Hoy se celebra el Congreso del PP de Almería en el que Gabriel Amat será reelegido como presidente del mismo. Esto no es algo que sorprenda a nadie. Todo el mundo lo daba por hecho por la personalidad, por el peso que tiene el presidente de la Diputación en su partido y, sobre todo, por el modo casi caudillista de manejar a la organización. Sin embargo, la sensación política de una proclamación anunciada es que aquélla va más allá. Dentro del PP almeriense nadie piensa en la sucesión y se deja la decisión de la retirada de Amat a lo que él quiera o a lo que él decida. El momento de la misma también se le permite programarlo al alcalde de Roquetas.

Con los casos de corrupción que hemos publicado en este medio en los que existe una presunta implicación de Gabriel Amat, o en los que se ha visto presuntamente beneficiado, y otros que están siendo investigados por las Fuerzas de Seguridad del Estado y que aún no han trascendido, ese planteamiento de que será Amat quien decida el cómo, el cuándo y, posiblemente, el quién en lo referido a su renuncia a la presidencia del PP de Almería, es un claro desafío al PP nacional y, por extensión, al propio Mariano Rajoy. ¿Qué poder tiene Amat para poder permitirse el lujo de seguir manteniendo ese poder absoluto en una provincia como Almería? ¿Qué oscuros asuntos tiene entre manos para poder atreverse a desafiar de un modo tan claro a sus superiores jerárquicos? ¿Qué sabe Amat para que se le permita lo que se le está permitiendo? ¿Por qué Génova, o el Gobierno, le dan carta blanca o le protegen? Volvemos a estar ante un caso de responsabilidad in vigilando por parte del Partido Popular nacional en presuntos casos de corrupción de políticos de su partido, casos de corrupción que superan los intereses políticos y éticos de los que tanto están alardeando los nuevos dirigentes populares pero que en Almería brillan por su ausencia.

En una entrevista concedida a La Voz de Almería, Javier Aureliano García, secretario general del Partido Popular de la provincia de Almería, ha confirmado que el partido seguirá presidido por Gabriel Amat hasta el momento en que el alcalde de Roquetas de Mar lo decida. «El momento de la sucesión llegará cuando Gabriel Amat decida que llegue. Ahora mismo hay un partido unido en torno a la figura de Gabriel Amat, un líder indiscutible». Además, se ha mostrado orgulloso de trabajar junto al actual presidente y no se ve como el delfín porque «Gabriel Amat tiene mucha fuerza. Ojalá Gabriel Amat siguiera muchos años de presidente del PP porque nadie en la historia del partido lo ha hecho como él».

En la entrevista realizada por Simón Ruiz también se habla del actual alcalde de Almería capital, Ramón Fernández-Pacheco y del papel que está jugando en los congresos regionales y nacionales del Partido Popular, del que se siente «orgulloso de mi amigo Ramón y le auguro un gran futuro en el PP y, sobre todo, un gran porvenir en la ciudad de la mano de Ramón como alcalde».

Uno de los aspectos que se plantean en la entrevista es la pérdida de respaldo en la provincia y el peso que debería tener Almería respecto a las decisiones que se toman desde el Gobierno Central. En este punto ha aprovechado para atacar a la Junta de Andalucía en vez de hacer una crítica al abandono que en los PGE se ha demostrado que adopta el Ejecutivo de Mariano Rajoy respecto a Almería, sobre todo en aspectos tan importantes como son las infraestructuras.

En este punto hay un tema que es fundamental para el desarrollo de Almería: el AVE. Aunque ha sacado pecho por la presencia del PP de Almería en las manifestaciones que reivindicaban esta infraestructura o que ellos han exigido al Gobierno el tren de alta velocidad. Sin embargo, apoya los plazos marcados por el ministro Íñigo de la Serna porque con «el calendario apuntado por el ministro, parece absurdo poner muchos más millones en los PGE porque es imposible adjudicar ahora obras».

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