, como los citados estatutos, hacer el voto electrónico más sencillo y cambiar los criterios de reparto”, según explicó a la prensa el propio ministro. De este modo, quedaría controlado uno de los principales puntos conflictivos, al no realizarse ya el reparto de las liquidaciones por derechos de autor siguiendo los parámetros establecidos por la junta directiva.

Otra alternativa para intentar controlar la actuación de la entidad de derechos de autor sería “quitarle parcialmente la licencia” para cuestiones determinadas. Sin bien la efectividad de esta medida sería más rápida -llevando la anterior al menos un año-, Guirao no es demasiado partidario de su implantación ya que, en sus propias palabras, “sería un hecho más traumático”. Y en ese sentido, el titular de Cultura ha querido puntualizar que su responsabilidad es “arreglar los problemas de SGAE que nos competen a nosotros; otros problemas, sobre los que el Ministerio no tiene competencia, los tendrán que arreglar sus miembros”.

Ante la petición del ministro de que retirasen el recurso planteado contra sus exigencias, el presidente de la SGAE, José Ángel Hevia, le informó de que consultaría con sus servicios jurídicos

Guirao expresó también sentirse dolido porque en su reunión con la junta directiva de la SGAE no detectó voluntad de acuerdo sino un empeño en demorar los plazos. Del mismo modo, la tensión se hizo palpable cuando, ante la petición del ministro de que retirasen el recurso planteado contra sus exigencias, el presidente de la SGAE, José Ángel Hevia, le informó de que consultaría con sus servicios jurídicos. Ante esa actitud, Guirao respondió que también el ministerio se limitará a consultar a sus servicios jurídicos para encontrar la mejor solución para la entidad.

Pese a todo, José Guirao ha subrayado que si la junta directiva de la SGAE presenta un escrito “serio con la voluntad de abordar los cambios que se le proponen”, no tendría problema en volver a sentarse para discutir nuevas vías de conciliación.

1 COMENTARIO

  1. El problema de la Sgae no es fácil de solucionar.Estoy de acuerdo con el ministro de que hay asuntos que deben tratar de solucionar los socios.Otros sin embargo,los que atañen a la legalidad sería cuestión de abordarlos desde el Ministerio.Yo,como socio de la entidad, he dicho siempre que el problema que tiene la sociedad viene de lejos y ha desembocado en la actual situación y no es otro que el haber dado entrada en la Sgae a los editores.Ahí empezó a desvirtuarse la filosofía de la entidad. Los creadores no podemos estar junto a los comerciantes de la creación.Los intereses de ambos son divergentes y fue el principio del fin de la Sgae.

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