Las encuestas fallaron estrepitosamente una vez más. Y en este caso el gran damnificado ha sido la coalición Unidos Podemos, que no solo no ha superado al PSOE en votos ni escaños sino que se estancado en su proyecto de coalición con Izquierda Unida bajo el formato Unidos Podemos. Estas elecciones del 26-J han supuesto un varapalo sin paliativos para Unidos Podemos que, con 71 escaños, ha perdido 1,2 millones de votos respecto a diciembre, resultado «no satisfactorio», según su candidato, Pablo Iglesias, que niega sin embargo el fracaso de alianza con IU y de su estrategia.

Tras una noche de semblantes abatidos en el Teatro Goya de Madrid, donde Unidos Podemos había instalado su cuartel general para seguir las elecciones, Iglesias comparecía ante la prensa para reconocer que los resultados de las elecciones no han cumplido con sus expectativas. Pero la autocrítica tendrá que esperar a los próximos días. De momento, Iglesias se ha limitado a admitir que los resultados, que ya ha comenzado a analizar con «calma» la ejecutiva de su partido, «no son satisfactorios» y urge una necesaria reflexión sobre las causas y consecuencias del aumento del voto al bloque conservador y al PP.

 

Escoltado por buena parte de su ejecutiva y acompañado también por el coordinador de IU, Alberto Garzón (IU), Iglesias, con semblante serio ha insistido en que lo más «sensato» a partir de ahora sería que las fuerzas progresistas comenzaran a dialogar y ya ha escrito un mensaje al líder del PSOE, Pedro Sánchez.

Sin embargo, ha dejado todos los escenarios abiertos. No ha querido aventurar si será posible conformar un gobierno de mayoría de izquierdas, y ha aludido a las «incompatibilidades programáticas» de Unidos Podemos con Ciudadanos, reafirmando que su formación no «prostituiría su programa» por cargos o puestos.

Por sus palabras de la noche electoral no parece tampoco que se vaya a plantear su dimisión: «Cuando uno ejerce una responsabilidad política tiene que estar preparado para ejercerla en los momentos más dulces y menos dulces y aquí nosotros estamos para tirar del carro y seguir sacando adelante», el proyecto, dijo Iglesias con semblante serio rodeado de toda la cúpula del partido.

«Nos queda mucho futuro en este país», ha afirmado el secretario general de Podemos, que no cree que sus votantes les hayan castigado por no apoyar la investidura de Sánchez porque -ha recordado- esa decisión fue consultada a sus bases.

Y pese admitir que no esperaban estos resultados que, según Íñigo Errejón no son buenos para Unidos Podemos ni para España, Iglesias ha puesto en valor el camino recorrido por la formación morada que sigue estando llamada, a su juicio, a «jugar un papel determinante».

Tampoco hacen lectura crítica de su estrategia o de las distintas confluencias ni sobre su unión con IU. Según Iglesias, la confluencia es «el camino correcto» para tratar de acumular en España las fuerzas progresistas y a la alianza con Izquierda Unida le queda recorrido: «Esperamos seguir caminando juntos», ha dicho tras recalcar que el nivel de apoyo conseguido por Podemos en dos años «es incompatible» con la palabra «fracaso».

Sin embargo, Unidos Podemos tampoco ha cumplido sus expectativas de mejorar sus resultados en las comunidades en las que concurren en confluencia con otras fuerzas. En Cataluña, en Comú Podem (ECP) ha repetido victoria con 12 escaños, al igual que en el País Vasco, con seis diputados.

La coalición En Marea -Podemos, Anova y Esquerda Unida- no ha aguantado en Galicia al perder un diputado respecto a diciembre y quedarse con cinco, con lo que deja de ser la segunda fuerza en favor del PSdeG.

Por último, en la Comunidad Valenciana, la coalición de Compromís y Podemos, que se ha reeditado para estos comicios ampliada a Esquerra Unida, se ha conformado de nuevo con la segunda posición y el mismo número de escaños que en diciembre, nueve, con 17.000 votos menos que el 20-D, pese a que entonces IU en solitario consiguió 111.963 votos.

Podemos ha mantenido la segunda posición en la Comunidad de Madrid con ocho diputados, los mismos que obtuvo la lista encabezada por Pablo Iglesias en diciembre, aunque en aquella ocasión Izquierda Unida, su actual aliado, consiguió dos escaños.

Otro punto agrio para Podemos es que el ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) Julio Rodríguez, se vuelve a quedar fuera del Congreso al perder la coalición el escaño que sí obtuvo Podemos el 20-D en Almería, mientras que el líder jornalero Diego Cañamero ha logrado su escaño en Jaén.

Para IU, el fracaso ha sido similar. Esperaban hasta 14 diputados más y con esa expectativa se repartieron los puestos en las listas con Podemos, y finalmente sólo ganan tres.

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