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El estertor asesino del PRIAN

Alejandro Robles
Alejandro Robles
Académico; maestro en derecho por la UNAM; defensor de derechos humanos. Actualmente, activista del Movimiento de Regeneración Nacional. Hombre de izquierda con una militancia en el PRD, por el que fue diputado a la VI legislatura, electo por el distrito XXX de Coyoacán. Padre de dos hijos: Sahara de 6 años y Fidel de 2 años, casado con Sara Zuñiga.
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análisis

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Las elecciones del próximo 1 de julio se consagran como las más violentas en la historia además de representar el fin de una época y ser las más concurridas. Son los estertores del PRIAN los que cobran cientos de vidas desde que arrancaron las campañas la cifra de candidatos es de al menos 112 ejecutados.

El fin del PRIAN como el partido neoliberal es un antes y un después, son treinta años de despojos y atracos, Morena cundió de costa a costa de frontera a frontera, donde hay multitudes vitoreando es señal de que se trata de Andrés Manuel López Obrador.

Sí este régimen se agotó fue principalmente por su deshumanización detrás de ese centenar de candidatos hay miles de ciudadanos a los que el poder caciquil les ha arrebatado la vida, aunque se ocultan detrás de la propaganda y en especial de la garantía de impunidad.

Conforme los días se acerquen a la elección las ejecuciones se multiplicarán, son los estertores del PRIAN cuyos cimientos están hechos de autócratas locales que se aferran al poder en abierta contradicción a la voluntad popular.

Son los caciques los que representan la reacción más violenta ante el cambio, los personajes que pregonan la locura de López Obrador como Diego Fernández de Cevallos los incitan a echar mano del ancestral remedio del muerto el perro se acabó la rabia.

Es el día a día de un país donde morir no es noticia, el imaginario colectivo se relaja con analgésicos suministrados en dosis cada vez más fuertes desde la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, esos analgésicos son el: seguramente la debía, se lo buscó o el todos son los mismo.

 

Son las “razones” del poder corrupto, es la narrativa del cacique, sobre él descansa el régimen. Es el cacique a fin de cuentas la raíz de la corrupción y como tal es la parte más reacia porque está acostumbrado a imponerse sobre la voluntad de su pueblo y ve venir que este le hará pinza con López Obrador.

El fraude es el origen del PRIAN como fuerza política nacida en 1988 está llamada a la horca el 1 de julio, mientras tanto sus bases andan desatadas buscando culpables, la ansiedad por la pérdida de poder los lleva a ofrendar a críticos, opositores y hasta colaboradores en duda.

Se vale matar por poder es el principio del PRIAN principio que acabó con nuestra pretendida democracia, 300 mil ejecutados dejó la supuesta lucha contra el narcotráfico que no ha sido otra cosa que dolor y muerte a los que menos tienen.

El PRIAN es un régimen con instintos asesinos mató para llegar al poder, fueron cientos de perredistas asesinados por Salinas de Gortari cuando el PRD era parte del movimiento social y mata ahora para conservarse, su ejecutor de ayer y hoy es el cacique.

Hoy en plena Ciudad de México hay reconocidos exponentes, asesinos como Mauricio Toledo e Ismael Figueroa actúan al amparo del PRIAN, un diputado y un bombero que son la estampa del cacique y el líder charro.

Son el estereotipo de las bases del PRIAN, cacicazgos y feudos son su arma, se encuentran aterrados ante la posibilidad de que el nuevo régimen cumpla su palabra de imponer la honestidad, la paz y la democracia.

La violencia cosechará más víctimas de aquí al día de la elección, por lo que se trata de combatir el miedo que pretenden esparcir, cada que ofrendan una vida quieren paralizarnos, es el escarmiento su objetivo, pero es más grande la esperanza que su deseo de impunidad.

Somos más los que no debemos nada, son los menos los que la deben, tienen miedo de que se acabe su impunidad, tienen miedo de que se convierta en venganza la exigencia de un pueblo que rabia justicia.

Esa es la crisis ocasionada por un régimen que se resiste a morir y el México que insiste en nacer, la esperanza es que triunfen los más sobre los menos, es que se acaben los caciques para que la voluntad de pueblo de México nunca más quede sujeta a la obediencia o muerte.

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