El fiscal anticorrupción, Manuel Moix, ha presentado su dimisión al fiscal general del Estado, José Manuel Maza, tras la polémica generada al conocerse que es propietario junto a sus hermanos de una sociedad en Panamá.

Al filo de las 11.30 de esta mañana la Fiscalía General del Estado, la Fiscalía General del Estado, convocaba una rueda de prensa de forma urgente. Horas antes mantenían una reunión el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza y el Fiscal Anticorrupción, Manuel Moix. Segundos después, Maza aparecía ante los medios para confirmar lo que ya se esperaba. Acompañado de un documento sellado y sin admitir preguntas Maza informaba: “El Fiscal Anticorrupción, me ha presentado su dimisión irrevocable por asuntos personales y no he podido convencerle”. Antes, José Manuel Maza le ha defendido. “Con la ley en la mano no existe ninguna irregularidad en su actuación pero yo no puedo obligar a nadie a asumir un cargo si no quiere”.

Las tintas ya venían cargadas desde su primera intervención como Fiscal Anticorrupción. En concreto, el pasado 10 de abril, cuando firmó el relevo de los dos fiscales encargados de investigar el caso del 3%, la presunta trama de comisiones ilegales que los empresarios catalanes pagaban a altos cargos de Convergencia a cambio de que éstos les facilitaran el acceso a adjudicaciones públicas.

Apartó a los fiscales que investigaban las fechorías del ex presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez en el caso Auditorio. Después fue necesario convocar al Consejo Fiscal para que intercediera, ante la decisión de Moix, de neutralizar los registros en las propiedades del expresidente madrileño, Ignacio González, y después también intento presionar en el caso Púnica, que mantiene en prisión al diputado de la Asamblea de Madrid y mano derecha de Esperanza Aguirre, Francisco Granados.

Entremedias, amparado en una supuesta intención de no tener a fiscales sobrecargados y otros más libres, dio orden a los responsables de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional y a los de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, departamentos con los que habitualmente trabaja el Ministerio Público, de que le remitan directamente a él todos los informes que realicen sobre asuntos que estén indagando y que aún no hayan entrado en el organismo especializado.

El último aldabonazo ha sido descubrir que poseía el 25 por ciento de una herencia de su padre en una empresa radicada en el paraíso fiscal de Panamá. Algo que ya tenia su propia carga explosiva tras los casos de empresas radicadas en ese país con la intención de evadir impuestos, en el caso denominado Los Papeles de Panamá.  

Ayer día crucial

Ayer fue un día importante en el desarrollo de la crisis. A primeras horas de la mañana el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, respaldaba con un claro y rotundo “” el nombramiento de Moix a cargo de Maza. Sin embargo en el Congreso, la Vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaria, afinaba aún más. “La decisión corresponde al Fiscal General del Estado que lo nombró. El Gobierno no tiene nada que ver con los nombramientos de los fiscales”. En los mismos términos se pronunció el ministro de Justicia, Rafael Catalá, y esta misma mañana el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, se pronunciaba en los mismo términos como su fuera la estrategia diseñada desde Moncloa.

También ayer Moix perdió el apoyo de la Asociación de Fiscales. La organización pido a Maza el cese inminente del Fiscal. Un duro revés para Moix y para Maza. La organización conservadora, más influyente del territorio fiscal, la más numerosa en socios y quien convenció a Maza para que lo nombrará Fiscal Anticorrupción pidió el cese de Moix, por la “mala imagen que esta ofreciendo de la Fiscalía estado todos los días como protagonista en los medios”.

Leyendo entre líneas, podemos decir que tres Ministros habían pedido a Maza la cabeza de Moix y la Organización que aconsejo su nombramiento, también. Hoy sólo quedaba escenificar la caída. Lo de hoy a las 11.30 ha sido un pantomima, Moix ya estaba sentenciado. Sólo queda una pregunta, ¿el causante de la crisis ha sido, en realidad, la empresa de Panamá? O ha sido la espoleta necesaria para quitárselo de encima?. Lo que nos lleva a otra pregunta:

¿Ha sido, o no, “fuego amigo”? Sólo el tiempo lo dirá.

 

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