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¿Estamos ya en la quinta ola de la pandemia de los hiperpadres?

José Amestoy Alonso
José Amestoy Alonso
Escritor y profesor licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza. Sus líneas de investigación son Climatología, Medio Ambiente y Tercer Mundo.
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análisis

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Quienes lean mis artículos en Diario 16, se habrán dado cuenta que he escrito varios dedicados a analizar y responsabilizar del incremento de los casos de infección del SAR-CoV-2 a determinados estamentos sociales sobre todo a los irresponsables desde el primer día que se permitió salir a la calle, pero no voy a exponer lo ya escrito.

Sin embargo, el hecho del macrobrote de Mallorca y su expansión por el resto del país, trataré de analizarlo desde la óptica de la Educación de los alumnos. Decir antes, que he hablado con compañeros de profesión y la mayoría coincidimos en que la mayoría de adolescentes y no adolescentes el problema que tienen es el de la falta de cultura y educación; pero no piensen que la Educación es problema de los centros, NO, la Educación se aprende primero en casa y se continúa en los Institutos; pero si en casa, papá y mamá, o mamá y papá, les permiten todo se puede hablar de adolescentes  con un bagaje educacional cuasi vacío.

Voy a insistir en lo que deben hacer los padres con sus hijos desde que son pequeños. Un niño desde que es un bebé aprende lo que le dicen los padres, puesto que su mente se desarrolla, en condiciones normales, rápidamente y su cerebro es como una esponja que absorbe todo lo que le llega desde su tierna infancia, y si los padres no saben decirle las cosas en su momento el niño hará poco a poco lo que él ha observado.

Para que nos entendamos voy a poner algún ejemplo: a los niños de 2-3 años hay que educarlos a la hora de comer a coger bien la cuchara y el tenedor, un día, otro y otro sin perder los nervios los papás; si un niño es un chillón porque no se le hace caso cuando trata de hablar, habrá que hacerle caso y decirle que para hablar no hay que chillar, y el niño, que es una esponja lo irá haciendo bien. Ahora, cuando hay que decirle que no a una rabieta, hay que mantener el no, pues si no se está mal educando.

Por tanto, hay que educarlos desde pequeños, pues sino a medida que se hacen mayores y en la adolescencia, se impondrán a los padres y estos ya no podrán con ellos y habrán perdido toda su autoridad, que no autoritarismo. Lo incomprensible es que los padres piensen que sus hijos son los mejores y que hay que darles todo lo que pidan sin pensar en las consecuencias.

Voy a señalar lo que me ocurrió, cuando era Jefe de Estudios elegido por el Claustro, no por el Consejo Escolar, ni puesto a dedo, durante 13 años, en un Instituto de Bachillerato, en los que enseñé cultura, educación y mis materias.

Pues bien, un día me trajeron a Jefatura de Estudios a  un alumno problemático en clase con sus profesores, considerando que su comportamiento era grave en clase, llamé a los padres para hablar del asunto y se presentó su madre y cuando le expliqué el asunto, la Sra se puso muy nerviosa y me dijo, resumiendo, que su hijo era magnífico, le volví a repetir el comportamiento del adolescente de 16 años, y me dijo que se iba a ir a la Inspección a denunciarme, a lo que le dije que fuera donde quisiera, como si quería ir al obispo de Coria, se fue y casi se lleva la puerta del portazo que dio.

Esto es un ejemplo verídico de la actitud de algunos padres. » Sus hijos son los mejores», digo y dije que Sí » a la hora de comer».  Creo que está claro y está relacionado con el brote de Mallorca, donde según algunos padres responsabilizan a la Presidenta Armengol, y expertos en Sanidad, y denuncian de secuestro de sus hijos la cuarentena en un Hotel COVID, y lo gordo del caso es que una juez deja irse de la cuarentena a quienes tuvieran negativo los controles, pero estuvieron en contacto con infectados del virus. Resultado : avión con 88 alumnos a Galicia y al llegar la PCR da 55 casos de SAR-CoV-2. De pena la acción de algunos padres.

Recojo estas reflexiones de Ana García Díaz mi compañera, profesora y madre:

<<No estoy de acuerdo con ellos, peor lo han pasado los niños pequeños y los ancianos muriendo solos y no se han quejado.

Todos hemos sido adolescentes y hemos tenido que renunciar a muchas cosas y lo asimilamos porque nos educaban en el esfuerzo y en la responsabilidad, no nos daban todos los caprichos que les dan ahora, que no les niegan nada, fiestas, viajes…estemos en pandemia o no.

Siento decirlo pero la educación en casa no se está impartiendo bien.

Todo tiene solución.

Igual que el profesorado hemos pasado muchas horas, fuera de nuestro horario laboral a reciclarnos recibiendo cursos de informática, inglés, sicología, métodos de estudio…los padres deberían recibir cursos de formación desde que los niños empiezan el colegio a los tres años hasta los 18 años. Creo que una tarde a la semana deberían recibir formación de psicólogos, profesores y orientadores>>.

Para evitar su expansión se debe reforzar la atención primaria, si se hubiese reforzado es posible que se hubiera podido vacunar a más personas que hoy se contagian debido al problema que estamos hablando.

Les animo a que lean el artículo magistral de una Jefa de Estudios adjunta, que aclara con rigurosidad el problema del macrobrote de Mallorca, y agradecerle su valentía de explicar este grave problema.

Asimismo, lean el artículo de elperiódico.com de Olga Pereda que da en el centro de la diana. Lo ha clavado: hipermaternidad y niñatos.

Después de releer todo lo escrito por uno y por otros

esperamos no volver a escribir del SAR-CoV-2 por negligencia de unos y otros.

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