A lo largo de los dos últimos años la controversia ha venido acompañando a Steven Universe, una aparentemente inocua y entrañable serie televisiva de dibujos animados dirigida a todos los públicos y distribuida en todo el globo por las distintas filiales de Cartoon Network. La polémica gravita en torno a la inclusión en su trama de temática más o menos claramente homosexual. En consecuencia, se han alzado voces en la comunidad LGTB y entre los abanderados de la teoría queer que han dado a la serie una entusiasta bienvenida, así como asociaciones de padres y madres reaccionarios que han formado auténticos lobbies para presionar a Cartoon Network, exigiendo que modifique sus contenidos o, sin más, cese de retransmitirla. ¿Es para tanto? Eso lo veremos acto seguido. Pero primero, para aquellos que no estáis familiarizados con el mundo de Steven Universe, voy a iniciaros en sus gozosos misterios.

La serie aborda la convivencia en nuestro planeta entre seres humanos y representantes de una peculiar raza de alienígenas: las gemas de cristal. Aunque la creadora de Steven Universe, Rebecca Sugar, se cura en salud afirmando en sus declaraciones que las gemas de cristal no tienen género, lo cierto es que todas ellas aparecen representadas como mujeres (a excepción del propio Steven, el niño protagonista, híbrido de padre humano y madre alienígena). Uno de los principales motivos argumentales de la serie es el fenómeno de la fusión de gemas. Se trata esta de una propiedad de nuestras amigas extraterrestres, que pueden fusionar sus cuerpos a voluntad conformando un nuevo ser, adición y mezcla de sus integrantes, cuyo poder supera a la suma de las partes. A las gemas fusionadas, a guisa de diosas hindúes, se les multiplican los pares de ojos y de brazos. En otro plano de interpretación, el acto de la fusión simboliza la unión amorosa entre dos personas, ya sea de carácter romántico o puramente sexual. Esta metáfora es muy fértil en connotaciones y posibilidades, y los guionistas de la serie saben cómo aprovecharlas.

Nueva imagenLas fusiones, al igual que las relaciones sentimentales, pueden ser más o menos sólidas. La mayoría de las veces son uniones efímeras, tras las cuales las gemas participantes recuperan su individualidad. En algunos casos (como el de Rubí y Zafiro; véase capítulo 52, Jail Break) el enlace entre las gemas es tan equilibrado que pasan fusionadas la mayor parte de su existencia, formando un único ser cuya cohesión es posible gracias a la fuerza del amor. No puedo evitar acordarme de las palabras de Empédocles; la teoría de fusión de Steven Universe ejemplifica su cosmología a las mil maravillas: “En el Rencor todo es de formas diferentes y separadas, pero en el Amor todo confluye y se desea mutuamente. […] Interpenetrándose, asumen formas diferentes: tanto los cambia la mezcla”. Las fusiones pueden unir dos o más gemas. Dos gemas que forman una fusión estable pueden unirse a una tercera de forma ocasional; y, como en un ménage à trois del mundo real, pueden surgir tensiones que pongan en peligro la estabilidad de la pareja inicial (capítulos 63 y 64, Cry for Help y Keystone Motel). Una unión no consensuada es, para el código ético de las gemas de cristal, una aberración indecible. Granate se muestra profundamente indignada al descubrir un experimento de fusión forzada (capítulo 60, Keeping It Together), lo que equivale, siguiendo con el juego de la metáfora, a una violación.

Me diréis que todo esto es hilar muy fino, y que esta interpretación no es más que fruto de mi mente retorcida. Un espectador bien pensante no verá en las gemas de Rebecca Sugar más que un grupo de amigas con poderes sobrenaturales que combinan sus cuerpos y sus identidades en un complejo dédalo de relaciones. Otro espectador más avieso las leerá como una manada de lesbianas poliamorosas entregadas a la promiscuidad más arbitraria. ¿Por qué tanta controversia si todo es tan abierto y tan nebuloso? Porque hay un elemento más en la fusión de gemas que delata descaradamente su connotación sexual: la sincronización. Para hacer efectiva una fusión, las dos gemas tienen que sincronizarse, lo que quiere decir bailar juntas a un mismo ritmo, coordinar sus movimientos y, finalmente, lanzarse una en brazos de la otra; fundidas ambas en un haz de luz, surge el cuerpo del ser combinado. Rebecca Sugar representa los pasos de este baile como una auténtica danza de cortejo, subrepticiamente erotizada. Perla tapa los ojos a Steven para que no vea cómo se fusionan Granate y Amatista (capítulo 20, Coach Steven); en efecto, justo antes de convertirse en luz, Granate se abre de piernas para recibir el cuerpo de su compañera.

Escena del capítulo 61 de Steven Universe censurada por las filiales europeas de Cartoon Network.
Escena del capítulo 61 de Steven Universe censurada por las filiales europeas de Cartoon Network.

Por otra parte, la serie expresa con claridad meridiana que Perla está enamorada de Rosa Cuarzo (capítulo 45, Rose’s Scabbard y 62, Chille Tid, entre otros). En una polémica escena, Rosa Cuarzo y Perla bailan bien pegadas, acercando sus labios y mirándose acarameladas a los ojos, antes de girar en una espiral luminosa y fundirse en un único ser (capítulo 61, We Need to Talk). La otra noche comprobé que esta escena ha sido censurada en España, haciéndola desaparecer del metraje. Echaban el capítulo en cuestión en Boing a las doce y cinco de la noche, que por lo que tengo entendido no es el prime time del público infantil. Estamos hablando de un tijeretazo en toda regla; reproduzco el fotograma eliminado para que veáis de qué tipo de imagen hiriente y escandalosa estamos hablando. ¿Es solo mi sensación o, en los tiempos de aparente permisividad que corren, al tratar ciertos temas en ciertos contextos seguimos al nivel de aquella censura franquista que hizo hermanos a Grace Kelly y Donald Sinden en Mogambo? En aras de la defensa de la heteronormatividad, lo que pretende en última instancia la policía de la moral es hacer invisible la homosexualidad a los niños, desterrando del imaginario infantil el amor romántico entre mujeres, aun cuando está representado con la sutileza, la poesía y el encanto que Rebecca Sugar ha sabido imprimir a Steven Universe.

2 COMENTARIOS

  1. Excelente serie y un muy buen análisis de lo que subyace, como bien dices, representado de forma hermosa y poética. Una pena que todavía haya gente asustada de estas representaciones e intente «proteger» a las mentes receptivas de abrirse demasiado.

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