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Graciela Paláu

Se inflamaba

Francisco Silvera
Francisco Silverahttp://www.quenosenada.blogspot.com.es
Escritor y profesor, licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Valladolid. He sido gestor cultural, lógicamente frustrado, y soy profesor funcionario de Enseñanza Secundaria, de Filosofía, hasta donde lo permitan los gobiernos actuales.
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análisis

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Un siglo contempla a la vida de Gracia Paláu desde 1919; ayer acabó pero no he sentido una tristeza dolorosa… más bien de congratulación por su vitalidad y, más allá del contenido de su trabajo, el ejemplo de compromiso con aquello que su maestro JRJ llamó “trabajo gustoso”, ese ideal de comunismo lírico en el que el esfuerzo para los demás se superpone al beneficio inmediato y se ejerce placiendo la utopía personal de la felicidad.

Tuve la suerte de conocerla, tratarla, incluso intimar un poco con ella sobre cuestiones privadas relativas a lo que rodea al Moguereño y sus administradores y estudiosos, en Moguer y en largas conversaciones transoceánicas por teléfono ¡fijo!

Graciela era como un pajarillo mitad pudibundo mitad desvergonzado, pícara, alegre, energética, tenía un punto de mujer caribe que vindicaba lo picante al tiempo ejercía de señora decimonónica universitaria hasta en la firma de sus libros. Recuerdo una noche con una copa, sólo una, por los casi noventa años de entonces, jugando con los significados de palabras de uso cotidiano en España que eran vulgaridades obscenas en Centroamérica, y gritaba, desviaba la mirada, se tapaba la boca y lloraba de risa promoviendo la ambigüedad.

Al hablar de Zenobia se inflamaba, al defender a Juan Ramón se elevaba como las neoconversas y la pasión la sacaba de este mundo. Hay quien últimamente pone en duda algunos de sus recuerdos, para mí “se non è vero, è ben trovato”, entre otras cosas porque el documento es tan lábil como la memoria: dice lo que dice quien lo usa… y Graciela era buena, simpática y apasionada. Me la creo mejor.

Fue una mujer de transición, si le hubiera tocado iniciar su vida más tarde habría sido un huracán porque, a pesar de todo lo que tuvo en contra, fue un tornado. Para mí su visión de la poética de JRJ es una hermosa novela de lectura obligatoria para quien quiera acercarse a la figura del poeta, yo lo leo distinto pero eso no me arrebata un ápice de su Autoridad.

Se fue Graciela Paláu. En los muertos morimos todos un poco, allá vamos.

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