El PP ya ha empezado a negociar con Vox. Feijóo no lo quiere reconocer porque con las elecciones generales a las puertas tampoco es cuestión de sacar pecho de los impresentables pactos con la extrema derecha. De ahí que se haya lavado las manos, dando libertad a sus barones autonómicos para negociar acuerdos de cara a sus respectivas sesiones de investidura. Las primeras noticias apuntan a que aquellos candidatos que no han obtenido mayoría absoluta en las elecciones del 28M –Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia, Extremadura y Baleares– están dispuestos a presentarse a la sesión de investidura sin haber cerrado ningún tipo de acuerdo previo con el partido de Santiago Abascal, según fuentes populares citadas por Europa Press.
Sin ganas de reconocer acuerdos
Cada comunidad autónoma es un mundo y cada diputado tiene su propia opinión sobre Vox. “Que Vox vote que no y hago la campaña de las generales desde mi región”, bromea uno de los barones. “Si me matan a mí antes de las generales, Vox se pega un tiro”, añade otro de los presidentes.
En las últimas horas se había especulado con la posibilidad de que Feijóo dejara el espinoso asunto de los pactos con Vox para después del 23J. En ese sentido se ha pronunciado Juanma Moreno Bonilla, presidente de Andalucía, que advierte de que el PP no va a tener “prisa ni ansiedad” a la hora de dar ese paso por mucho que Sánchez haya emprendido una “huida hacia adelante” convocando elecciones anticipadas. En esa misma línea, y con la vista puesta en la carrera de las generales, que llevará a mantener activada la maquinaria electoral en los próximos dos meses, en Génova reconocen que no hay urgencia alguna para esas negociaciones de investidura y apuestan por dilatar los posibles pactos, sobre todo con Vox. “Esto va a ir a fuego lento”, reconoce otro dirigente autonómico.
Los barones del PP que no han conseguido mayoría absoluta o suficiente están dispuestos a presentarse a la investidura sin Vox, aunque sea fallida, al tiempo que ya fijan líneas rojas a esa formación. “No voy a dejar entrar a Vox en el Gobierno de mi región”, recalca uno de los ganadores autonómicos del PP en la noche del 28 de mayo.
De esta forma, la estrategia de Feijóo y de sus presidentes pasa por marcar distancia con los ultras en plena campaña de las elecciones generales, consciente de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere utilizar la baza de los acuerdos entre PP-Vox para atacar a los populares.
La lista más votada
Algunas comunidades lo tienen más fácil, como es el caso de Baleares o Murcia, donde el PP suma más que toda la izquierda y ahí les bastaría la abstención de Vox. Feijóo sigue defendiendo con ahínco su propuesta de que gobierne el más votado y esa será una de las premisas a las que se aferrarán muchos de sus candidatos en sus territorios a la hora de conformar gobiernos, devolviendo así la pelota a partidos como Vox para que se retraten y aclaren si quieren votar lo mismo que la izquierda.
En cualquier caso, fuentes de la dirección del PP confían en que prime el sentido común y en más autonomías y ciudades se abra paso la “vía Revilla”, en alusión a su decisión de permitir un Gobierno en solitario del PP en Cantabria para evitar que pacte con la extrema derecha. Públicamente, el presidente en funciones de Cantabria, Miguel Angel Revilla, ha afirmado este martes que no piensa “obstaculizar” la formación de un Gobierno del PP en la región, tras su resultado “espectacular” en las elecciones, porque el PRC “no es un partido carroñero” y para que la comunidad “no se contamine” con un pacto entre populares y voxistas.
Las negociaciones postelectorales fueron uno de los asuntos que han estado encima de la mesa en el almuerzo “distendido”, “informal” y de “celebración” que Feijóo mantuvo ayer con sus presidentes en la sede nacional del PP.
Recuerdo que siendo Fraga presidente del PP había un partido de extrema derecha llamado Fuerza Nueva, y Fraga llegó a decir que antes con el Partido Comunista que con Fuerza Nueva.
Si se niegan a negociar nada con Vox, a lo mejor Vox se abstiene en la sesión de investidura y el PP gana en muchos sitios, pero eso no quiere decir que el resto de la legislatura Vox se vaya a abstener. Además, yo no descarto que si no llegan a ningún acuerdo, Vox vote en contra y el PP pierda la investidura, por mucho jaleo mediático que armen. El PP le ha tomado el pelo a Vox muchas veces. Ahora Vox exige entrar en el gobierno para hacer más difícil que el PP incumpla lo pactado, aunque tampoco es una garantía a prueba de bomba.
A lo mejor si se repiten elecciones autonómicas y municipales eso perjudica a Vox, pero también le perjudicaría a Vox aparecer ante sus votantes como el partido que apoya gratuitamente al PP.
Cuando el articulista habla de «votar igual que la izquierda» debería decir «Vox no cambia sus principios». ¿De qué sirve apoyar al PP para no cambiar una coma de la agenda globalista impuesta? Sus votantes lo saben, o sea que «nada de tiro en el pie». Vox pide un cambio de políticas irracionales y si el PP niega ese cambio, no apoyarles no es «votar con la izquierda». No parece complicado entenderlo salvo si la intención es confundir y marear.
El antecedente de PP y Vox gobernando juntos ya lo tenemos en Castilla Leon,osea,porque porque no en otros lugares?
¿Como es posible que Feijoo critique la convocatoria de elecciones en julio cuando el mismo convoco elecciones gallegas en julio??
Pues todo igual con el PP,partido de donde se escindio vox.
Ahora nuevamente con la palabrita «constitucionalista»¿Alguen les puede recordar que pidieron y votaron NO a la constitucion?
Se puede suponer que ya no están en contra de la constitución. Pero por otra parte, en un estado de derecho, tu puedes votar en contra de una ley, pero una vez aprobada, debes acatarla aunque no te guste.
Para no acatar una ley, debe ser que sea un completo desastre, o que no se halla aprobado por el procedimiento legal: que sea una ley «ilegal» vamos.