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Estas son las enfermedades estacionales que podrían confundirse con el Covid-19

Antonio González Aguayo
Antonio González Aguayo
Licenciado en Historia, Escenografía teatral y con estudios de periodismo. Escribo en diferentes medios digitales.
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análisis

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En primavera, que abarca de marzo a junio, es habitual la aparición de síntomas que pueden ir ligados a una patología estacional, y que no se corresponden con el Covid-19 (fiebre, tos, y sensación de falta de aire; y en  algunos casos, también puede haber disminución del olfato y del gusto, escalofríos, dolor de garganta, dolor de cabeza, debilidad general, diarrea o vómitos).

La enfermedad primaveral más habitual es la alergia. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), las enfermedades alérgicas en España afectan a un 30% de la población, es decir, a 16 millones de personas. Entre los alérgicos, aproximadamente la mitad, lo son a pólenes de plantas. Las gramíneas, el plátano de sombra y el olivo complicarán la vida a los más de 8 millones de alérgicos al polen durante los meses de mayo y junio. En esta ocasión las alergias respiratorias convivirán con el Covid-19.

El Ministerio de Sanidad explica que «cuando los alergenos ingresan por primera vez en el cuerpo de una persona predispuesta a las alergias, se produce una serie de reacciones y se generan anticuerpos específicos contra esa sustancia». Después estos anticuerpos «viajan a unas células llamadas mastocitos que son particularmente abundantes en la nariz, ojos y pulmones. Los anticuerpos se adhieren a la superficie de estas células y la próxima vez que una persona alérgica tome contacto con los alergenos a los cuales reacciona, se inicia la liberación de sustancias conocidas como ‘mediadores de la inflamación’, entre los que se encuentra la histamina, que producen los síntomas propios de la alergia».

Como consecuencia se desarrollan una serie de síntomas que no coinciden con los establecidos para diagnosticar el coronavirus como picor en los ojos, congestión nasal (aunque en algunos casos de Covid-19 se presentan, pero no es lo habitual), rinitis y estornudos.

Por su parte, el asma es una patología respiratoria que también vive sus peores meses en primavera. La OMS la define como «una de las principales enfermedades no transmisibles. Se trata de una enfermedad crónica que provoca inflamación y estrechamiento de las vías que conducen el aire a los pulmones». Aunque la dificultad respiratoria es un síntoma compartido con el coronavirus, existen otros exclusivos de la enfermedad. Entre ellos se encuentran las sibilancias y el insomnio, dos síntomas no reconocidos en el Covid-19.

Asegura la OMS que «el asma es una de las principales enfermedades no transmisibles, y se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias; su gravedad es variable según el paciente. Los síntomas pueden manifestarse varias veces al día o a la semana, y en algunos casos empeoran durante la actividad física o por la noche. Durante los ataques de asma el revestimiento de los bronquios se hincha, con lo que disminuye su diámetro interno y se reduce el flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Los síntomas asmáticos recurrentes son causa frecuente de insomnio, cansancio diurno, disminución de la actividad y absentismo escolar y laboral. El asma tiene una baja tasa de letalidad en comparación con otras enfermedades crónicas».

Hay otras infecciones víricas aparte del coronavirus que presentan síntomas comunes, pero también diferenciales. Es el caso de la gripe, cuyo primer síntoma es una fiebre entre 39º y 41º C. Sin embargo, esta enfermedad está más ligada al otoño e invierno que a la primavera. Sus síntomas característicos son: dolores en el cuerpo, escalofríos, mareos, rubefacción de la cara, dolor de cabeza, decaimiento, náuseas y vómitos. Entre el segundo y el cuarto día de la enfermedad, la fiebre y los dolores comienzan a desaparecer, pero se presentan nuevos síntomas, como: tos seca, aumento de los síntomas respiratorios rinorrea (transparente y acuosa), estornudos, dolor de garganta. A excepción de la tos, estos síntomas por lo regular desaparecen al cabo de cuatro a siete días. A veces, la fiebre regresa. La tos y la sensación de cansancio generalmente pueden durar semanas. Es posible que algunas personas no tengan ganas de comer.

Existen otros virus que perduran en primavera y que pueden dar lugar a la aparición de amigdalitis. La amigdalitis conlleva dolor de cabeza y de garganta, además de dificultad para tragar, síntomas no definitorios del Covid-19.

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