Llegó el día. Este martes se darán a conocer las conclusiones del Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la retroactividad de las cláusulas suelo en los préstamos hipotecarios. Casi hay unanimidad entre los analistas. La banca deberá rascarse el bolsillo y abonar todos los intereses cobrados de más desde el primer día en que aplicaron esa cláusula que establece un mínimo a pagar en las cuotas mensuales de la hipoteca aunque los intereses que se hayan acordado con el banco, generalmente el euríbor, estén por debajo. El TJUE no admitirá la salvedad del Supremo que estableció como fecha inicial para calcular las devoluciones la del 9 de mayo de 2013, es decir la de su primera sentencia al respecto, y dirá que hay que devolver todo lo cobrado de más. Un coste total para las entidades que se calcula oscila entre los 3.000 y los 4.000 millones de euros.

El informe del Abogado General suele ser determinante a la hora de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea falle sobre un asunto. En el de las cláusulas suelo no se prevé fallo definitivo hasta finales de año, pero, en función de lo que se diga este martes, los bancos comenzarán a provisionar para hacer frente a las devoluciones. De momento ya hay provisionados 950 millones, y Goldman Sachs estima que harán falta otros 3.000 millones para abonar la totalidad. “No nos posicionamos sobre el posible resultado del procedimiento judicial, pero si la retroactividad se extiende calculamos unas provisiones extraordinarias de 3.000 millones que habría que sumar a los 945 millones de 2015”, señalan.

BBVA sería el banco más dañado por la retroactividad total. Debería efectuar un aprovisionamiento extraordinario de 1.800 millones, un 36% de sus ingresos. Tras la entidad que preside Francisco González, se situaría Caixabank, con 660 millones de euros. El cálculo se ha efectuado basándose en el número de hipotecas que tienen estas entidades. Ahora bien, hay que tener en cuenta que las dos ya han dejado de aplicar las cláusulas, y que han devuelto parte del dinero indebidamente cobrado.

Algo parecido ocurre en el caso del Popular. Una sentencia del Supremo a primeros de año, les obligó a paralizar su clausula suelo y a devolver parte del dinero. Haciendo cálculos, deberían provisionar en torno a los 350 millones. Bankia, todavía menos, unos 160 millones. Ni Santander ni Bankinter incluyen, en sus contratos hipotecarios cláusulas suelo por lo que el impacto en su contabilidad es nulo.

Los abogados de los reclamantes aseguran que no hay riesgo para el sistema si se tiene que hacer frente a tal cantidad. Pero en la banca se recuerda que el Banco de España alertó, en su día, de que si hay que pagar todo el dinero cobrado de más, “probablemente el dinero del rescate de la banca que se pidió a Bruselas sería insuficiente”. Habría que pedir más.

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