El daño causado a los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 tiene como consecuencia directa que Europa se vea privada indefinidamente de una de sus rutas principales de suministro de gas. Asi lo afirmó ante la ONU el portavoz de la compañía Gazprom el viernes.
El portavoz de Gazprom, Sergey Kupriyanov, explicó el viernes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas cuál era la situación de los gasoductos, y las perspectivas de que pudieran volver a funcionar: «Esencialmente, Europa se ve privada indefinidamente de una de las rutas clave para obtener un recurso energético crucial. Rusia y Gazprom han invertido una gran cantidad de energía y dinero para construir y poner en marcha estos gasoductos porque, como pensábamos, es la manera más rápida y segura de que el gas ruso llegue a los consumidores europeos. Ahora los gasoductos están paralizados debido a las perforaciones».
Durante su intervención, explicó que los datos técnicos «permiten a Gazprom decir con certeza que las fuertes caídas de presión fueron causadas por daños físicos», una constatación de que lo sucedido no se debía a una avería casual. En el momento de las explosiones los canales estaban llenos de combustible y estaban listos para prestar servicio. Había unos 800 millones de metros cúbicos de gas, lo equivalente al consumo de Dinamarca en tres meses.
Gazprom busca soluciones
Según explicaba el portavoz de la compañía, «Gazprom ha comenza a buscar posibles soluciones para que el sistema Nord Stream vuelva a funcionar, pero aún no se puede saber cuánto tiempo nos va a llevar encontrar la solución. Es una tarea técnica muy difícil», afirmó Kupriyanov.
Por el momento, es indispensable que un equipo técnico se persone en el lugar de los hechos, para así poder evaluar sobre el terreno los daños y sus posibles soluciones.
